Escrivá de Balaguer marqués de Peralta que viajó
apresuradamente a Santiago de Chile en 1974, después
del sangriento golpe de Estado que derrocó al gobierno
de Salvador Allende para celebrar una acción de gracias
con tres de sus «hijos espirituales».
El general Augusto José Ramón Pinochet Ugarte Presidente de la
Junta Militar de Gobierno y Jefe Supremo de la Nación, el almirante
Santiago José Toribio Merino Castro Comandante en Jefe de la
Armada y miembro de la Junta Militar de Gobierno y el general
Gustavo Leigh Guzmán, Comandante en jefe de la Fuerza Aérea
de Chile e integrante la Junta Militar de Gobierno."
Extremistas católicos
Fue durante la dictadura del general Francisco Franco en España que el sacerdote José María Escriva de Balaguer funda e instala los cimientos del Opus Dei [5]. Como consejero espiritual de Franco [6] y gracias a la organización que viene de crear, Balaguer se da como misión de seleccionar y formar las elites de la dictadura franquista hasta llegar a controlar lo esencial del poder. Más tarde Balaguer fue enviado al Vaticano. Desde allí trabajó para extender su poder en América Latina. El Opus Dei desarrolla una gigantesca campaña para recuperara los sacerdotes católicos, «culpables» antes sus ojos de apreciar los análisis marxistas y de oponerse a las dictaduras, sean militares o católicas. |
25 de enero de 1996
Opus Dei: ¿obra de poder? | |||||||||||||||||
Según un chiste español, cuando Francisco Franco llega a las puertas del cielo San Pedro le dice: "Quizás usted pueda explicarme qué es el Opus Dei".
Viajé a España, el país donde surgió el Opus Dei y que es su principal bastión, para tratar de responder a esa pregunta, además de entender qué es exactamente este grupo que busca la santidad en medio del mundo, en especial en el trabajo, y que la novela "El código Da Vinci" describe como una secta asesina.
Antes de partir pensé que a nosotros -los humanos- siempre nos han fascinado las organizaciones secretas, porque de algún modo nos permiten descargar nuestros peores pensamientos, nuestra oscura imaginación, en aquellos que se encuentran adentro. A propósito, el británico Stephen Tomkins propone un juego en su libro "Una breve historia del cristianismo". Pregunta: ¿qué "culto" en la Roma antigua era "muy conocido" por practicar sacrificios de niños, canibalismo y orgías incestuosas durante los banquetes para sus iniciados? Respuesta: lo que hoy se conoce como iglesia católica. Con esto no estoy sobreseyendo al Opus Dei -mi función como periodista es siempre sospechar-, sino simplemente invitando a un reflexión desprovista de prejuicios: más allá de los rumores, ¿cuál es la verdad acerca de la influencia de este grupo católico? Tres círculos El presunto poder del Opus Dei puede analizarse en tres áreas, según los analistas que consulté: su influjo en el Vaticano, su representación en las élites políticas y empresariales, y la relación con sus miembros. Tamayo-Acosta dice que la "Obra" comenzó a mimar a Karol Wojtyla en los años 70, cuando era arzobispo de Cracovia, organizándole viajes por todo el mundo e invitándolo a sus congresos en Roma. Añade que, una vez que Wojtyla se convirtió en pontífice, floreció la sintonía ya existente entre ambos en cuanto a la necesidad de llevar a cabo una "nueva evangelización" con principios ultraconservadores. En otras palabras, sostiene que el Vaticano encontró en el Opus Dei una voz predominantemente laica -una suerte de "caballo de Troya en medio del mundo"- que se haría eco de su oposición al aborto, el uso de condones, el divorcio, la investigación con células madre y los derechos de los homosexuales. Añadió que las ideas del Opus Dei son las de la doctrina de la iglesia católica y que la agrupación sólo tiene dos cardenales en el Vaticano: el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, y el español Julián Herranz; también señaló al portavoz Joaquín Navarro Valls como uno de los suyos. Sin embargo, me concedió que más prelados y obispos, y el actual papa Benedicto XVI, "pueden tener simpatía" por la "Obra", aunque insistió en que la influencia de la agrupación "está totalmente exagerada". La discusión continúa. Política y economía ¿Y qué del presunto poder del Opus Dei en la sociedad? Durante el régimen de Franco (1939-1975), el grupo religioso tuvo dos ministros en el área económica: Mariano Navarro en Hacienda y Alberto Ullastres en Comercio. ¿Y hoy en día? La ministra de Educación del Reino Unido, Ruth Kelly, admitió recientemente su pertenecía al Opus Dei. Algunos funcionarios del anterior gobierno del Partido Popular en España (el ex jefe de la cartera de Defensa Federico Trillo, por ejemplo) también han sido señalados como miembros. En América Latina se suele decir que forman parte del grupo religioso el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y el líder de la derecha chilena, Joaquín Lavín, entre otros, aunque ninguno de ellos lo ha confirmado públicamente. El Opus Dei sostiene que no publica listas de miembros y que dar a conocer la pertenencia a la agrupación es algo personal ("¿un ministro musulmán andaría diciendo que lo es?"). El problema, objetan los críticos, es que la "Obra" está acusada de secretismo, algo que desestima, y sus fieles perpetúan las dudas al no darse a conocer. Pero lo que sí se sabe es que tan sólo la Universidad de Navarra -su "perla" educativa- obtuvo el año pasado ingresos por alrededor de 239 millones de euros.
Con todo, Moncada cree que la influencia real del Opus Dei en las altas esferas es mucho menor que la que se le atribuye. "Una cosa es que se vean representantes de la 'Obra' en las empresas y en la política, y otra que haya una mano unida de todos en favor de todos, como una mafia. Eso no existe". En cambio, Moncada me sugirió que quizás la presunta búsqueda de influencia del Opus Dei en la sociedad se canalice a través de sus colegios y universidades, con el fin de que sus principios religiosos se transformen en modelo de vida. Sin embargo, la "Obra" niega que trate de imponer ideas y asegura que respeta opiniones divergentes dentro y fuera de sus instituciones. Conciencias Quizás el aspecto menos analizado del presunto poder del Opus Dei es la influencia que ejerce sobre algunos de sus miembros, en especial los que viven recluidos en sus centros (los llamados numerarios). Algunos de los que abandonaron el grupo religioso dicen que éste "manipula" y "mete miedo". "El Opus Dei es una organización totalitaria, donde todo es lo que dios te manda: cumplir las normas, ir a misa todos los días, media hora de oración por la mañana, media hora por la tarde, rezar el Santo Rosario". "Está todo tan reglamentado que no deja hueco a que la persona se desarrolle y se acerque a dios porque le da la gana", continuó. Otra ex numeraria, Ana Azanza, me comentó que "el verdadero poder del Opus Dei está en el miedo que infunde en la gente dentro y fuera". "Yo lo he visto en muchísimas personas, que aunque no estén directamente relacionadas con el Opus Dei, no quieren ni oír hablar del tema, o saben historias y se callan. Nadie se atreve a hacer de mártir porque uno puede, por ejemplo, perder el trabajo". Del otro lado, los representantes y fieles del grupo religioso con los que hablé en España rechazaron estas acusaciones, y aseguraron que son personas "normales" que respetan plenamente las libertades y que nadie presiona ni atemoriza a nadie. "No se trata de una manipulación, de que te comen la cabeza, sino de una elección libre o vocacional", me insistió José María Villalón, quien además de miembro del Opus Dei es jefe médico del club de fútbol Atlético de Madrid. "Además, uno se puede ir cuando quiere y nadie le hace problema".
¿Qué es en definitiva el Opus Dei? ¿Una comunidad de fieles bien intencionados o un grupo de maquinadores? Hay quienes dicen que en este caso, como en muchos otros, la verdad probablemente se encuentre en el medio, en los grises. Saquen ustedes sus propias conclusiones. Viernes, 9 de septiembre de 2005
La Universidad de Navarra fue fundada en 1952 por san Josemaría Escrivá de Balaguer marqués de Peralta, quien resumía con estas palabras la misión de la Universidad: "La Universidad de Navarra aspira a que en todas sus actividades esté presente la conciencia de que el trabajo es testimonio de la primacía del hombre sobre las realidades materiales, medio de desarrollo de la propia personalidad, vínculo de unión entre los seres humanos y un modo fundamental de contribución al progreso de la humanidad.
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