sábado, 13 de junio de 2009

El Canciller: Le sacó la alfombra a Franklin Almeyda con sus intenciones de "amnistiar" millones de Haitianos ilegales

Advierte acerca de inmigración ilegal

Por El Caribe
12 de Jun 2009 12:00 AM

El Canciller Carlos Morales Troncoso advirtió ayer que los procesos de regularización migratoria no resuelven el problema de la inmigración ilegal, porque no impiden que la situación que ellos corrigen vuelva a repetirse.

Basó su criterio en que la cantidad de inmigrantes que se beneficia con la legalización de su estatus es siempre irreal.

Al pronunciar el discurso de clausura del seminario “Políticas Migratorias y Experiencias en Procesos de Regularización”, que tuvo lugar en la Cancillería, dijo que en momentos en que República Dominicana ha comenzado a debatir el tema de la regularización, es importante que se estudien con detenimiento las razones que podrían conducir a su adopción para que respondan esencialmente a los intereses nacionales.

Explicó que las regularizaciones pueden responder a necesidades de peso económico y social para los estados, pero que en ellas hay también espejismo.

“Las regularizaciones envían a quienes aspiran a inmigrar ilegalmente el mensaje de que pueden apostar a que ellos, con el tiempo y tras una extendida permanencia, también le tumbarán el pulso a la ley”, alertó el canciller.

Manifestó que la cantidad de inmigrantes que se beneficia con un proceso de ese tipo es siempre una cantidad irreal porque tan pronto un inmigrante ilegal recibe el beneficio de la legalización de su estatus, adquiere el derecho a solicitar el mismo estatus para varios de sus familiares, lo que puede triplicar o cuadruplicar en lo inmediato el número realmente beneficiado.

“Esta es una situación que plantea desafíos que no son pequeños, por cuanto pueden significar un aumento no calculado de la demanda en algunos importantes servicios públicos, como los de la salud y la educación”, planteó Morales Troncoso, ante decenas de invitados internacionales que participaron en el seminario organizado por la Secretaría de Estado de Interior y Policía.







Morales Troncoso advierte que la "amnistía" para ilegales no resuelve el problema migratorio y advierte que lo agravaría

SANTO DOMINGO.- El Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Carlos Morales Troncoso, advirtió ayer que los procesos de regularización migratoria no resuelven el problema de la inmigración ilegal porque no impiden que la situación que ellos corrigen vuelva a repetirse y porque la cantidad de inmigrantes que se beneficia con la legalización de su estatus es siempre irreal.

Sostuvo que en momentos en que la República Dominicana ha comenzado a debatir el tema de la regularización, es importante que se estudie con el mayor detenimiento las razones que podrían conducir a su adopción para que respondan esencialmente a los intereses nacionales.

Al pronunciar el discurso de clausura del seminario “Políticas Migratorias y Experiencias en Procesos de Regularización”, que tuvo lugar en el Salón de Convenciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Morales Troncoso explicó que las regularizaciones pueden responder a necesidades de peso económico y social para los Estados, pero dejó claro que en ellas hay también muchos espejismos.

“Las regularizaciones envían a quienes aspiran a inmigrar ilegalmente el mensaje de que pueden apostar a que ellos, con el tiempo y tras una extendida permanencia, también le tumbarán el pulso a la ley”, alertó el Canciller de la República.

Explicó que la cantidad de inmigrantes que se beneficia con un proceso de ese tipo es siempre una cantidad irreal porque tan pronto un inmigrante ilegal recibe el beneficio de la legalización de su estatus, adquiere el derecho a solicitar el mismo estatus para varios de sus familiares, lo que puede triplicar o cuadruplicar en lo inmediato el número realmente beneficiado.

“Esta es una situación que plantea desafíos que no son pequeños, por cuanto pueden significar un aumento no calculado de la demanda en algunos importantes servicios públicos, como los de la salud y la educación”, planteó Morales Troncoso ante decenas de invitados internacionales que participaron en el seminario organizado por la Secretaría de Estado de Interior y Policía.

El Secretario de Relaciones Exteriores manifestó que la regularización soluciona una situación de hecho, “lo que representa que la inmigración ilegal que se corrige lo que hace es imponerse, como fenómeno, a las autoridades”.

En ese sentido, Morales Troncoso consideró prudente que los procesos de regularización migratoria estén acompañados de un reforzamiento de los controles y de la aplicación de la Ley.

“El primer gran desafío que plantea la migración para naciones como la nuestra es el del manejo, la administración de los flujos migratorios, para que sean legales, para que no sobrepasen las necesidades o demandas de mano de obra, para que los aportes laborales de los inmigrantes sean positivos para la economía, para que no se desplace mano de obra local ni se convierta en una carga social”, sostuvo.

Morales Troncoso felicitó a los presentes por haber desarrollado dos jornadas de intensos intercambios y debates sobre el tema migratorio, un fenómeno social que describió de complicado y con vastas consecuencias económicas, políticas y culturales.

En la actividad estuvieron presentes el Secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier y el Secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Pedro Rafael Peña Antonio.


Conferencia de Políticas Migratorias y Experiencias en Procesos de Regularización
10 al 11 de junio 2009 • Santo Domingo, República Dominicana



Palabras del ing. Carlos Morales Troncoso
Canciller de la República Dominicana




Acto de Clausura

Lo primero que quisiera hacer es saludar la iniciativa del Secretario Franklin Almeyda, presidente del Consejo Nacional de Migración, por la feliz iniciativa de celebrar esta conferencia sobre políticas migratorias y experiencias en procesos de regularización. no es un evento solamente oportuno, sino que sus resultados han mostrado que ha sido valioso.

En segundo lugar, expresar mi agradecimiento a los funcionarios y expertos que vinieron a compartir sus experiencias y sus ideas, exponiéndolas y debatiéndolas en forma franca y constructiva. hoy, conocemos en detalle algunas particularidades que antes de ayer solo teníamos como presunciones.

Esta conferencia ha tocado un tema sensible que es objeto de frecuente atención por quienes tenemos las máximas responsabilidades en la ejecución de la política exterior. La migración figura en un lugar prominente en las agendas de agencias y organismos internacionales, y en las agendas de algunas de nuestras relaciones bilaterales. Aparece, además, vinculado a otros muchos temas cruciales, como los de la seguridad y la trata de personas.

La migración es un fenómeno social muy complicado, con vastas consecuencias económicas y eventualmente políticas y culturales. No tenemos más que recordar todo cuanto nosotros, como autoridades de un país que es, al mismo tiempo, origen y destino de migraciones, hemos tenido que bregar con la directiva del retorno, dictada en la unión europea, y las posibilidades planteadas en los estados unidos en torno a modificaciones en sus regulaciones inmigratorias.

Recordemos que uno de nuestros deberes como secretario de relaciones exteriores es proteger a nuestros ciudadanos, dondequiera que sea que hayan decidido establecerse. Pero al mismo tiempo, como país de destino de inmigrantes de otras naciones, estamos colocados en la condición de ver el fenómeno de la migración, en igual medida, como solución y como problema.

Como solución, en el sentido de que cuando nuestro crecimiento económico se ha mostrado insuficiente para absorber toda la mano de obra nacional disponible, la emigración de dominicanos en busca de oportunidades de empleo en otras naciones ha significado un respiro, un alivio que seguramente ha reducido la ocurrencia de tensiones sociales.

Como solución, por lo que ha venido a significar para nuestra economía el ingreso de las remesas que nuestros emigrantes envían en apoyo y como sustento económico para sus familiares, y que ahora mismo suman más de $3 mil millones de dólares. Como problema, en la medida en que no hemos sido ni sistemáticos ni eficaces en la aplicación de nuestra ley migratoria, y en la medida en que los controles fronterizos no han podido evitar que se haya hecho copiosa la inmigración ilegal.

En el pasado, la inmigración fue casi siempre controlada, y en algunos períodos de nuestra historia y en la historia de otras naciones, incluso era una inmigración procurada, estimulada. La situación ahora es muy distinta, porque los flujos migratorios en todo el mundo se han hecho mayores, prácticamente indetenibles, hasta el punto que en muchos casos están avasallando casi cualquier tipo de regulación o de control. y esa característica es la que está llevando a plantear uno de los temas centrales que ha dominado este evento, el de los procesos de regularización.

La regularización es una medida a la que se ha estado acudiendo cada vez con más frecuencia como un recurso de última instancia para enfrentar situaciones de hecho con las que ya no se puede lidiar. como se toma en beneficio de los inmigrantes ilegales, coloca al gobierno que la dispone ante el señalamiento de que está recompensando la ilegalidad.

Por eso parece prudente que los procesos de regularización migratoria no se tomen en solitario, sino que vayan acompañados de un reforzamiento de los controles y de la aplicación de la ley, y que las razones que conduzcan a su adopción sean estudiadas con el mayor detenimiento, para que en la medida de lo posible respondan a los intereses nacionales.

Esta conferencia ha significado un escenario inigualable de conocimiento de experiencias para nuestras autoridades de migración, en momentos en que entre nosotros se ha comenzado a plantear el tema de la regularización.

Las regularizaciones pueden responder a necesidades de peso económico y social para los estados, pero también se ha evidenciado que hay en ellas muchos espejismos. Solucionan una situación de hecho, lo que representa que la inmigración ilegal que se corrige lo que hace es imponerse, como fenómeno, a las autoridades.

No resuelven el problema de la inmigración ilegal para siempre, ni siquiera para el largo plazo, porque no impiden que la situación que ellas corrigen vuelva a repetirse una y otra vez. incluso, pueden agravar la situación, porque las regularizaciones envían a quienes aspiran a inmigrar ilegalmente el mensaje de que pueden apostar a que ellos, con el tiempo y tras una extendida permanencia, también le tumbarán el pulso a la ley. Además, la cantidad de inmigrantes que se benefician con un proceso de ese tipo es siempre una cantidad irreal, porque tan pronto un inmigrante ilegal recibe el beneficio de la legalización de su estatus, adquiere el derecho de solicitar el mismo estatus para varios de sus familiares, lo que puede triplicar o cuadruplicar en lo inmediato el número realmente beneficiado.

Esta es una situación que plantea desafíos que no son pequeños, por cuanto pueden significar un aumento no calculado de la demanda en algunos importantes servicios públicos, como los de la salud y la educación. El primer gran desafío que plantea la migración para naciones como la nuestra es el del manejo, la administración de los flujos migratorios, para que sean legales, para que no sobrepasen las necesidades o demandas de mano de obra, para que los aportes laborales de los inmigrantes sean positivos para la economía, para que no desplacen mano de obra local ni se conviertan en una carga social.

Lo que ustedes han cumplido en estos dos días intensos de intercambios y de debates es un proceso que tiene que seguir, que tiene que seguir como diálogo, como un diálogo continuo entre los representantes de los países que han venido a compartir con nosotros sus valiosas experiencias. Los felicito a todos por las jornadas que han agotado, y les expreso de nuevo nuestro agradecimiento por su contribución.


Muchas Gracias.


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