Montás justifica el alza de la tarifa eléctrica
"Yo creo que hay que entender la lógica de esta decisión, o sea que el gobierno ha actuado de manera responsable"SANTO DOMINGO.-El secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, justificó el aumento en la tarifa electrica, tras advertir que este año el sector estaría registrando un déficit de US$300 millones que de no cubrirse se estaría condenando al país no solo a un incremento, sino a apagones permanentes.
Montás llamó también la atención sobre el hecho de que de los 2 millones 100 mil viviendas que hay en la República Dominicana, alrededor del 50 % carece de contadores y, por ende, no pagan por el servicio, que es otro grave problema.
Dijo, además, que aquí se trata de engañar a la población diciendo que en el país se vende la energía más cara de toda la región y recordó que cuando los precios del petróleo estuvieron en alzas, el costo del kilovatio-hora de electricidad era de 18 centavos de dólar mientras que en Puerto Rico era de 35 centavos de dólar.
Explicó que en el Presupuesto de este año se consignaron US$400 millones para cubrir el subsidio a la electricidad, pero lo que se está previendo es que el sector estaría demandando unos US$700 millones, lo que plantea un déficit de US$300 millones.
¿Entonces, qué hacemos?, se preguntó Montás, advirtiendo a seguidas que si esos recursos no aparecen para cubrir ese déficit "aquí lo que habrá es más apagones".
"Yo creo que hay que entender la lógica de esta decisión, o sea que el gobierno ha actuado de manera responsable en el incremento de la tarifa eléctrica: Apagones o aumento de la tarifa", sentenció el funcionario al ser entrevistado en el programa Revista Tele 15, por el canal Digital 15.
Al respecto, puso de ejemplo el caso de las autoridades cubanas que han cambiado la consigna histórica de su revolución de ¡Patria o Muerte!, por la de "¡Ahorrar o Muerte!, para evidenciar la gravedad de la situación económica de la isla.
La Superintendencia General de Electricidad autorizó para un incremento de un 6.4 por ciento en la tarifa de electricidad a partir del presente mes de junio, según consta en una resolución remitida el domingo a los medios de comunicación.
Montás dijo que el gran problema del sector eléctrico es la irresponsabilidad con que se ha manejado el tema, pues está demostrado que históricamente el costo de generación ha estado siempre por debajo de la tarifa, obligando al Estado a mantener un subsidio.
"Eso es lo que explica el descalabro del sector eléctrico". "Es como si tú produjeras arroz a un costo de 20 pesos la libra y tú lo venda a 14 pesos la libra, es evidente que ese negocio no va a funcionar y ese ha sido el grave problema del sector eléctrico, dijo.
Montás dijo que otro inconveniente que explica el porque el año pasado el gobierno tuvo que destinar alrededor de US$1,200 millones al sector eléctrico es precisamente la gran cantidad de usuarios que no paga el servicio. O sea, que se tuvo que destinar más de US$40 mil millones para mantener el servicio con la precariedad de siempre.
Montás aprovechó también para desmentir la especie de que República Dominicana tiene una de las mayores tarifa de electricidad en toda la región.
Montás: "Si se quiere un Estado fuerte, habrá que pagar más impuestos"
Entiende que el país tiene que caminar hacia una mayor asignación presupuestaria al sector de educaciónSANTO DOMINGO.-El secretario de Economía, Planificación y Desarrollo (SEEPyD), Temistocles Montás, planteó el jueves la necesidad de un gran debate nacional en el que se discuta esencialmente si los dominicanos prefieren un Estado débil o fuerte en términos de recaudación fiscal.
Montás hizo el planteamiento tras asegurar que en el marco de la actual estructura tributaria resulta imposible para el Gobierno cumplir con la ley que especializa la entrega a educación del 4 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Montás llamó a ser racional y aunque entiende que el país tiene que caminar hacia una mayor asignación presupuestaria al sector de educación, dijo que todos los dominicanos tienen que estar conscientes de que hay que asumir las consecuencias que eso implica.
"Y la consecuencia es que cuando esas cosas se plantean, tenemos que entender que en algún momento aquí habrá que pagar más impuestos", sentenció el funcionario, de acuerdo a una nota de la Unidad de Comunicaciones de la SEEPyD.
Montás dijo que se cometió "un grave error" al aprobar esta ley, pues de acuerdo al régimen fiscal vigente, el gobierno solo recibe 13 de cada 100 pesos que ingresa a la economía dominicana, de los cuales tiene que destinar alrededor de 5 para el pago de la deuda externa.
"Díganme entonces, de dónde vamos a sacar recursos para entregar ese 4 % a la educación sin tener que sacrificar otras áreas vitales", se preguntó el funcionario al intervenir en el Primer Foro de Actualización en Materia Laboral que auspició la Secretaría de Estado de Trabajo y otros organismos públicos en el salón de conferencia de la Cancillería.
Montás hizo una exposición inicial para presentar un balance de cumplimiento de los acuerdos de la Cumbre por la Unidad Nacional Frente a la Crisis Económica Mundial, en el que asegura que a pesar de los efectos en el país de la crisis global, el gobierno del Presidente Leonel Fernández está dando cumplimiento al 50 por ciento de las medidas consensuadas en el evento.
Dijo que la imposibilidad de entregar ese 4 por ciento a la educación lo que indica es que "tenemos un Estado débil", pero "nadie quiere asumir las consecuencias que implica la construcción de un Estado fuerte porque ello supone pagar más impuestos y cuando aquí se habla de pagar impuestos, nadie quiere pagar impuestos".
El funcionario, en respuesta a una queja presentada por uno de los participantes en el Foro en torno a los limitados recursos que el gobierno supuestamente destina a la educación, destacó que República Dominicana no es España, Francia o Inglaterra, donde el Estado maneja alrededor de 45 de cada 100 dólares que ingresa a esas economías.
Montás destaca avances sobre empleo y política social
El funcionario destacó también las gestiones que se realizan para hacer de un ciudadano emprendedor y para la creación de nuevas empresas SANTO DOMINGO.-Al disertar en el primer Foro de Actualización en Materia Laboral, que organiza la Secretaría de Estado de Trabajo (SET), el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Temístocles Montás, dijo que el Gobierno prioriza y estimula la productividad y competitividad de sectores clave de la economía y que son tangibles los avances en política social y empleo, como resultado de los acuerdos de la pasada Cumbre por la Unidad Nacional Frente a la Crisis Económica Mundial.
Montás expresó que en el marco de los consensos alcanzados en este tema, resaltan avances en promoción de políticas de generación de empleos, la reactivación de la Comisión Nacional de Empleo que actualmente elabora un borrador de Plan de Empleo 2009-2010, apoyo a las MYPIMES donde está en proceso y la elaboración del reglamento de la Ley de MIPYMES.
De igual forma destacó la política de aliento al emprendurismo y creación de nuevas empresas.
En el panel titulado "Avances en el Cumplimiento de los acuerdos de la Cumbre por la Unidad Nacional frente a la crisis económica mundial", por su parte, el secretario de Estado de Trabajo, Max Puig expresó que el Gobierno debe priorizar en las obras públicas aquellas que generen mayores puestos de trabajos y afirmó que se puede notar que las políticas que surgieron como resultado de la cumbre se han estado cumpliendo de manera adecuada.
Puix ponderó, también, que el Gobierno presenta medidas económicas y sociales que se empeñan en crear las condiciones para mejorar la vida de los ciudadanos.
El panel contó, además, con la participación del doctor Antonio Isa Conde, asesor especial del Poder Ejecutivo y la moderación del Servio Tulio Castaños Guzmán, de la Fundacion Instiucionalidad y Justicia FINJUS.
28 Mayo 2009
Asegura que el financiamiento internacional dinamizaría economía
RD tendrá acceso a 210 MM de euros de España
España y Dominicana suscriben un nuevo programa de cooperación bilateral
La AEIH tiene temor de que otra reforma incremente la corrupción
Que se lo dejen al sector privado al insaciable "empresariado" nacional, para ellos poner las reglas de juego con la Generación, Transmisión y Distribución...
¿Preocupación?...
Muestra preocupación por la compra de acciones de EdeEste
ECONOMÍA | |||
José Miguel Bonetti critica que estatales impongan impuestos “disfrazados” | |||
El empresario cuestionó ante Leonel Fernández la permanencia de la corrupción | |||
Pamela Castillo/Clave Digital | |||
sábado, 30 de mayo de 2009 | |||
“El impuesto más justo es el Impuesto Sobre la Renta, siempre que no genere una competencia desleal, el cual debe pagarse cuando se tenga ganancia, y no como a veces sucede actualmente con el impuesto sobre los activos”, señaló. Al catalogarlos como “organismos burocráticos obstaculizares”, Bonetti sostuvo que este problema no sólo implica trabas para las empresas, sino que también afecta la seguridad jurídica y las inversiones privadas y extranjeras directas. “Este vicio, que existe a nivel mundial, sin embargo, podría convertirse en un mal de tal gravedad que haga fracasar el proceso democrático que venimos trillando hace ya más de cuarenta años”, expresó durante su ponencia, presentada el viernes con motivo del aniversario número 47 de la Asociación de Industrias de República Dominicana. Sin embargo, el dirigente empresarial reconoció que el sector de manufactura es la actividad económica que más aporta al Producto Interno Bruto (23 por ciento del total) y, además, es uno de los mayores contribuyentes fiscales y agentes de retención, que alegadamente facilita en gran medida la labor recaudadora del Estado. Por tal razón, llamó a la población a comprometerse de manera conjunta para crear un modelo económico que propicie el desarrollo de los sectores productivos y que lleve al sector privado a ser el motor fundamental de la economía. “El neoliberalismo a ultranza ha probado conducir a procesos muy peligrosos para el desarrollo de las naciones. Sin embargo, el rol del Estado no debe ser el de empresario, es el de ser un ente regulador fuerte, garante de las inversiones y facilitador de los negocios”, manifestó. Entiende que para lograr un desarrollo económico sostenible es necesario que el país sea más competitivo, que cuente con una infraestructura de calidad mundial, que las instituciones públicas sean eficientes y que el Estado devuelva en servicios los tributos pagados por los ciudadanos. Acuerdo con FMI Por otro lado, Bonetti llamó al gobierno a no implementar cargas adicionales ni aumentar los impuestos vigentes, en caso de que se decida suscribir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). De ser así, el empresario aboga por un acuerdo con el FMI, debido a que -a su juicio- permitiría a la economía dominicana sortear de manera adecuada los efectos negativos de la crisis económica, contribuyendo a garantizar el financiamiento externo y la estabilidad macroeconómica. Se refirió, además, a las debilidades que aquejan al país, entre las cuales destacó “un suministro eléctrico deficiente y caro, seguridad jurídica, acceso a financiamiento limitado, desigualdad frente a países del Mercado Común Centroamericano en sus costos de producción (laborales), transporte de carga deficiente y monopólica, entre otros”. |
9 de Mayo del 2009, 6:43 PM
Tilda de ineficiente al Estado para administrar empresas Bonetti Guerra pide al Gobierno que salga del negocio eléctrico
En otro orden, Bonetti reconocó la importancia de la estabilidad macroeconómica, pero consideró que ésta por sí sola no es suficiente para desencadenar la dinámica de crecimiento y productividad. El presidente Leonel Fernández estuvo presente en la actividad.
SANTO DOMINGO (R. Dominicano).- Convencido de que el Estado ha fracasado en la administración de unidades productivas, el empresario José Miguel Bonetti expresó su sorpresa y preocupación por la decisión del Gobierno de adquirir la totalidad de las acciones de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (EDEESTE).
El presidente de Juzgó conveniente que el Gobierno salga del negocio eléctrico de forma transparente y propicie la entrada de empresas que ofrezcan plena garantía de su inversión y servicio.
Afirmó que el contribuyente aporta cuantiosos recursos para financiar una burocracia parasitaria en las distribuidoras de electricidad del Norte (EDENORTE) y del Sur (EDESUR), sin embargo, para que un joven pueda estudiar está obligado a alumbrarse con una vela, ante el deficiente servicio energético.
“Basta con comparar la cantidad de empleados en Edenorte y Edesur de antes de la desafortunada estatización hace siete años y la realidad actual”, dijo Bonetti, presidente de la empresa Mercasid, durante una conferencia sobre las expectativas del sector manufacturero, con motivo del aniversario de la Asociación de Industrias de la República (AIRD).
A juicio del empresario el problema eléctrico ha dejado de ser sectorial para convertirse en un asunto macroeconómico, por lo que “es hora de cambiar la visión en la búsqueda de soluciones, porque dondequiera que el Estado se ha puesto a administrar empresas ha fracasado, teniendo la población que pagar esa ineficiencia”.
En otro orden, Bonetti reconocó la importancia de la estabilidad macroeconómica, pero consideró que ésta por sí sola no es suficiente para desencadenar la dinámica de crecimiento y productividad.
Afirmó que el exceso de confianza en las políticas macroeconómicas ha distraído a los gobiernos, que han obviado políticas de apoyo a la modernización productiva, desarrollo de los mercados y la creación de un marco institucional que propicie el crecimiento.
“Por eso, en el país no podemos conformarnos con sólo contar con la estabilidad macroeconómica, sin sustentarla en el desarrollo y crecimiento sostenido de nuestros sectores productivos”, dijo el presidente de Mercasid durante su ponencia ante decenas de empresarios.
Para el empresario, el modelo imperante, que otorga mayor preponderancia a la estabilidad macroeconómica, ha promovido un mayor flujo de recursos bancarios hacia el consumo y al sector comercial, pero también, ha degenerado en tasas de interés más altas y limitado acceso al crédito del empresariado.
Además, observa en la estabilidad macroeconómica dominicana una “alta dependencia de volátiles flujos de capitales privados de corto plazo”, que tiene la finalidad de financiar el déficit de cuenta corriente de la Balanza de Pagos, “que luce cada vez más insostenible.
Bonetti reconoció que un cambio de modelo debe estar acompañado de un “decidido esfuerzo” de parte de los industriales para establecer nuevas estrategias que mejoren el posicionamiento del sector manufacturero, e incluso, migrar hacia mercados de mayores oportunidades, a propósito de los acuerdos de libre comercio firmados en los últimos años.
La AIRD cumplió este viernes 47 años de fundada y en la actualidad es dirigida por Manuel Diez Cabral y Circe Almánzar, como directora ejecutiva.
El modus operandi de los negocios de Agripino
Sara Pérez / Clave Digital
Si hay alguien que tiene razones para reírse hasta con las
muelas de atrás, ante la situación social y económica que vive
la República Dominicana, (exasperante y excluyente para la
mayoría, pero singularmente próspera para algunos pequeños
grupos), es el habilidoso rector de la Pontificia Universidad
Católica Madre y Maestra (PUCAMAIMA), Monseñor Agripino Núñez
Collado, cuyas dotes como genio empresarial de la Iglesia
Católica nunca han sido debidamente ponderadas, al menos en
público, ni por admiradores, ni por adversario. El momento no
puede ser más propicio para resarcir semejante injusticia.
Hace apenas unos días, el 23 de Mayo, el Aeropuerto del Cibao,
S. A. dio a conocer que el monto de sus ganancias, durante su
último año fiscal, alcanzó los RD$ 357.46 millones, lo que
convierte a esa empresa en una de las más exitosas de los
últimos tiempos en la República Dominicana y a sus accionistas,
en los felices recipientes de un margen de beneficio ascendente
al 40 por ciento del valor al que, por lo menos algunos de
ellos, compraron sus acciones.
Pero entre todos los dueños, para ninguno, el Aeropuerto del
Cibao ha resultado ser un negocio tan redondo, como lo es para
la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y para su
rector Agripino, que sólo en el 2004 debieron recibir
beneficios ascendentes RD$ 44,078,400 pesos, que es lo que les
corresponde por la posesión de 111,956 acciones de la empresa,
con la extraordinaria particularidad de no haber invertido un
sólo centavo de su bolsillo en el proyecto.
Es un milagro del que se debe tomar nota, por si alguna vez hay
que someter una solicitud de canonización de este destacado
personaje, que si no se ha dedicado exclusivamente a ensalzar
el nombre del Señor, es porque debe sacrificar su piadoso
carácter, para concentrarse en el terrenal desafío de llenar
las arcas de los representantes divinos, (incluyendo la
propia), en el pequeño país del Trópico, azotado por la
corrupción, la escasa institucionalidad, la falta de
transparencia en la administración pública y en las empresas
privadas, y el privilegiado acceso de ciertas élites
insaciables a los recursos de la nación a la que tienen
quebrada.
*Fórmula infalible para el éxito económico*
El secreto de los numerosos éxitos de Agripino en sus
iniciativas empresariales, es tan simple como infalible: el
gobierno pone la inversión, sacándola de las costillas del país
y la PUCAMAIMA y/o Agripino reciben los beneficios. Al menos
eso es lo que ha ocurrido en el caso del Aeropuerto del Cibao,
que lejos de ser un hecho aislado, corresponde a un recurrente
patrón de creación y acumulación de patrimonios privados.
En realidad, los casi 45 millones de pesos correspondientes a
la PUCAMAIMA por las ganancias del año 2004 en el aeropuerto,
debían estar ahora mismo en poder del Estado dominicano, que
fue quien hizo la inversión por la que la PUCMM y Agripino
reciben los dividendos
Las 111 mil, 956 acciones de la PUCAMAIMA , que la colocan en
el segundo lugar entre los mayores accionistas de la empresa y
hacen a esta universidad beneficiaria de suculentos ingresos,
fueron adquiridas a cambio de las tierras en las que está
ubicado el aeropuerto. Sin embargo, las tierras del aeropuerto
no fueron compradas con dinero de la PUCAMAIMA , sino con
dinero del Estado dominicano. Según se registra, el entonces
presidente Joaquín Balaguer regaló los terrenos del aeropuerto
a los empresarios involucrados en esa empresa, quienes a su
vez, los cedieron a la PUCAMAIMA.
Como se trata de tejemanejes que, a pesar de ser de interés
público, se tratan de forma semiclandestina, no se conocen los
detalles del proceso mediante el cual los bienes públicos
acabaron en manos de la PUCAMAIMA. No se sabe a solicitud de
quién Balaguer regaló los terrenos propiedad del país a los
empresarios, ni se ha establecido qué tan espontánea fue la
iniciativa de los desprendidos empresarios de traspasar el
regalo a la PUCAMAIMA.
De lo que sí tiene constancias la República Dominicana , en
pleno, es de que la capacidad de cabildeos, presiones e
influencias ejercidas por monseñor Agripino Núñez no se han
detenido nunca ante las puertas de ningún despacho.
Los empresarios entienden perfectamente --porque sus múltiples
y muy rentables experiencias así se lo han demostrado-- que
ceder a Agripino, a la PUCAMAIMA y/o a la Iglesia Católica ,
una parte del pastel sacado del Estado, los coloca en una
posición de ventaja excepcional para exigirle al gobierno
dádivas, prebendas y subsidios que hay que recortar al resto
del país, porque los recursos existentes no dan para saciar a
los políticos, empresarios, religiosos y militares y al mismo
tiempo para atender las necesidades y urgencias de la población
dominicana en términos colectivos.
*Las acciones del Baninter*
Otro de los bienes públicos que han ido a engrosar los
patrimonios privados de un grupo de empresarios de Santiago , la
PUCAMAIMA y Agripino, son las acciones que el fraudulentamente
quebrado Banco Intercontinental, (BANINTER), tenía en el
Aeropuerto del Cibao.
El Gobierno dominicano, entonces presidido por Hipólito Mejía,
decidió asumir el pago de más de 55 mil, millones de pesos que
se habían evaporado entre las manos de los dueños y principales
directivos de BANINTER.
En esas circunstancias, algunas de las propiedades de BANINTER
pasaron al Estado dominicano, que se supone debía resarcir con
ellas, al menos parcialmente, la tremenda pérdida de fondos
públicos en la que incurría el gobierno, para tapar el hoyo
financiero de un banco privado.
Sin embargo, el gobierno cedió las acciones de BANINTER que
estaban en su poder, a los dueños del Aeropuerto del Cibao,
mediante una transacción cuyos primeros detalles precisos,
aparecieron hace apenas algunos días, en las memorias oficiales
del año 2004, del Aeropuerto del Cibao S. A.
En la página 36 de esas memorias dice que "En el año 2004
fueron readquiridas 22 mil, 310 acciones del Banco
Intercontinental, S. A., por encima de su valor nominal. Este
valor de capital pagado en exceso fue de RD$17,690,000.00".
El dato tiene un pequeño error matemático y dos imprecisiones
de mayor envergadura. El error matemático, atribuible quizás a
algún problema de la calculadora que usaron los dueños del
aeropuerto para cuadrar los números, consiste en que si se
pagan RD$17,690,000.00 por 22,310 acciones, cada acción sale
por RD$793 pesos, es decir, RD$207 pesos menos que el valor
nominal de cada acción del aeropuerto, que asciende a RD$1,000
pesos, según las propias memorias del aeropuerto
correspondientes al año 2003. O sea, no se compraron las
acciones por encima de su valor nominal, sino por debajo de él.
Eso conecta con la primera imprecisión de envergadura. El valor
nominal de las acciones de una empresa casi nunca es sinónimo
del valor real de la misma y mucho menos, si el margen de
beneficio anual es de un 40 por ciento del valor nominal de las
acciones, como en el caso del aeropuerto.
Así, aunque el valor nominal de una acción del Aeropuerto Cibao
sea de RD$1,000 pesos, eso no quiere decir que alguien pueda
comprar por RD$1,000 pesos ninguna acción de esa empresa. En
realidad, con RD$1,000 pesos, lo único que puede comprarse en
el Aeropuerto Cibao, son dos cafés, dos quipes y un llaverito
de los que tienen la estampa de la Virgen de La Altagracia
enchapada entre dos pegotes de plástico.
El valor real de las acciones del Aeropuerto Cibao lo determina
el mercado, es decir, la relación entre oferta y demanda. Ahora
mismo, es muy difícil establecer a cuánto asciende el valor
real de las acciones del aeropuerto, porque para tener un
número preciso se necesitaría una transacción concreta, en la
que se establezca, por cuánto venderían los dueños y cuánto
estarían dispuestos a pagar los adquirientes.
Los que escasean no son tanto los que deseen comprar, sino los
que quieran vender. ¿Quién querría desprenderse de la
copropiedad de una empresa tan exitosa en tan poco tiempo?
Muy pocas inversiones financieras, comerciales o industriales
de la República Dominicana están dejando un margen de beneficio> anual de un 40 por ciento sobre el valor nominal de la
acciones, así es que quienes disfrutan de tan promisoria
situación, no suelen tener interés, ni prisa, en salir de ella.
La excepción es el Estado dominicano, que vendió las acciones
de BANINTER, a RD$ 793 pesos, un precio que se sabe ridículo no
sólo con relación al valor real de las acciones, sino inferior
incluso al valor nominal de las mismas.
No todo el mundo tiene la suerte de encontrarse con esas
gangas.
*El negocio de capar perros*
esto es lo que lleva a la segunda imprecisión de envergadura:
¿En qué fecha exacta se hizo ese negocio de capar perros? Lo
que las memorias oficiales del Aeropuerto del Cibao dicen es
que fue en el 2004, pero en ese año hubo un cambio de gobierno
y no se sabe con certeza quién le hizo este regalo de las
acciones del BANINTER a Agripino, la PUCAMAIMA y al grupo de
empresarios de Santiago .
¿Fue el Presidente Leonel Fernández, que también ha decidido
hacer un espléndido aporte de 25 millones de dólares al mismo
grupo del aeropuerto, para que termine de construir con fondos
públicos, una clínica privada en Santiago ?
¿O sería Hipólito Mejía? ¿Es posible que el mismo presidente
que decidió sacrificar al país para pagar la deuda privada del
hoyo de BANINTER haya optado al mismo tiempo por regalar lo
poco que se recuperó de ese naufragio?
*Muchos, incluyendo algunos accionistas del aeropuerto,
aseguran que fue Hipólito. Esto supondría que mientras el
Cardenal (Su Eminencia Reverendísima Nicolás de Jesús López
Rodríguez, Arzobispo Primado de América), la Conferencia del
Episcopado y algunos curas denunciaban desde los púlpitos, con
sobradas razones, la corrupción, la irresponsabilidad y el
desorden del gobierno de Mejía, por debajo de la mesa, algunos
jerarcas de la Iglesia Católica , en representación de ellos
mismos y de un grupo de empresarios santiaguenses, gestionaban
y conseguían ante el Poder la entrega de bienes públicos,
aparte de diversos privilegios, regalos y prebendas*.
*El Estado como sirviente doméstico (dícese "chopo" en la
lengua popular más
despectiva*)
También durante el gobierno de Mejía y según consta en las
memorias más recientes del aeropuerto, la PUCAMAIMA , Agripino
y los empresarios consiguieron la emisión de varios decretos
destinados al provecho de los dueños del aeropuerto.
Uno de ellos, es el Decreto número 830-03 de fecha 22 de agosto
del 2003, con el que se declaró de utilidad pública "en interés
social, la adquisición por el Estado Dominicano de varias
porciones de terrenos, propiedad de particulares ubicados
frente a la Terminal del Aeropuerto".
O sea, los dueños del Aeropuerto del Cibao, (que son
fundamentalmente, los dueños de la zona franca de Santiago y la
PUCAMAIMA ), no querían mantener como vecinos a la gente común
que tenía propiedades en los alrededores de su empresa. Pero en
vez de negociar con esos propietarios y comprarles sus tierras
a quienes quisieran vender, les echaron el Estado encima,
haciendo que este declarara los terrenos de utilidad pública,
obligando a los dueños a vender y además, adquiriendo las
propiedades ¡ con dinero del Gobierno !
Una simpática curiosidad sobre el funcionamiento de esta
próspera empresa y de las condescendencias que se gasta el
quebrado sector público para ayudar al buen funcionamiento de
la exitosa empresa privada, es la cuenta por concepto de agua y
basura que le ha concedido Ayuntamiento de Santiago.
La tarifa por agua y basura que paga cualquier familia de clase
media en Santiago oscila entre 400 y 500 pesos al mes. En el
2004, el Aeropuerto del Cibao pagó 13,200 pesos al año por ese
concepto. Su tarifa mensual fue de 1,200 pesos en promedio, es
decir lo mismo que pagarían por consumo de agua y recogida de
basura, tres familias comunes.
La diferencia es que por el Aeropuerto del Cibao en el 2004,
pasaron, entrando o saliendo, más de 700 mil personas, aparte
del personal que trabaja permanentemente en esa empresa. No hay
forma de que la basura que generan pasajeros y empleados y el
agua que consumen, pueda equipararse a la basura que genera y
al agua que gastan tres simples familias dominicanas, cuyos
miembros sumarían un total de unas 15 personas.
La clave de los éxitos empresariales de Agripino y del grupo
que se ampara bajo su acogedora sotana, radica en que la vara
con que se les mide a ellos, no es la misma vara con que se
mide al resto del país, y en que mientras a ellos se les sirve
la comida con una palangana, el resto del país tiene que
resolver con la ración de un gotero.
La Cantaleta de los Empresarios Dominicanos:
“Las propuestas del sector empresarial van encaminadas a la reducción de impuestos y que el Estado, sea un ente facilitador para el sector productivo nacional”.
Que se lo dejen al sector privado al insaciable "empresariado" nacional, para ellos poner las reglas de juego con la Generación, Transmisión y Distribución, esa es la idea.
Ellos quisieran que el gobierno o mejor dicho el Estado, y por que no, que conste ahora que está en sesión la Asamblea Nacional Revisora de la Constitución los incluya en las modificaciones, eso quisieran los “príncipes” herederos, que estas empresas estratégicas Dominicanas pasaran a sus manos espoliar más esta sociedad.
Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE)
Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID)
Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED)
Unidad de Electrificación Rural y Suburbana (UERS) y las 45 micros centrales hidroeléctricas
Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (EDENORTE)
Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (EDESUR)
y La Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (EDEEste)
Eso se llama un Estado ideal para ellos, un estado solamente regulador, ¿regulador?, ¿regulador de que?. Este “Empresario” con vasta experiencia en sus relaciones con ese Estado Dominicano, que le salieron los dientes, si le salieron los dientes, una verdad como un templo, medrando del Estado, chupando del Estado, viviendo del Estado, entiéndase de todos los gobiernos que hemos tenido desde Horacio Vásquez o la primera intervención norteamericana.
Después se quejan cuando aparece un Hugo Rafael Chávez Frías…
De donde y de quien descienden los "príncipes"
General de Brigada, E. N., Máximo R. Bonetti Burgos (alias) Bocico
El gallero Alberto Bonetti Burgos
Ernesto Bonetti Burgos quien presidía las Cámaras Legislativas en 1930, así como José María Bonetti Burgos (alias) Santanita el padre "afortunado" de los príncipes.
Ernesto Bonetti Burgos presenta credenciales de Ministro en Alemania y su discurso ante el canciller Adolfo Hitler “compara la labor de ambos notables gobernantes: “Vengo a representar cerca de vuestra Excelencia y del Gobierno de Reich un país y un gobierno unidos por vínculos de viva simpatía y de compenetración ideológica a la gloriosa nación alemana”.
La Fortuna de Trujillo
En este libro de Juan Bosch encontrará el lector respuesta a una pregunta que se han hecho muchos dominicanos, la de a cuánto montaba la fortuna de Rafael Leonidas Trujillo, el hombre que acumuló cientos de millones de pesos, pero no de los pesos de ahora, que valen a razón de tres por un dólar, sino de los de 1930 hasta 1960, años en los que el peso tenía el mismo valor que el dólar.
En La Fortuna de Trujillo Juan Bosch sostiene que Trujillo convirtió a la República Dominicana en una empresa capitalista de su propiedad, y lo demuestra con la publicación de una lista de los negocios que tenía en el año 1959 y el inventario de los bienes que figuraban a nombre suyo, de la señora María Martínez de Trujillo y de sus hijos Rafael, Radhamés y Angelita.
El inventario de los bienes del dictador fue hecho por el licenciado Tirso E. Rivera J., hombre de toda la confianza en materia económica de Trujillo, y fue terminado 36 días después de la muerte del dictador ocurrida en la noche del 30 de mayo de 1961 cuando iba de viaje a San Cristóbal.
Ese inventario confirma la tesis expuesta repetidas veces por el autor de este libro cuando ha dicho que Rafael Leonidas Trujillo se convirtió, usando sus poderes de dictador, en el hombre más rico que ha conocido la historia de nuestro país.
Alfa & Omega recomienda la lectura de La Fortuna de Trujillo que es un estudio histórico de la dictadura más larga padecida por el pueblo dominicano.
Señores miembros de la Junta Directiva,
Señores académicos de número y correspondientes de esta Academia,
Señores y señoras.
Por decisión de la Junta Directiva de la Academia Dominicana de la Historia, esta noche me corresponde dar respuesta al discurso de ingreso como académico de número de José del Castillo para ocupar el sillón "Y", titulado La formación de la industria azucarera dominicana (1872 1930). En mucho me honra esta tarea de protocolo estatutario de la institución porque, además de unimos una vieja amistad de más de tres décadas, José es un veterano que viene investigando históricamente el tema azucarero dominicano desde que participó como coautor junto, a los también sociólogos, Miguel Cocco, Wilfredo Lozano, Walter Cordero, Max Puig y Otto Fernández, en la investigación La Gulf and Western en República Dominicana que publiqué en 1974 con el N° 7 de la Colección Historia y Sociedad, cuando dirigía la por mí recién creada Editora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Tratar el tema de la moderna industria azucarera nacional, que se inició con la llegada de la migración cubana que salió de su país, luego de la firma de la Paz del Zanjón que concluyó la guerra independentista de 1868 a 1878, y analizar el papel que desempeñó en el proceso de la
formación histórica del pueblo dominicano durante el último cuarto del siglo XIX y las primeras tres décadas del XX es, además de novedoso, de gran importancia para poder comprender la historia económica del país durante esos 58 años que permitió el desarrollo de un capitalismo totalmente dependiente del imperialismo norteamericano y la creación de las condiciones para el surgimiento de la tiranía de Trujillo
José ha dividido su trabajo en dos partes, a su vez fragmentadas en varias fases. En la primera parte, "Contexto internacional y nacional", analiza los efectos de la Guerra de los Diez Años y la subsiguiente inmigración cubana hacia República Dominicana. Esa inmigración trajo al país a empresarios, capitales y técnicos que dieron nacimiento a la moderna industria azucarera nacional y al proceso de desarrollo capitalista de las fuerzas productivas de la sociedad dominicana. Pero esa migración, agrego yo, también introdujo: el tabaco de olor y los métodos y técnicas para producirlo; la crianza de ganado sobre pastos cultivados en potreros cercados con alambre de púas y el empleo de la postería viva del árbol leguminoso, forrajero riquísimo en proteínas, Gliricidia seplum, popularmente conocido como "piñón cubano", cuando hasta ese momento la producción pecuaria se hacia de manera libre, lo que perjudicaba enormemente a los agricultores que tenían que rodear, con empalizadas de madera, sus predios agrícolas para evitar que el ganado los destruyera. Los gobiernos azules de Ulises Francisco Espaillat, Gregorio Luperón, monseñor Fernando Arturo de Meriño y Francisco Gregorio Billini fueron los que alentaron la llegada y permanencia de esos cubanos mediante la promulgación de medidas legales que los exoneraba de pagos de aranceles de importación y exportación, así como de impuestos de todo tipo.
En la segunda parte, el "Desarrollo de la industria azucarera", dividida en tres fases, muy correctamente plantea que con la expansión de los centrales azucareros se conformaron nuevos centros urbanos en sus alrededores y se incremento el comercio en la ciudad de Santo Domingo, con lo que comenzó a aumentar y consolidarse una débil clase pequeña burguesa urbana y a incrementarse los puertos marítimos como Puerto Plata y, muy particularmente, San Pedro de Macorís.
Al analizar las dos primeras fases ("concurrencial y de transición"), asegura que debido a factores externos provocados por la crisis de los precios del azúcar en el mercado mundial del año 1884, numerosos pequeños ingenios y trapiches desaparecieron y, con la penetración del capital financiero norteamericano, en especial durante la última década del siglo XIX y las dos primeras del XX, surgió "la fase corporativa monopolista". Esta nueva situación determinó que las empresas azucareras de capital norteamericano rápidamente se convirtieran en poderosas entidades no solamente agrícolas y ganaderas, sino particularmente comerciales con la instalación de las llamadas "tiendas de raya" o bodegas en los bateyes. Al respecto, es oportuno recordar aquí lo expresado por Ramón Matrero Aristy en su importante y vivencial novela Over.
Ya con las tropas invasoras yankis ocupando el país, se introdujeron masivamente braceros haitianos para sustituir a los cocolos, fenómeno inmigratorio que se ha mantenido hasta nuestros días. Esa inmigración de mano de obra barata estuvo acompañada del más brutal despojo de las tierras que cultivaban los campesinos de la región oriental; saqueos que fueron legalizados con la implantación de la Ley de Registro de Títulos, basada en el Sistema Torrens, ideado para proteger en Nueva Zelanda a los aborígenes maories de la rapacidad de los geófagos colonizadores ingleses, que se transplantó aquí para todo lo contrario, para amparar a los terratenientes norteamericanos y perjudicar al campesinado. La legalización de las usurpaciones y desalojos de miles de campesinos, fueran estos propietarios o precaristas de las tierras, fue una de las condiciones que impusieron los invasores norteamericanos conforme al "Plan Hughes-¬Peynado" para efectuar la desocupación.
Por eso, al instaurarse el gobierno de Horacio Vásquez en 1924, éste se vio obligado a firmar la Convención Dominico americana de ese año que reconocía válidas e inderogables todas las "Excecutive Orders" del gobierno militar y todas las resoluciones y sentencias dictadas por el Tribunal de Tierras. Con esa imposición se logró proteger jurídicamente el pillaje de las tierras azucareras realizado por los ingenios norteamericanos (del que también se beneficiaria uno que otro terrateniente dominicano) y para garantizar ese saqueo territorial dejaron a un pueblo previamente desarmado controlado por la Policía Nacional Dominicana, luego convertida en Ejército Nacional, con una oficialidad defensora de sus intereses entre los que se destacaba en primer orden, Trujillo.
Para puntualizar y demostrar sus planteamientos, José del Castillo recurre a una novedosa periodización de los tres fases ("concurrencial, de transición y de las corporaciones monopolistas") desde 1870 hasta la llamada "danza de los millones" en 1919 y la gran crisis del capitalismo mundial que se inició en 1920 que hizo su extraordinaria explosión con el crack" económico de 1929. Respecto a la primera de ellas, realiza un detallado recuento de los extranjeros y dominicanos que desde 1872 emplearon sus capitales invirtiéndolos en tierras, edificaciones, molinos, equipos, vías férreas, locomotoras, vagones, muelles, viviendas, caminos, etc. para poder producir azúcar modernamente en feroz competencia, así como también sus inversiones de capital de trabajo.
Interesante es la manera empleada para desenredar la madeja que significó la concertación de leoninos empréstitos para el fomento de la industria azucarera; préstamos que regularmente se convertían en una cadena que ataba a los deudores y los llevaba a la quiebra ante el más minino inconveniente como: revueltas amadas; prolongadas sequías; incendios en los cañaverales y accidentes y bajas en los precios del dulce en el mercado exterior. Caso notorio fue el del comerciante, propietario, prestamista y evasor de impuestos Juan Bautista Vicini***, quien con sus usureras marrullerías, en pocos años se hizo propietario, mediante ejecuciones y embargos, de innumerables pequeños ingenios que en algunos casos refundió y, en otros liquidó.
José del Castillo destaca que en esta primera fase del desarrollo de la industria azucarera no se produjo una marcada proletarización del campesinado debido a la expansión de la propiedad territorial de los ingenios. Con este planteamiento contradice las muy trilladas tesis de algunos de nuestros marxófagos que siempre, y en todo momento ven la más brutal explotación del productor por el propietario de los medios de producción con el fin de obtener una mayor plusvalía de la compra de su fuerza de trabajo. Claro está, no ocurrió así con posterioridad, especialmente al finalizar el siglo XIX e iniciarse el XX con la desmesurada extensión de las fronteras territoriales de los campos de caña y el empleo de un auténtico proletariado agrícola importado, primero de las Antillas Menores angloparlantes y, después, procedente de Haití.
Dejaré de lado los minuciosos detalles relativos a los diversos sistemas y técnicas pata producir distintos tipos de azúcar; las características de los diferentes ingenios; áreas de cultivo; volúmenes productivos; y porcentajes del total de la producción industrial en varias zonas azucareras, porque no quiero extenderme más de lo debido en un acto académico de esta naturaleza.
Si pienso que debo mencionar, aunque sea muy brevemente, los efectos que produjo en los países productores del dulce, como es el caso dominicano que incrementaba sus áreas de cultivo y sus rendimientos, la llamada Guerra del Azúcar". Esto es, la competencia entre los países productores de azúcar de remolacha en Europa, Estados Unidos y Canadá) y de caña en los países latinoamericanos y asiáticos.
Todo comenzó cuando Napoleón, auténtico representante de la burguesía francesa en el poder, clase empeñada en aplastar a Inglaterra y controlar la navegación y el mercado mundial, la bloqueó por tierra al ocupar casi todo el continente europeo, a lo que replicaron los británicos bloqueando marítimamente a Francia, después de destruir su flota en las batallas navales de Abukir y Trafalgar. Con ese bloqueo naval, el azúcar de caña d e las posesiones ultramarinas francesas no pudo llegar a los consumidores galos y, puesto que desde 1797 Oliver de Senes había notado las cualidades sacaríferas de la remolacha y el alemán Fraz Carl Achard industrializó el tubérculo, en 1811 Bonaparte creó en Francia 3,000 fábricas de azúcar de remolacha para poder satisfacer las demandas de consumo de su población. Después del derrumbe del Imperio con la denota de Waterloo en 1814 y la subsiguiente paz, cesó el bloqueo británico y casi todos los países europeos comenzaron a producir azúcar de remolacha y a proteger sus mercados nacionales aplicando altas tarifas arancelarias al azúcar
de caña de las zonas tropicales y subtropicales, elaborada, fundamentalmente, en base a una mano de obra esclava o sumamente barata, por lo que su costo de producción era mucho más bajo. En ese momento se inició la "Guerra del Azúcar".
Al mediar el siglo XIX, de 1.5 millones de toneladas de azúcar que se colocaban en el mercado mundial, 14% era de remolacha y 86% de caña; en 1884 (año en el que se derrumbaron de manera estrepitosa los precios del dulce), de 4.7 millones de toneladas de azúcar llevadas al mercado mundial, el 53% era de remolacha y el 47% de caña; en 1902, de 9.9 millones de toneladas el 60% era de remolacha y el 40% de caña, lo que evidenciaba una supremacía del azúcar de remolacha sobre el de caña. Ya en esos momentos, Estados Unidos controlaba la producción mundial de azúcar de caña que se vendía en el mercado mundial porque además de producirla en Texas, Louisiana y Florida dominaba la producción de Cuba (principal productor mundial amarrada con la Enmienda Platt y donde el 56% de las tierras cultivadas de la gramínea estaba poseído por capitalistas norteamericanos), de Puerto Rico (robada a España en la llamada “Guerra Hispanoamericana") y en la zona del Pacífico: Filipinas y Guam, también arrebatadas a España, y Hawai, arrancada violentamente en dicho año 1898 a la monarquía indígena de esa isla.
Después del asesinato del archiduque de Austria en Sarajevo en 1913 y de los subsiguientes preparativos bélicos y movilizaciones militares que precedieron al estallido de la Primera Guerra Mundial ocurrido en 1914, el azúcar de caña controlado por Estados Unidos representó el 80% del tonelaje del dulce colocado en el mercado mundial y el de remolacha el 20%. Mientras duró el conflicto bélico, la caña lució vencedora al denotar momentáneamente a la remolacha en la "Guerra del Azúcar". El que las llanuras remolacheras europeas se convirtieran en campos de batalla (como señaló en su famosa obra Erich María Remarque, llevada al cine, Sin novedad en el frente, en la que soldados alemanes entrampados en una inútil guerra de trincheras en un antiguo campo remolachero saciaban su hambre comiendo los tubérculos crudos que brotaban de la tierra con las explosiones de los obuses que mataban a sus compañeros), elevó a precios nunca imaginables los precios del azúcar, llegando a cotizarse de $0.86 el quintal a $13 en 1913, alcanzando en 1920 el precio de $23.50. Fue una loca carrera de precios que en los países productores de caña de azúcar se llamó la 'Danza de los Millones", baile que tuvo efímera duración al culminar de la manera más dolorosamente inimaginable
Esos altísimos precios y controlar el azúcar de caña que se destinaba al mercado mundial, fue lo que impulsó a los Estados Unidos a intervenir militarmente en República Dominicana en el año 1916, al ver en este país "un paraíso" como el de Cuba para que sus capitalistas y financistas azucareros invirtieran en la producción del dulce. En efecto, República Dominicana ofrecía: 1) magníficas condiciones agro ecológicas con tierras fértiles y llanas, a bajísimo costo o cedidas por el Estado, cercanas a los puntos de embarque; 2) mano de obra barata; 3) control económico político como consecuencia de la Convención de 1907; 4) gobiernos manejables y entreguistas y; 5) facilidades y exoneraciones de todo tipo de impuestos a los productores, en virtud de la Ley de Franquicias Agrícolas promulgada por el presidente Cáceres en julio de 1911.
No fue una casualidad que, a raíz de puesta en vigencia de esta ley de incentivo industrial azucarero, en 1912 viniera al país Hugh Kelly y adquiriera y ampliara el Ingenio Porvenir; que ese mismo año, en New Jersey, la South Porto Rico Sugar Company que en la vecina isla producía azúcar en el Central Guánica, fundara la subsidiaria Central Romana Corporation (de tristísima recordación en la región oriental por los despojos y crímenes cometidos en Higüeral y Caimoní en perjuicio de campesinos que se negaron a abandonar sus predios agrícolas); tampoco fue una casualidad, que en 1913 se fundara en New York la West Indies Sugar Finance Corporation (del Grupo. Morgan) que vino al país apoyada en los acorazados y bayonetas yankis, empresa propietaria de los Ingenios San Isidro, Consuelo y Barahona que se convirtió en la Cuban Dominican Sugar Company.
Todas estas empresas azucareras se asentaron en el país apoyadas financieramente por los bancos extranjeros que tampoco vinieron al país por casualidad. En efecto, ya desde 1908 andaba la banca extranjera merodeando en los asuntos económicos y azucareros dominicanos, con
la llegada del Royal Bank of Canada, empresa que no despertó sospechas porque no era un banco de emisión como los que habían depredado el país durante los gobiernos de Báez y Heureäux; el Banco Nacional de Jarvis en 1912, de un norteamericano al que se unieron como accionistas varios comerciantes de la burguesía intermediaria dominicana y que fue traspasado a la American Foreign Banking Corporation of New York; el National City Bank (del Grupo Rockefeller) que estableció en Santo Domingo una sucursal con el nombre de Internacional Banking Corporation y, finalmente, el Chase Manhattan Bank (del Grupo Morgan).
En definitiva, el móvil principal de la Primera Ocupación Militar de 1916 1924 fue apoderarse de nuestras tierras aptas para la producción azucarera y hacernos más dependientes del voraz capitalismo norteamericano. El presidente Thomas Woodrow Wilson dijo para justificar su brutal agresión, que las tropas de la Infantería de Marina "vinieron a civilizarnos" y yo digo, como en otras oportunidades, "¡No, vinieron a saquearnos! . Prueba palpable de esta afirmación olía está respaldada por la declaración que el general Smedley B. Butler hizo a la revista inglesa Common Sense, en noviembre de 1935
"Por 33 años y 4 meses presté servicio activo en la fuerza de mayor agilidad militar de los Estados Unidos de América: el Cuerpo de Infantería de Marina. En ella serví en todos los escalafones; desde segundo teniente a mayor general y durante todo ese período fui el hombre fuerte de los grandes consorcios de Wall Street y de los banqueros. En otras palabras, me convertí en un "racketeer" del capitalismo.
En esas condiciones "ayudé" en 1914 a que México y, especialmente, Tampico, fuera fácil presa de los intereses petroleros. "Ayudé" a hacer de Haití y Cuba lugares "adecuados" para que los muchachos del National City Bank pudiesen recolectar sus leoninos intereses. De 1909 a 1912 "ayudé a purificar " a Nicaragua para beneficio de la casa bancaria internacional Brown Brothers, En 1916 "abrí los ojos" a los intereses azucareros norteamericanos para que invirtieran sus capitales en la República Dominicana, a la vez que garantizaba dichas inversiones. En 1903, "ayudé" a que Honduras "madurase" para las compañías fruteras norteamericanas. En 1917 "ayudé" a la Standard Oil Company a realizar en China despojos de tierras sin que fuese molestada.
Durante todos esos años dirigí (.,.) un racket que cada día era mayor y más productivo. Por ello fui premiado con honores, promociones, condecoraciones y medallas. Cuando contemplo mi pasado, pienso que seguramente hubiera podido hacerle algunas sugerencias a Al Capone. Lo más que éste pudo hacer fue operar en tres distritos de la ciudad de Chicago. Nosotros, los de la Infantería de Marina, operábamos en tres continentes.
Con esta cita testimonial concluyo mi discurso de recepción al nuevo académico de número de esta institución José del Castillo, no sin antes señalarles que su trabajo es algo extenso por lo que se ha visto obligado a leerles un resumen. Por idéntica razón, yo también he omitido referirme a otras importantes facetas que ameritan ser comentadas, lo que no he hecho para evitar cansarlos en esta noche de fiesta académica. Por ello, les sugiero adquirir la revista Clío N° 169, correspondiente al primer semestre de este 2005 que será lanzada al público al finalizar el año, en la que saldrá publicado completo, con los mapas, cuadros y gráficos estadísticos que lo enriquecen.
Felicito al amigo José del Castillo por su enjundioso trabajo, a la vez que le doy la más cordial bienvenida por su ingreso como miembro de número a esta Academia Dominicana de la Historia en la que, confío, se integrará de manera activa para coadyuvar en el enriquecimiento de las investigaciones históricas nacionales.
*Pronunciado en el salón de actos de la Academia Dominicana de la Historia, la noche del 31 de enero de 2005.
** Académico de número y vicepresidente de la Junta Directiva de la Academia Dominicana de la Historia.
*** Juan Bautista Vicini
Juan Bautista Vicini llegó a la República Dominicana en 1859 procedente de Italia, con sólo doce años de edad. Hijo de Ángelo Vicini y Anna Canepa, Juan Bautista, nació un 25 de febrero de 1847 en Zoagli, pueblo costero cercano a Génova. Fue a Santo Domingo para trabajar con Nicole Genevaro, un compatriota de su mismo pueblo que había hecho fortuna, exportando café y azúcar.
Juan Bautista, mejor conocido como “Baciccia”, tuvo suerte en los negocios gracias en parte a su arduo trabajo y sus ahorros, logró adquirir terrenos para el cultivo de caña de azúcar.
Su residencia familiar ubicada en la Isabel la Católica No. 158, marcada con un letrero que reza J.B. Vicini -que aún se conserva en la fachada de la oficina principal de las empresas de la familia-, era su lugar de trabajo, de ahí que los parroquianos adoptaran el nombre de Casa Vicini.
De su matrimonio con Laura Perdomo Santamaría nacieron once hijos, siete de los cuales se fueron a vivir junto a ella a Génova, Italia. Vicini Canepa, tronco de la familia Vicini, regresó en una sola ocasión a Italia y murió en 1900 a los 53 años de edad.
Juan Bautista Vicini Burgos 1922
Viernes, 24 de Octubre de 2008
(Trigésimo tercer presidente) (II República)
Antes de su mandato se produce la ocupación del país por las tropas estadounidenses. Los marines desembarcaron el 1 junio de 1916 en Monte Cristi y Puerto Plata.
El 29 de noviembre de 1916 el capitán de navío Harry S. Knapp, a bordo del crucero Olimpia declara oficialmente y a todos los efectos la ocupación de República Dominicana por Estados Unidos. El año anterior también fue ocupado haití por Estados Unidos.
En 1922 se firmó el Plan Hughes-Peynado que fijaba las condiciones para la evacuación de las tropas estadounidenses. El 12 de octubre de 1922 fue elegido presidente el comerciante Juan Bautista Vicini Burgos. Su gobierno tenía como misión principal organizar las elecciones nacionales previstas en el Plan Hughes-Peynado.
Los hechos
Ocupación Militar Norteamericana. El Departamento de Estado norteamericano comunicó a los congresistas que no aceptarían al nuevo presidente si éste no aceptaba sus exigencias, entre las cuales estaban tener el control de las aduanas, el nombramiento de un experto financiero y el establecimiento de una gendarmería nacional dirigida por oficiales de esa nación.
Henríquez argumentó continuamente que esas exigencias norteamericanas eran violatorias a la Constitución y a la soberanía dominicana. Henríquez en un intento de salvar la situación acepto nombrar el experto financiero, pero manteniendo las Fuerzas Armadas bajo la dirección de los dominicanos.
Así quedaron las cosas hasta que el 31 de octubre altos funcionarios del Departamento de Estado y del Departamento de Marina de los Estados Unidos se reunieron para considerar si se retiraban del país o si legalizaban la ocupación. La ocupación se oficializó el día 26 de noviembre de 1916.
El 8 de diciembre fue destituido el presidente Henríquez y Carvajal. Días más tarde, se nombraron a varios oficiales de la Marina norteamericana para desempeñar las distintas secretarías y dio comienzo así a la administración del Estado dominicano. Hasta el año 1924 hubo una sucesión de gobernadores militares norteamericanos que manejaron la gestión gubernamental.
A pesar del bienestar económico, los dominicanos no aceptaban ser gobernados por soldados norteamericanos. La resistencia empieza a sentirse a partir de 1919. La enérgica posición de los intelectuales dominicanos se produjo en momentos en que los Estados Unidos desarrollaban su campaña electoral, por lo que el caso dominicano fue ampliamente debatido. Esa atmósfera fue favorecida con las nuevas presiones de los demás países latinoamericanos que exigían una rápida desocupación de la República Dominicana.
El nuevo presidente norteamericano Warren G. Harding publico una proclama en la que dio a conocer un plan que consistía en la evacuación de manera escalonada y posterior celebración de elecciones, en la que el nuevo gobernante reconocería todos los actos del gobierno militar. Este plan no fue aceptado por la mayoría de la población dominicana. El presidente Harding no cumplió con su promesa y precisó que los comicios no se celebrarían hasta que no se aceptara su propuesta.
Plan Hughes Peynado. El gobierno norteamericano comunicó a los líderes nacionalistas su interés de buscarle solución al caso, Francisco J. Peynado, abogado dominicano viajó hacia Washington en mayo de 1922 para reunirse con el secretario de Estado Charles Evan Hughes. El acuerdo consistió en que se instalaría un gobierno provisional cuyo presidente sería electo por los principales líderes de los partidos políticos y el Arzobispo de Santo Domingo. Después de varias discusiones acerca de los candidatos esta comisión nombro a un comerciante llamado Juan Bautista Vicini Burgos como presidente provisional el 1 de octubre de 1922.
El personaje
Nació en Santo Domingo el 19 de julio de 1871. Vicini heredó de su padre la experiencia en la industria y su gran habilidad política.
Después de la aprobación del plan Hughes-Peynado, fórmula política para facilitar la evacuación de las tropas norteamericanas que desde 1916 ocupaban el país, después de serias discusiones entre los representantes de los sectores patrocinadores de dicho plan, fue seleccionado como candidato a la presidencia provisional de la República. Su elección ocurrió el 1 de octubre de 1922.
Durante su mandato los partidos políticos reiniciaron sus actividades y su reorganización. Su régimen estuvo constantemente presionado por las fuerzas militares norteamericanas que aún permanecían en el país. Protagonizó una de las elecciones más limpias conocidas por los dominicanos hasta entonces, resultando ganador el 15 de marzo de 1924 el general Horacio Vásquez.
A su muerte, ocurrida el 25 de mayo de 1935, dejó uno de los más florecientes emporios azucareros antillanos, manejado hoy por sus descendientes.
Fuente: Redacción/elcaribecdn.com
Febrero 2004
No hay comentarios:
Publicar un comentario