domingo, 7 de enero de 2018

Haití desarrolló una campaña contra República Dominicana acusándola de racista...

Grabado de 1806 que muestra a Jean-Jacques Dessalines espada en mano,
acabando de cortar la cabeza de una mujer blanca.
¿Son los haitianos racistas?



Masacre de Haiti de 1804
"Incendio del Plaine du Cap - "Masacre de Blancos por Negros". 
El 22 de agosto de 1791,los esclavos incendiaron plantaciones, 
quemaron ciudades y masacraron a la población blanca.
 La Masacre de Blancos en Haití fue un genocidio ejecutado por los
haitianos negros contra la población blanca de criollos franceses 
(o Franco-Haitianos) por órdenes de Jean-Jacques Dessalines, quien decretó
 que todos aquellos sospechosos de conspirar en actos del vencido ejército 
francés debían de ser pasados por las armas. La masacre se ejecutó en todo 
el territorio haitiano desde principios de febrero de 1804 hasta el 22 de abril
 del mismo año, y resultó en la muerte de alrededor de 3000 a 5000 personas
 blancas de ambos sexos y de todas las edades. Escuadrones de soldados se 
movieron de casa en casa matando y torturando a familias blancas enteras.




Por: José Antonio Martínez Rojas 


Como consecuencia de la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional No. 168-13, la República de Haití a nivel internacional desarrolló una campaña contra la República Dominicana acusándola de racista, lo cual motivó que la Corte Interamericana de los Derechos Humanos dictase una sentencia en contra de nuestro país. El resultado de este injusto fallo lo ha constituido el respaldo de los países del CARICOM en contra nuestra, al extremo de que nos han bloqueado la entrada en este organismo regional.

La mala suerte de nuestro país se consolida con el Tratado de Ryswick por el cual Francia ocupa la parte Este de la isla La Española en 1697. En esa época, la población de la parte Este estaba compuesta por aproximadamente 91% de negros y un 9% entre blancos y mulatos, predominando estos últimos.

Un esclavo liberto, Toussaint Louverture, inició una lucha contra Francia que culminó con la liberación de los esclavos en 1794.
Toussaint Louverture
Entonces, se propuso crear una República en donde la hegemonía fuera integrada por negros. Por esta rebelión fue apresado y deportado a Francia donde murió, pero la mecha quedó encendida y la lucha por la liberación de la potencia colonial continuó, hasta que el 1º de enero de 1804, bajo la hábil dirección de Jean Jacques Dessalines, Haití se independiza, constituyendo el segundo país que logra esta hazaña en América después de los Estados Unidos.

A raíz de la independencia, se libró una feroz lucha entre el declarado Emperador de la parte Sur Dessalines y Henri Christophe en el Norte. Sin embargo, esta división no fue óbice, primero, en afianzar la república como de negros y en segundo lugar, establecer constitucionalmente que la isla es única e indivisible, lo cual lograron por espacio de 22 años con la invasión de Boyer, hasta la declaración de independencia de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844.

Desde los inicios de la República, los blancos y mulatos fueron tratados desdeñosamente, razón por lo cual se les apartaba de cualquier función en el tren gubernamental, política racista que se ha mantenido hasta nuestros días y por lo cual se nos mira con ojeriza por constituir mayormente un pueblo mulato.

Para demostrar que los haitianos son racistas, me voy a referir a dos hechos verídicos de los que fui testigo ocular. En mis años de estudiante en Francia, en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de la Universidad de París, se graduaron junto conmigo dos haitianos que eran expositores brillantes. En ese entonces, el gobierno dictatorial de Sekou Touré de Guinea, que acababa de independizarse, necesitaba profesores calificados para elevar el nivel educacional de su país y
decidió buscar candidatos en París para desempeñar esas funciones. Los dos haitianos por supuesto calificaron y se fueron a impartir clases en la Universidad de Conakry. Dos años después, fortuitamente me los encontré en el aeropuerto en París y les pregunté cómo les iba y me contestaron, nos despidieron porque nosotros hacíamos valer nuestra condición de pertenecer al primer país liberado en América y por lo tanto ellos interpretaron eso como nos sentíamos superiores. Es decir, racismo entre habitantes del mismo color pero de distinta procedencia.

Mi compadre el ingeniero Carlos Rodríguez, que habíamos compartido un apartamento en París, a mi regreso me invitó a trasladarnos a Haití, en donde las gomas de los vehículos eran más baratas y necesitaba cuatro. En Port-au-Prince conocíamos un comerciante árabe que nos invitó a departir en un lugar denominado “Sous le mangier”. Era la época final de Papa doc Duvalier y se empezaba a manifestar el descontento en las calles. Pues bien, estando en ese lugar, de repente se escucharon unos disparos y en menos de lo que canta un gallo, tenía sentado a mi lado a un haitiano de civil, pero que el árabe me hacía señales con los ojos que interpretamos como mantenernos en silencio.

El personaje resultó Jean Claude Vohrms, nada más y nada menos que el jefe de los temibles Tontón Macoutes. Nos aseguró que no nos iba a pasar nada. Sin embargo, frente a nuestra mesa habían, no recuerdo si cuatro o cinco mulatos, e ipso facto ordenó su arresto sin que nosotros pudiéramos indagar el motivo. Después nos dijo el árabe ¡porque eran mulatos!.


Después de la Ley 169-14, la República de Haití pretende que sea nuestro país el que cargue con el fardo de suministrar documentos de identificación a ciudadanos nacidos en nuestro territorio, pero de ascendencia haitiana. Nada más absurdo. Si Haití no le suministra ni siquiera el acta de nacimiento ¿Por qué nosotros debemos cargar con ese compromiso? Por este pedimento no honrar este pedimento, nos consideran racistas, pero les podemos espetar sin arrepentimiento: ¿No son Uds. racistas?.


21 marzo, 2015