lunes, 15 de junio de 2009

El marqués de Peralta, a la Conquista del Mundo

"Fue en estas circunstancias Monseñor Josemaría
Escrivá de Balaguer marqués de Peralta que viajó
apresuradamente a Santiago de Chile en 1974, después
del sangriento golpe de Estado que derrocó al gobierno
de Salvador Allende para celebrar una acción de gracias
con tres de sus «hijos espirituales».

El general Augusto José Ramón Pinochet Ugarte Presidente de la
Junta Militar de Gobierno y Jefe Supremo de la Nación, el almirante
Santiago José Toribio Merino Castro Comandante en Jefe de la
Armada y miembro de la Junta Militar de Gobierno y el general
Gustavo Leigh Guzmán, Comandante en jefe de la Fuerza Aérea
de Chile e integrante la Junta Militar de Gobierno."

Extremistas católicos
El Opus Dei a la Conquista del Mundo


por Thierry Meyssan*

Fue durante la dictadura del general Francisco Franco en España que el sacerdote José María Escriva de Balaguer funda e instala los cimientos del Opus Dei [5]. Como consejero espiritual de Franco [6] y gracias a la organización que viene de crear, Balaguer se da como misión de seleccionar y formar las elites de la dictadura franquista hasta llegar a controlar lo esencial del poder. Más tarde Balaguer fue enviado al Vaticano. Desde allí trabajó para extender su poder en América Latina. El Opus Dei desarrolla una gigantesca campaña para recuperara los sacerdotes católicos, «culpables» antes sus ojos de apreciar los análisis marxistas y de oponerse a las dictaduras, sean militares o católicas.




Oficialmente el Opus Dei no es más que una asociación católica internacional. Su labor se resumiría a la actividad espiritual de sus 79 303 miembros (sea 1 506 sacerdotes, 352 seminaristas y 77 445 laicos). Los miembros que el Opus Dei selecciona son la crema y nata de la sociedad latinoamericana y europea. Entre ellos los grandes propietarios de compañías multinacionales, los magnates de la prensa y la financia, jefes de Estado y del gobierno. A cada uno de ellos, el Opus Dei les exige una austera disciplina y una completa obediencia. Una manera muy inteligente de fingir y enmascarar sus actividades políticas «personales», gracias a sus ejecutivos de las «clases dominantes» en el mundo entero, el Opus Dei puede imponer sus valores a los pueblos.

Esta secta fue fundada el 2 de octubre de 1928 por un joven sacerdote católico español, de origen modesto, el cura José María Escriva de Balaguer. Era más que todo un intento de estos adeptos de llegar a la Santidad mediante la participación a la instauración de un régimen teocrático, en la cual Escriva de Balaguer sería el profeta. La guerra civil española les pareció como la ocasión ideal e inesperada de establecer el Estado católico de sus sueños. El sacerdote Escriba llegó a ser el consejero espiritual y de conciencia del general Franco. Juntos restablecerían el antiguo principio: «Cujus regio, ejus religio» (tal gobierno en un Estado, tal religión en este Estado).

El Opus Dei se tomó como objetivo de seleccionar y de formar las elites de la dictadura española hasta controlar lo esencial del poder. Así, en los años setenta, el gobierno franquista del almirante Carero Blanco fue calificado de « monocolor » : de sus 19 ministros, 12 eran del Opus Dei. A pesar que Escriva de Balaguer no ejercía ninguna responsabilidad directa en el régimen, el «padre» Balaguer nunca cesó de aconsejar al Generalísimo. Fue él quien sugirió el restablecimiento de la monarquía de derecho divino. Franco fue proclamado presidente a vida.

Balaguer preveía de hacerse proclamar regente una vez acontecida la muerte del Caudillo. Por tal motivo se hace ennoblecer en 1968 bajo el título de Monseñor Escriva de Balaguer marqués de Peralta. Pero el plan fue modificado. Al año siguiente Franco designa al príncipe Juan Carlos I de Borbón para sucederlo (el actual rey de España). De todas maneras Monseñor Escriva de Balaguer tenía otras ambiciones. A los finales de la Segunda Guerra Mundial viaja a Roma, una vez allí se dedicaba a consolidar y extender su poder en América Latina. Oratorios y capillas del Opus Dei fueron instalados en las embajadas españolas, cosa que facilitaría el contacto entre las elites locales. Escriva de Balaguer brindaba igualmente sus consejos espirituales a todos aquellos que ambicionaban de luchar contra el comunismo y de consolidar la fe católica en su país. Fue en estas circunstancias que Balaguer viajó apresuradamente a Santiago de Chile en 1974, para celebrar una acción de gracias con tres de sus «hijos espirituales», el general Pinochet, el almirante Merino y el general Leigh.

Otra de las inquietudes de Balaguer era extender su «Obra» en Europa pero fue en parte impedido por el aislamiento diplomático de España en aquella entonces. Su objetivo era de volver a crear una internacional anticomunista (como la que crearon Franco- Mussolini-Hitler durante la guerra civil española), de sacar del apartamiento a la España franquista y de favorecer la construcción europea.

En 1957 hizo crear en Madrid, por el archiduque Otto von Habsburg-Lothiringen, le Centre Europeo de Documentación y de Información (CEDI) y, gracias a dos otros de sus «hijos espirituales», Alcide de Gasperi et Robert Schuman, Balaguer pudo tener un peso en la redacción del tratado de Roma, primer cimiento para la creación de la Comunidad Europea.
A igual que Francisco Franco, el «padre» fallece en el año 1975. Fue un error de creer que el Opus Dei desaparecería con ellos en el infierno. Un apogeo de esta secta fue constatado tres años más tarde, en 1978. Aprovechando de las intrigas y la parálisis del Sagrado Colegio, el Opus Dei logró convencer a los cardinales de elegir uno de sus predicadores como Papa: el arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, más conocido como Juan Pablo II. A partir de ese momento la secta del Opus Dei pudó encaminar a su provecho el aparato diplomático del Estado del Vaticano y la reorganización religiosa de la iglesia católica.

Juan Pablo II constituyó su gabinete exclusivamente de sacerdotes del Opus Dei y se dedicó a desmontar toda resistencia en el seno de la Iglesia. Por tal motivo hizo aislar- «por razones de salud»- al superior de los jesuitas, el padre Pedro Arupe y nombró un administrador provisorio de la misma orden para remplazarlo en la persona del padre Dezza, quien si era miembro del Opus Dei. Pero no se atrevió a disolver la compañía de Jesús. Se ocupó también de controlar a los sacerdotes latinoamericanos, culpables de compartir o apreciar los análisis marxistas y de oponerse a las dictaduras católicas. Todo esto en un gigantesco proceso de control eclesiástico.

Dos personas celotas [7] fueron fieles servidores de la política de Balaguer: Monseñor Josef Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina y la Fe y, Monseñor Alfonso López Trujillo, presidente del Concejo Pontifical para la Familia. Un centro de vigilancia fue instalado en Bogotá, Colombia, dotado de una potente computadora de capacidad estratégica, conectados al Vaticano. Se fichaban todos los datos y actividades políticas de los curas y religiosos latinoamericanos. Es a partir de estas informaciones y datos de inteligencia que fueron asesinados por «escuadrones de la muerte», el padre Ignacio Ellacuria o Monseñor Oscar Romero en El Salvador. Entre otras cosas, Juan Pablo II promulgó un nuevo código de derecho canónico, cuyo artífice principal fue el prelado del Opus Dei, Monseñor Julián Herranz-Casado, a quien se le nombró más tarde presidente del Concejo Pontifical para la Revisión de los Textos Legislativos.

Fue este último quien dotó a la «Obra de Dios» de un estatuto a su medida: «La Prelatura Apostólica». En adelante los miembros del Opus Dei escapan a la autoridad de los obispos en el territorio donde residen. Obedecen únicamente que a su superior religioso, prelado o al Papa. Esta organización ha llegado a ser un instrumento de control de las Iglesias locales al servicio del poder temporal del Vaticano. Este destino lo encontramos en el pasado y en otra secta que reinó con el terror religioso en la España del siglo XVI, antes de imponer y exportar su fanatismo en la Iglesia Universal: El Oficio de la Santa Inquisición [8].

En fin, el Papa confió la administración de la «Congregación para la Causa de los Santos» a un miembro del Opus Dei, Rafaello Cortesini. Juan Pablo II emprendió el proceso canónico del sacerdote Escriva de Balaguer y proclamó su beatificación el día de su cumpleaños, el 17 de mayo 1992. Esta mascarada sublevó vivas polémicas en la Iglesia Romana. Todos los testimonios y relatos de oposición a la «causa del santo» fueron rechazadas sin ser escuchadas mientras que 6000 cartas postuladoras [9] fueron incluidas al expediente. Estas emanaban sobre todo de los 69 cardinales, de los 241 arzobispos, de 987 obispos y de numerosos jefes de Estado y del gobierno.


Thierry Meyssan

Periodista y escritor, presidente de la Red Voltaire con sede en París, Francia. Es el autor de La gran impostura y del Pentagate.


[1] En latín, significa «Obra de Dios».

[2] Francisco Franco: Dictador español que se mantuvo en el poder de 1938 a 1975.

[3] En latín, significa «Obra de Dios».

[4] Francisco Franco: Dictador español que se mantuvo en el poder de 1938 a 1975.

[5] En latín, significa «Obra de Dios».

[6] Francisco Franco: Dictador español que se mantuvo en el poder de 1938 a 1975.

[7] Celota : Se dice de la persona caracterizada por la vehemencia y rigidez de su integrismo religioso. El origen de la palabra viene de las personas pertenecientes a un grupo religioso del pueblo judío que practicaba este integrismo.

[8] Inquisición : Tribunal eclesiástico, establecido para inquirir y castigar los delitos contra la fe.

[9] Postulator : En derecho canónico, cada uno de los capitulares que postulan. El que por comisión legítima de parte interesada solicita en la curia romana la beatificación y canonización de una persona venerable.



25 de enero de 1996


Opus Dei: ¿obra de poder?

Max Seitz
Max Seitz
BBC Mundo, enviado especial a España

Según un chiste español, cuando Francisco Franco llega a las puertas del cielo San Pedro le dice: "Quizás usted pueda explicarme qué es el Opus Dei".


La verdad es que, al menos entre la gente que yo conozco, muchos se preguntan lo mismo que San Pedro -sin faltarle el respeto- y tienen la sensación de que la "Obra de Dios" está cerca del poder. ¿Pero se puede decir que es así?

Basílica de San Pedro¿Una iglesia dentro de la iglesia?

Viajé a España, el país donde surgió el Opus Dei y que es su principal bastión, para tratar de responder a esa pregunta, además de entender qué es exactamente este grupo que busca la santidad en medio del mundo, en especial en el trabajo, y que la novela "El código Da Vinci" describe como una secta asesina.

Antes de partir pensé que a nosotros -los humanos- siempre nos han fascinado las organizaciones secretas, porque de algún modo nos permiten descargar nuestros peores pensamientos, nuestra oscura imaginación, en aquellos que se encuentran adentro.

A propósito, el británico Stephen Tomkins propone un juego en su libro "Una breve historia del cristianismo".

Pregunta: ¿qué "culto" en la Roma antigua era "muy conocido" por practicar sacrificios de niños, canibalismo y orgías incestuosas durante los banquetes para sus iniciados? Respuesta: lo que hoy se conoce como iglesia católica.

Con esto no estoy sobreseyendo al Opus Dei -mi función como periodista es siempre sospechar-, sino simplemente invitando a un reflexión desprovista de prejuicios: más allá de los rumores, ¿cuál es la verdad acerca de la influencia de este grupo católico?

Tres círculos

El presunto poder del Opus Dei puede analizarse en tres áreas, según los analistas que consulté: su influjo en el Vaticano, su representación en las élites políticas y empresariales, y la relación con sus miembros.

Juan Pablo II y Josemaría Escrivá de BalaguerJuan Pablo II canonizó a Escrivá de Balaguer.

Primero lo primero. La "Obra" nació en 1928; con el papa Juan Pablo II consiguió en 1982 el estatus semi-independiente de "prelatura personal" y su fundador, Josemaría Escrivá de Balaguer, fue canonizado en 2002. ¿No fue todo muy rápido?


Hablé con Juan José Tamayo-Acosta, teólogo de la Universidad Carlos III, de Madrid, para quien el Opus Dei logró ascender a la cúpula del Vaticano gracias al papa polaco, para convertirse en una "iglesia dentro de la iglesia".

Tamayo-Acosta dice que la "Obra" comenzó a mimar a Karol Wojtyla en los años 70, cuando era arzobispo de Cracovia, organizándole viajes por todo el mundo e invitándolo a sus congresos en Roma.

Añade que, una vez que Wojtyla se convirtió en pontífice, floreció la sintonía ya existente entre ambos en cuanto a la necesidad de llevar a cabo una "nueva evangelización" con principios ultraconservadores.

En otras palabras, sostiene que el Vaticano encontró en el Opus Dei una voz predominantemente laica -una suerte de "caballo de Troya en medio del mundo"- que se haría eco de su oposición al aborto, el uso de condones, el divorcio, la investigación con células madre y los derechos de los homosexuales.

La influencia del Opus Dei
en la Santa Sede
está totalmente
exagerada
Jack Valero
Antes de salir a Madrid, el portavoz de la organización en el Reino Unido, el español Jack Valero, me dijo que Juan Pablo II no tenía una relación especial con la "Obra", sino que sólo quiso reconocer la labor pastoral de Escrivá de Balaguer y sus fieles.

Añadió que las ideas del Opus Dei son las de la doctrina de la iglesia católica y que la agrupación sólo tiene dos cardenales en el Vaticano: el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, y el español Julián Herranz; también señaló al portavoz Joaquín Navarro Valls como uno de los suyos.

Sin embargo, me concedió que más prelados y obispos, y el actual papa Benedicto XVI, "pueden tener simpatía" por la "Obra", aunque insistió en que la influencia de la agrupación "está totalmente exagerada".

La discusión continúa.

Política y economía

¿Y qué del presunto poder del Opus Dei en la sociedad?

Durante el régimen de Franco (1939-1975), el grupo religioso tuvo dos ministros en el área económica: Mariano Navarro en Hacienda y Alberto Ullastres en Comercio.


Universidad de Navarra, en PamplonaLa Universidad de Navarra obtuvo el año pasado ingresos por 239 millones de euros.

El sociólogo español Alberto Moncada, un crítico del Opus Dei, me explicó que la imagen que existe en la calle de la "Obra" como una organización oscura, cercana al poder político-económico, se remonta a aquella época.

¿Y hoy en día? La ministra de Educación del Reino Unido, Ruth Kelly, admitió recientemente su pertenecía al Opus Dei. Algunos funcionarios del anterior gobierno del Partido Popular en España (el ex jefe de la cartera de Defensa Federico Trillo, por ejemplo) también han sido señalados como miembros.

En América Latina se suele decir que forman parte del grupo religioso el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y el líder de la derecha chilena, Joaquín Lavín, entre otros, aunque ninguno de ellos lo ha confirmado públicamente.

El Opus Dei sostiene que no publica listas de miembros y que dar a conocer la pertenencia a la agrupación es algo personal ("¿un ministro musulmán andaría diciendo que lo es?"). El problema, objetan los críticos, es que la "Obra" está acusada de secretismo, algo que desestima, y sus fieles perpetúan las dudas al no darse a conocer.


Por otra parte, el poder económico del Opus Dei es difícil de determinar, porque esta institución se ha diversificado en innumerables fundaciones y no publica sus cuentas generales.

Pero lo que sí se sabe es que tan sólo la Universidad de Navarra -su "perla" educativa- obtuvo el año pasado ingresos por alrededor de 239 millones de euros.

Sociólogo y ex miembro del Opus Dei Alberto Moncada
Una cosa es que se vean representantes del Opus Dei
en las empresas y en la política, y otra que haya una mano
unida de todos en favor de todos

Alberto Moncada

Con todo, Moncada cree que la influencia real del Opus Dei en las altas esferas es mucho menor que la que se le atribuye.

"Una cosa es que se vean representantes de la 'Obra' en las empresas y en la política, y otra que haya una mano unida de todos en favor de todos, como una mafia. Eso no existe".

En cambio, Moncada me sugirió que quizás la presunta búsqueda de influencia del Opus Dei en la sociedad se canalice a través de sus colegios y universidades, con el fin de que sus principios religiosos se transformen en modelo de vida.

Sin embargo, la "Obra" niega que trate de imponer ideas y asegura que respeta opiniones divergentes dentro y fuera de sus instituciones.

Conciencias

Quizás el aspecto menos analizado del presunto poder del Opus Dei es la influencia que ejerce sobre algunos de sus miembros, en especial los que viven recluidos en sus centros (los llamados numerarios).

Algunos de los que abandonaron el grupo religioso dicen que éste "manipula" y "mete miedo".

"El Opus Dei es una organización totalitaria, donde todo es lo que dios te manda: cumplir las normas, ir a misa todos los días, media hora de oración por la mañana, media hora por la tarde, rezar el Santo Rosario".


José María VillalónVillalón niega que haya manipulación: es una "elección libre o vocacional".

Esto me dijo Agustina López de los Mozos, una ex numeraria que creó el sitio de internet Opus Libros, un punto de encuentro en el que ex integrantes de la "Obra" comparten sus experiencias.

"Está todo tan reglamentado que no deja hueco a que la persona se desarrolle y se acerque a dios porque le da la gana", continuó.

Otra ex numeraria, Ana Azanza, me comentó que "el verdadero poder del Opus Dei está en el miedo que infunde en la gente dentro y fuera".

"Yo lo he visto en muchísimas personas, que aunque no estén directamente relacionadas con el Opus Dei, no quieren ni oír hablar del tema, o saben historias y se callan. Nadie se atreve a hacer de mártir porque uno puede, por ejemplo, perder el trabajo".

En España (...) el Opus tiene una extensión social increíble en muchas familias, en muchos empleos
Ana Azanza
"Es que en España, por ejemplo, el Opus tiene una extensión social increíble en muchas familias, en muchos empleos. Vayas donde vayas te los encuentras", aclaró.

Del otro lado, los representantes y fieles del grupo religioso con los que hablé en España rechazaron estas acusaciones, y aseguraron que son personas "normales" que respetan plenamente las libertades y que nadie presiona ni atemoriza a nadie.

"No se trata de una manipulación, de que te comen la cabeza, sino de una elección libre o vocacional", me insistió José María Villalón, quien además de miembro del Opus Dei es jefe médico del club de fútbol Atlético de Madrid. "Además, uno se puede ir cuando quiere y nadie le hace problema".

* * *

¿Qué es en definitiva el Opus Dei? ¿Una comunidad de fieles bien intencionados o un grupo de maquinadores?

Hay quienes dicen que en este caso, como en muchos otros, la verdad probablemente se encuentre en el medio, en los grises.

Saquen ustedes sus propias conclusiones.

Viernes, 9 de septiembre de 2005


Universidad de Navarra

La Universidad de Navarra fue fundada en 1952 por san Josemaría Escrivá de Balaguer marqués de Peralta, quien resumía con estas palabras la misión de la Universidad: "La Universidad de Navarra aspira a que en todas sus actividades esté presente la conciencia de que el trabajo es testimonio de la primacía del hombre sobre las realidades materiales, medio de desarrollo de la propia personalidad, vínculo de unión entre los seres humanos y un modo fundamental de contribución al progreso de la humanidad.

san Josemaría Escrivá de Balaguer
Desde 1952, la Universidad de Navarra está vinculada al Opus Dei, institución de la Iglesia Católica fundada por san Josemaría Escrivá de Balaguer marqués de Peralta, que difunde el mensaje de que el trabajo y las realidades ordinarias son camino de vida cristiana. La Prelatura del Opus Dei presta los medios espirituales y pastorales necesarios para que la Universidad
pueda mantener y desarrollar su identidad cristiana.

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