miércoles, 14 de septiembre de 2016

Un estado “pro Nazi” y asesino de nacionales haitianos...



¡Mi maldita tozudez!




 Por Giovanny Cruz Durán

Hay actitudes que yo por idiota, lo admito, no termino de entender. La de Vargas Llosa y la del Estado Dominicano me confunden. Me confunden mucho.

Uno de los hijos del ultraderechista escritor Mario Vargas Llosa, a quien acogimos en el país durante muchos años, ejecuta una sostenida campaña en contra de la República Dominicana. Su padre ha respaldado en varios foros esa postura. Y llegó al extremo de compararnos con la Alemania hitleriana. Entonces... ¿cómo tiene el señor Vargas Llosa el desatino de aceptar un premio que otorga ese mismo Estado “pro nazi” y asesino de nacionales haitianos?

Bajo ninguna circunstancia este artista y escritor hubiera aceptado un reconocimiento de Hitler, Mussolini, Stalin, Hussein, Franco, Somoza, Duvalier, Pinochet, Videla; entre muchos otros.

Durante una gran parte de mi vida milité en la Izquierda. Empero, cuando descubrí que los llamados países socialistas tenían mismos, y hasta peores, vicios del Capitalismo, pero sin las ventajas que uno encuentra en éste; decidí renunciar a mis antiguas simpatías políticas. Por supuesto que aún asumo postulados revolucionarios y me sigue asqueando la Derecha recalcitrante.

Fui uno de tantos que sentían admiración por Fidel Castro y la Cuba revolucionaria. Pero hace algunos años comencé a cuestionar la intransigencia de dos hermanos ancianos que, nadando contra la corriente liberal del planeta, se empecinan en esclavizar a todo un pueblo. Precisamente esto me llevó a rechazar las “eternizaciones” de los Castro. Ya no les creo y tampoco los acepto.

Entonces, ustedes quizás puedan seguirme cuando mis principios me impiden entender el asunto Vargas Llosa y por qué me opongo a su reconocimiento en suelo dominicano. Él viene el 19 del
Mario Vargas Llosa
corriente mes a nuestro país, a nuestra Feria Internacional del Libro, a nuestro Teatro Nacional a recibir un premio de autoridades de una República que previamente ha tildado hasta de criminal. Aceptará ser recibido por un intelectual criollo, que ha poco defendió con gallardía en foros internacionales la soberanía, el honor y la cultura dominicanos.

¿Qué? ¿Vargas Llosa ha variado su opinión sobre nosotros? ¿Dirá ahora un discurso reconociendo que se equivocó al juzgarnos? ¿Pedirá perdón por salir a desacreditarnos? Jum. ¿O por el contrario, aprovechará el espacio estelar que le estamos brindando para reiterar sus consideraciones?

Estoy convencido que él ya no puede desdecirse. Quedaría muy mal parado frente a la opinión internacional si lo hiciera comprometido por nuestro premio y los veinticinco mil dólares que éste otorga. Entonces... permítanme otro... jum, que sugiere podríamos estar cerca de que este señor venga a escupirnos o enjabonarnos la sopa.

Igual me luce incongruente que, sin que haya mediado una disculpa pública a nuestro pueblo, traigamos finalmente al señor Vargas Llosa, cuyos méritos literarios nadie pone en duda, para entregarle una distinción tan importante para nosotros, luego de los insultos proferidos y su complicidad con una campaña de descrédito contra nuestra Patria. 

Sé que este asunto no es sencillo. El jurado del Premio PHU estaba constituido como tal. Actuó, entonces, en potestad; aunque con suma torpeza y mayor inconsecuencia. Sus sentencias no pueden ser apeladas. Pero nosotros podemos reservarnos el derecho de no hacer el ritual final de la premiación.

Me siento apesadumbrado al adelantar que no asistiré a la noche inaugural de la Feria Internacional del Libro, momento en el cual galardonarán a Vargas Llosa. Hubiera querido estar ahí. Estoy convencido de que nuestra Feria comenzará un proceso de cambios. Al parecer, el libro será —¡al fin!— su gran protagonista. Deseaba abrazar calurosamente a las nuevas autoridades del Ministerio de Cultura. No obstante, debo ser coherente con lo que pienso y con las posiciones de principio que sobre el tema que nos ocupa he reiterado. Dentro del mismo Consejo Ministerial de Cultura, al cual aún pertenezco, asumí una firme oposición a la adjudicación del galardón PHU al señor Vargas Llosa. Cuando se hizo un intento de redactar un documento de respaldo a esa acción, mantuve firme mi oposición. No la voy a variar ahora. Mi maldita tozudez me impide hacerlo.

¡Telón!

Un acto lesivo a la dignidad nacional en cualquier escenario

Una explicación pertinente 







Por: Camelia Michel



Lunes, 12 de Septiembre 2016

La decisión de premiar a Mario Vargas Llosa contra viento y marea, es uno de los peores abusos que se pueden contabilizar en el prontuario de agresiones y desaciertos del presente gobierno en contra de la sociedad dominicana.  Es un acto lesivo a la dignidad nacional en cualquier escenario o momento en que fuere llevado a cabo, y resulta particularmente injurioso que se tome como marco la feria internacional del libro dedicada a la insigne poeta Salomé Ureña de Henríquez.

A todas luces constituye un contrasentido que se rinda homenaje a un personaje nefasto y particularmente adverso al pueblo dominicano como el escritor de marras, en una actividad que pretende enaltecer la memoria de tamaña poeta y educadora, quien dejó constancia en todos los aspectos de su vida de un amor patrio repleto de contenido. Salomé es la cantora por excelencia de nuestra nación, y la educadora que trilló un camino lleno de luces y dignidad para la mujer dominicana, la misma que ha recibido toda clase de vituperaciones en la detestable novela La fiesta del chivo.

Por si la gente lo ha olvidado, a la pluma mercenaria de Mario Vargas Llosa podemos agradecer la publicación del artículo Parias en El
Mario Vargas-Llosa
Caribe, en el periódico El País, en el cual se tergiversa el sentido de la Sentencia 168-13. En dicha “pieza literaria” además de llamar “nazi” al pueblo dominicano, se acusa a nuestros antepasados de participar en la matanza dirigida por las huestes trujillistas contra migrantes haitianos residentes en la frontera.

No me gusta decir a los demás lo que deben o no hacer, ni formular juicios o denuestos contra quienes no piensan o actúan como yo, pero tengo todavía la urgencia de encontrar las palabras, los conceptos, la explicación precisa que me haga entender cómo la gente pierde la capacidad de reaccionar, de reflexionar o de enfocar correctamente las situaciones que le son lesivas.

La mera posibilidad de que venga Vargas Llosa a recibir un premio en República Dominicana, otorgado por nuestras flamantes autoridades, es un insulto al pueblo dominicano y en especial a la clase pensante: intelectuales, creadores, escritores, poetas, quienes no han sido capaces de articular una respuesta que ponga freno a este abuso. Luego de varios años de trabajo desde la trinchera nacionalista, todavía sigo sin muchas respuestas a las preguntas que me martillean.

Yo, particularmente, he decidido eximirme de participar en la programación de esta feria, razón por la que me disculpo con algunos amigos de Cultura que me han invitado a tomar parte en actividades planificadas. Reitero que no es nada personal, pero creo que sumar mi voz poética en esta circunstancia es contribuir con una causa lesiva a mi país y a la verdadera esencia cultural nuestra, por lo que voy a hacer mutis por el foro.

Honestamente, no creo que el nombre de Salomé Ureña deba servir de mampara para mancillar a  este pueblo.