| Los manifestantes marcharon alrededor del área Monumental. | Máximo Laureano/Clave Digital. | SANTIAGO, República Dominicana.- La protesta en contra de la construcción de una planta de cemento en las cercanías del Parque Nacional Los Haitises, en la provincia Monte Plata, se convirtió este viernes en el tema central de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente en Santiago. Estudiantes, profesionales, ecologistas y otros sectores que rechazan la operación de la cementera, cuya construcción se realiza en la comunidad de Gonzalo, se unieron al programa preparado por directivos y técnicos de la Sociedad Ecológica del Cibao Inc. (SOECI), quienes llevan acabo un plan de actividades con los fines de llamar la atención sobre la degradación de los recursos naturales en el país, en especial de las zonas protegidas. “En Los Haitises No”, “Los Haitises son de todos”, Los Haitises también son míos”, “Defendamos Los Haitises”, y otros llamados se leían en los carteles portados por jóvenes de un movimiento que se unió a los actos del Día Mundial del Medio Ambiente, en Santiago, para pedir a las autoridades detener la construcción de la cementera, impulsada por el Consorcio Minero Dominicano. Insisten que la planta se cemento atenta contra la reserva natural que alberga una significativa producción de agua. La marcha convocada por SOECI reunió a las autoridades ambientales locales y sectores identificados con la defensa de los espacios verde del país. El programa del Día Mundial del Medio Ambiente incluye paneles, conferencias, exposiciones fotográficas, siembra de árboles, presentaciones artísticas, un rally, talleres para niños y excursiones, entre otras actividades. Los manifestantes salieron desde el parque Duarte, en la calle Del Sol esquina 30 de marzo, del Centro Histórico de Santiago, y se detuvo en los jardines del Gran Teatro del Cibao, donde representantes de distintas generaciones, participaron en la plantación de un árbol (ceiba), el cual quedará como testigo de la lucha por la conservación de esta especie. | En la manifestación participaron estudiantes, profesionales y especialistas en Medio Ambiente. | Máximo Laureano/Clave Digital. | La marcha de este viernes sumó muchos sectores y voces que entienden que es improcedente la instalación de la fábrica de cemento en las proximidades de Los Haitises. Los ecologistas, sostienen que la operación de la factoría generaría la explotación de la zona calizas, un área privilegiada del ambiente natural. Respecto al proyecto de la cementera, la junta directiva de SOECI planteó el pasado miércoles que las autoridades deben excluir de la concesión las áreas correspondientes a la formación cárstica de la zona, estén fuera o dentro del perímetro de protección del parque. Este jueves también grupos ecológicos de la provincia Valverde y otros sectores de la Línea Noroeste se concentraron en Mao, para expresar su oposición al proyecto de la cementera. Para este viernes en la tarde el movimiento que promueve el rechazo al proyecto industrial se reunirá en la explanada del edificio de oficinas estatales “Presidente Antonio Guzmán” (El huacalito), con la finalidad de hacer extensivo el llamado de alerta para que las autoridades rescindan el contrato de concesión de terrenos con el Consorcio Minero Dominicano. El ecologista y ex presidente de SOECI, encabezó este viernes el movimiento que se pronunció durante la marcha en contra de la operación de la cementera.
DÍA DEL MEDIO AMBIENTE | Preservemos a Los Haitises | En la República Dominicana intentan construir una fábrica de cemento sobre un acuífero productor de mil millones de metros cúbicos de agua potable | Elsa Peña Nadal/Especial para Clave Digital | viernes, 05 de junio de 2009 | |
| Fuente Externa. | SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Santo Domingo, también conocida como La Hispaniola, es un tipo de isla continental con características similares a las islas de Madagascar y Papúa Nueva Guinea, y resume en poco espacio condiciones de relieve, hidrología, flora, fauna, temperaturas y pluviometría existentes sólo en los continentes, lo que la coloca en una situación de fragilidad extrema, puesto que cualquier alteración de alguno de sus ecosistemas influye en la estabilidad de los demás. La amenaza de construcción de una fábrica de cemento en las inmediaciones del carso de Los Haitises, un ecosistema calcáreo considerado único en el Caribe, con una extensión de 1,823 kilómetros cuadrados, y que es el segundo sistema productor de agua de dicha isla, ha desatado una ola de rechazo entre la población dominicana –principalmente la población más joven- que no sale de su asombro, al ver cuán fácilmente se le entregan a un grupo de inversionistas 105 mil tareas de terreno para la construcción de una cementera, espacio que incluye parte de las tierras que se utilizarían para asentar varios cientos de familias campesinas para liberar las zonas vírgenes selváticas del carso en cuestión. El movimiento ecologista de la República Dominicana y la Asamblea Nacional Ambiental –ANA – han respondido rápidamente a la intención, organizando protestas y movilizando sectores de la sociedad que hasta estos momentos habían permanecido algo indiferentes a la situación de los recursos naturales de la isla, terriblemente diezmados en su parte oeste, ocupada por la República de Haití, y perdidos en un 80% en la parte que ocupa la República Dominicana. Parte del carso de Los Haitises está ocupado por un Parque Nacional del mismo nombre que existe sin su correspondiente área de amortiguamiento según establece la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza para esta categoría de área protegida. Anteriormente el Parque Nacional ocupaba un área de 1,600 kilómetros cuadrados, pero los manejos poco claros de políticos, congresistas y negociantes de bienes raíces despojaron sin explicación alguna y mediante una ley que todavía está en discusión, cerca de mil kilómetros cuadrados que correspondía a esa necesaria área de amortiguamiento. Los ecologistas alegan, entre otros argumentos, que la producción de más de mil millones de metros cúbicos de agua de este carso es fundamental y estratégica para la sostenibilidad de seis provincias, incluyendo la propia capital dominicana. Indican que de este carso emanan 147 ríos y arroyos que alimentan varios acueductos en uso, y la construcción de una fábrica de cemento sobre esta formación resultaría desastrosa para la conservación de esta colosal formación. Un grupo de técnicos de la Subsecretaría de Áreas Protegidas, de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, había elaborado un informe advirtiendo que la instalación de una fábrica de cemento en Los Haitises resultaba inadmisible, puesto que pondría en riesgo tanto al acuífero como a las zonas boscosas, las que albergan numerosas especies en peligro de extinción, como lo es el “gavilán de Los Haitises” o Gavilán de Ridgeway (Buteo Ridgewayi); el solenodonte (Solenodon paradoxus), el manatí (Trichechus manatus) y otras especies, lo que ha llevado al Parque a ser clasificado como “Área Importante para la Conservación de las Aves” (IBA, por sus siglas en Inglés), clasificación hecha por la organizaciones “BirdLife International”, Grupo Jaragua y sociedad Ornitológica de la Hispaniola. El informe de los técnicos de la propia Secretaría de Medio Ambiente fue ignorado. Del gavilán de Los Haitises solo quedan 250 individuos, habitando solamente en los bosques de Los Haitises, población considerada como “En Peligro Crítico” habiendo sido incluida en el Libro rojo de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), y el área ha sido declarada como Sitio Alianza Cero Extinción (AZE), pero con la presencia de una fábrica de cemento en sus límites muy pocas esperanzas pueden haber para especies como este gavilán. Sin embargo, el problema más acuciante es la presencia de varios cientos de familias que desde hace poco más de 50 años han estado habitando en el Parque Nacional y recurriendo a la práctica de “tumba y quema” para agricultura. Un decreto del actual presidente de la República Dominicana, doctor Leonel Fernández, el Decreto 17-06, ordena el reasentamiento de esas familias en la zona periférica al Parque Nacional para conservarlo y garantizar el buen desenvolvimiento del sistema hidrológico. Sin embargo, la decisión de permitir la instalación de una fábrica de cemento y la utilización de 105 mil tareas de terreno con esos propósitos, desestima automáticamente al decreto 17-06, lo que deja a cerca de 15 mil campesinos abandonados a su suerte, expuestos a un desalojo y sin tierras en donde asentarse. La fundación encabezada por los empresarios Frank Rainieri, Bernardo Vega, Freddy Beras Goico, Ramón Prieto y otros, creada con el propósito de proteger a Los Haitises y dar cumplimiento a la aplicación del decreto 17-06, hasta ahora ha guardado silencio en torno a esta problemática. Según la consultora ambiental Michela Izzo (2006), en un estudio ordenado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, dice que “El Parque Nacional de Los Haitises se enmarca muy bien en este tipo de discusión, siendo el área protegida con los mayores conflictos sobre el uso del suelo. Su historia está caracterizada por episodios continuos de desalojos de personas del área del Parque, las cuales se han convertido en “refugiados medio ambientales” (Geisler 2001; Geisler, 2003)”. La propia Secretaría de Estado de Medio Ambiente ha publicado que Los Haitises “es una de las regiones de mayor importancia endémica” para el Caribe insular. En otra sección del Atlas de los Recursos Naturales de la República Dominicana, elaborado por la propia Secretaría, se establece que “Esta zona tiene una especial particularidad, debido a su estructura y formación kárstica. Conforme a sus características geológicas y geomorfológicas, su mayor aporte al sistema hídrico es a través de abundantes corrien-tes de aguas subterráneas. Sin embargo, en la periferia de la zona kárstica de Los Haitises tienen su origen más de 147 arroyos y caños permanentes, de los cuales 90 fluyen hacia la cuenca del río Ozama. Los ríos Ara, Comate, Comatillo, Sabita, Boyá, Yani, Piedra, Yabacao, Cevicos, Payabo y el río Brujuelas reciben aportes de agua de 38 arroyos y manantiales de Los Haitises. Existen, además, unas 28 lagunas con agua permanente”. Esos datos son un resumen de los trabajos realizados por el Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos –Indrhi-, cuyos técnicos, junto a otros técnicos, y con recursos de la Unión Europea, llevaron a cabo uno de los trabajos de investigación más completos en materia de Hidrología en la República Dominicana: el Proyecto Sysmin, el cual definió a Los Haitises de esta manera: |
| Fuente Externa | “La Unidad o Zona Hidrogeológica nº 3: Los Haitises, se sitúa en el sector centro oriental del país y corresponde con las estribaciones más septentrionales y de naturaleza carbonatada de la Sierra del Seibo, en los que se ha desarrollado un proceso de karstificación avanzado. Constituye una zona de tránsito entre las Unidades o Zonas Hidrogeológicas nº 6: Valle de Cibao y la nº 2: Cordillera Oriental, aunque con unas características morfológicas especialmente particulares, como es su relieve en forma de cerros o mogotes de unos 30 a 40 metros de altura, con altitudes medias próximas a los 200 m.s.n.m. “Los límites hidrogeológicos de esta unidad o zona hidrogeológica y, dentro de ella, los de sus subzonas de funcionamiento y niveles acuíferos, se han definido de acuerdo con los siguientes criterios básicos: Definir límites de la unidad y de sus subzonas en función de criterios eminentementeprácticos de funcionamiento hidrogeológico (recarga, descarga y balance hídrico) y de posible explotación de sus recursos. Hacer coincidir, siempre que ha sido posible, los citados límites con contactos o barre-ras hidrogeológicas, dando prioridad a las negativas (límites estancos o cerrados) sobre las positivas (límites abiertos) y, entre estas últimas, aquellas que establezcan una equipotencial constante. Los límites de las barreras negativas se han extendido, siempre que ha sido razona-blemente posible, hasta las divisorias hidrográficas. Las unidades o subzonas hidrogeológicas del tipo aluviales se han extendido a todo el afloramiento del depósito aluvial cuaternario. “Con estos criterios de partida, se ha establecido una nueva delimitación de la unidad, que alcanza una superficie total de 1,823 km2, de los cuales el 80.20% (unos 1462 km2) corresponden a materiales permeables y el resto (361 km2) a materiales de baja permeabilidad. Asimismo, se han diferenciado dentro de los citados límites de la unidad cinco subzonas de funcionamiento hidrogeológico y cuatro tipos distintos de formaciones permeables o niveles acuíferos y tres formaciones de baja permeabilidad, las cuales se han clasificado hidrogeológicamente de acuerdo con los criterios y especificaciones de la Leyenda UNESCO (año 1970), en los que se combinan diferentes parámetros hidrogeológicos de referencia, basados en el tipo y grado de permeabilidad (composición litológica, permeabilidad por porosidad intersticial o por fisuración y karstificación, etc.) y en la potencialidad real de explotación (extensión superficial y de recarga, geometría y condicionantes estructurales, y recursos explotables, tanto de renovación anual, como de reservas estimadas)”. (Programa Sysmin, 2004). |
| Fuente Externa. | De manera que, Los Haitises, para lo que interesa al presente y al futuro de la República Dominicana en función de su abastecimiento estratégico de agua, no son los 600 kilómetros cuadrados del Parque Nacional, como se ha querido presentar al justificar la presencia de una intención minero-cementera en la zona, sino los 1,823 kilómetros cuadrados en los que se encuentra el carso, la segunda industria de agua más importante de la República Dominicana y de esta isla continente que es La Hispaniola. En términos culturales, Los Haitises, entre sus decenas de miles de cuevas y cavernas, posee una cantidad indeterminada de éstas que fueron utilizadas por nuestros aborígenes, dejando en ellas una huella rupestre de miles de años. Una muestra más que suficiente es la Cueva del Ferrocarril, poseedora en su interior de 1,243 pictografías taínas, el mayor número de pinturas aborígenes localizado en una sola cueva en todo el Caribe. (Abréu Collado, 2006). Una muestra del interés arqueológico y rupestrológico que atesora Los Haitises, más cercana al área física donde quiere establecerse una cementera del Consorcio Minero Dominicano, es la propia Cueva de Gumersindo, con 12 petroglifos y una pictografía en su interior, además de ser una cueva ligeramente activa en términos hidrológicos. (Abreu Collado, Informe ante la Subsecretaría de Áreas Protegidas, Secretaría de Medio Ambiente, 2009). Todas estas condiciones resumidas en una sola propuesta fueron las utilizadas para la elaboración del Plan de Uso y Gestión del Parque Nacional de Los Haitises: “En 1992 fueron aumentados los límites del Parque Nacional hasta 1,600 Km. cuadrados, protegiendo toda el área del karst al Este del río Payabo. “Entre 1988 y 1994 se desarrolló en este Parque Nacional un Programa de Cooperación para el Desarrollo entre la dirección Nacional de Parques de la República Dominicana y la Agencia Española de Cooperación Internacional. En estos años se elaboró un Plan de Manejo del Parque Nacional y se ejecutaron tres de los Programas de su Plan de Actuación: el de Administración y Vigilancia; con construcción de casetas de vigilancia; el de Investigación, con la realización de un Proyecto sobre las cavidades del litoral; y el de Uso Público, con la preparación de dos itinerarios para visitantes, uno en el Litoral y otro entre el Litoral y Caño Hondo, a través del Bosque Húmedo”. (Cámara Artigas, Álvarez García, Molina Rodríguez, Díaz del Olmo, 1995). A pesar de todo lo aquí expuesto, y no obstante el cúmulo de información técnica y científica que ha sido acumulado a lo largo de muchas investigaciones en Los Haitises, quizás sea una aseveración de la propia Secretaría de Estado de Medio Ambiente, en la publicación de su Atlas de los Recursos Naturales de la República Dominicana, la que deje definitivamente clara la imposibilidad de otro uso del carso Los Haitises que no sea la de su conservación y uso regulado de los suelos de su zona de amortiguamiento para la producción agrícola. “El Bosque muy Húmedo Subtropical se concentra en las vertientes norte de las cordilleras Central, Septentrional y Oriental, donde ocurren las lluvias orográficas, producidas por la condensación de las masas nubosas cargadas de humedad arrastradas por los vientos alisios, y entran con una dirección nordeste e influyen en las definiciones climáticas que caracterizan las zonas de vida del territorio nacional”. Es decir, un cambio en las condiciones naturales del carso Los Haitises puede provocar un cambio drástico en las demás zonas de vida del resto del territorio nacional. Las actividades no sostenibles en el área de Los Haitises, como las del Consorcio Minero Dominicano: -
Impactarían la formación geológica de Los Haitises, que juega un importante papel en la regulación climática de la región y modificaría el paisaje singular, extraordinario de un ecosistema de incalculable valor.
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Sentaría un precedente funesto en el uso de una Zona de Amortiguamiento, como espacio de transición cuya función es amortiguar los impactos causados por las actividades humanas, para que no impacten en la zona núcleo.
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Disminuiría el espacio geográfico que proporciona conectividad entre paisajes, ecosistemas y hábitat naturales, que es lo que asegura el mantenimiento de la diversidad biológica y los procesos ecológicos y evolutivos, mediante la dispersión de especies, asegurando su conservación a largo plazo. Además de permitir el incremento en tamaño de las poblaciones; aumentar las probabilidades de supervivencia de las más pequeñas; beneficiar la recolonización de nuevos individuos locales, lo que reduce depresiones poblacionales debido a la consanguinidad.
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Pondría en alto riesgo la sostenibilidad de decenas de comunidades y cientos de miles de personas que dependen de los acuíferos que nacen o se nutren en la zona, además de poner en alto riesgo la salud de los habitantes de Gonzalo y otros poblados de la periferia debido a las emisiones contaminantes fruto del proceso de producción de cemento.
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Arriesgaría el legado histórico cultural único e irrepetible, representado en decenas de miles de cuevas y cavernas, muchas de los cuales fueron utilizadas por nuestros aborígenes, dejando plasmado en pictografías y pictogramas, toda una herencia cultural que ningún país podría darse el lujo de sacrificar.
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Serían un duro golpe para la solución de los conflictos campesinos que han producido el desplazamiento humano de la periferia del Parque Nacional de Los Haitises.
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Sentaría un precedente funesto, indefendible, perjudicial y poco optimista sobre el futuro de los recursos naturales de nuestro país y sobre el cumplimiento de las leyes y acuerdos que sustentan la institucionalidad de nuestro país.
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Frustraría la posibilidad de elaborar un Plan de Ordenamiento Territorial integral y participativo, que incluya el desarrollo sostenible de la región y de las comunidades periféricas. Las demandas del movimiento ambiental de la República Dominicana. 1) “Que el Estado Dominicano revoque la Concesión otorgada al Consorcio Minero Dominicano para operar en la plataforma de Los Haitises. 2) Que una vez revocada la Licencia Ambiental que ampara la empresa beneficiaria, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y otras instancias pertinentes definan y establezcan los límites y zona de amortiguamiento del Parque Nacionales de Los Haitises. 3) Se elabore el Plan Nacional de Ordenamiento Territorial, en cumplimiento de la Ley General de Medio Ambiente (64-00), con la finalidad de evitar que precedentes como este se pudieran repetir. Con la firme disposición de llevar esta lucha por los caminos que las Leyes y la Constitución Dominicana permiten, confiamos en la sensatez y buen juicio de nuestras autoridades para comprender la magnitud de este problema y buscar soluciones a la altura de las circunstancias.” Como habrán podido apreciar nuestros lectores, no podemos dejar solos en esta justa demanda a nuestros ambientalistas ni a los jóvenes que la han hecho suya. Hagamos causa común con ellos: Quisqueya, nuestra Pachamama, reclama a gritos de nuestro auxilio.
MEDIO AMBIENTE | La Iglesia Católica pide suspender la cementera en Los Haitises | La Pastoral del Medio Ambiente, del Episcopado, se pronuncia a favor de que una entidad internacional realice estudios de impacto a fin de cotejar datos | Linabel Aybar Rivas/Clave Digital | viernes, 05 de junio de 2009 | | Cientos de personas marcharon en Santiago en protesta contra la cementera. | Máximo Laureano/Clave Digital. | SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, la Conferencia del Episcopado Dominicano sugirió este viernes suspender los trabajos de construcción de la cementera en las inmediaciones del Parque Nacional Los Haitises y demandó que un organismos internacional calificado realice estudios de impacto que permita cotejar las informaciones en “un marco de imparcialidad”. “Nos acogemos al principio precautorio de la Declaración de Río sobre el medio ambiente y desarrollo de 1992 y sugerimos suspender los trabajos de la instalación de la cementera, hasta obtener una consultoría ambiental de alguna entidad internacional reconocida”, indicó la Comisión Nacional para la Pastoral Ecológica y Medio Ambiente, del Episcopado. Considera necesario que el eventual estudio que realice una institucional internacional “nos permita cotejar los datos ya existentes sobre un marco de imparcialidad”. En su documento, la Comisión Nacional para la Pastoral de Ecología y Medio Ambiente, presidida por el obispo emérito de Barahona, Mamerto Rivas, recuerda que la instalación de plantas cementeras “generalmente impactan negativamente en el medio ambiente, no importando su ubicación”. Recordaron además que, aunque las autoridades y los impulsores del proyecto insisten que la cementara estará fuera del Parque, “un sector amplio de la comunidad ambiental y una parte de los pobladores han expresado su aprensión con los impactos negativos que ello acarrearía, sobre todo a una gran cantidad de arroyos y caños, que nacen en la zona”. Subrayaron además que algunos de los propietarios de la empresa, “presentaron otras dos posibilidades de ubicación para el proyecto, en tal sentido, consideramos prudente que se conozcan esas otras dos opciones para mayor edificación del tema”. Asimismo, la Conferencia del Episcopado Dominicano hace un llamado a las entidades públicas que trabajan para la preservación el medio ambiente fervor a mantener intactos los recursos naturales. Mensaje de la Comisión de Medio Ambiente del Episcopado
Conferencia del Episcopado Dominicano
COMISIÓN NACIONAL PASTORAL DE ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE
Av. Rómulo Betancourt casi esq. Núñez de Cáceres Tel. 809-482-5244 · conapema@gmail.com
MENSAJE DE LA COMISION EPISCOPAL POR EL DIA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE 2009
“Porque la creación, sirviéndote a ti, su Creador, se endurece para castigar a los injustos y se modera para favorecer a los que confían en ti”, cita el libro de la Sabiduría (16,24), en el que nos recuerda que la naturaleza da respuestas a nuestras acciones según nuestro proceder.
Este año 2009 queremos volver la mirada a la Ecología Humana citada por el Papa Juan Pablo II: «Una ecología, que haga más digna la existencia de las criaturas, protegiendo el bien radical de la vida en todas sus manifestaciones y preparando a las generaciones futuras un ambiente que se acerque más al proyecto del Creador».
Y sigue diciendo:"Ante el extendido deterioro ambiental, la humanidad se da cuenta que no puede seguir usando los bienes de la tierra como en el pasado. La opinión pública y los responsables políticos están preocupados por ello, y los estudiosos de las más variadas disciplinas examinan sus causas. Se está formando así una conciencia ecológica, que no debe ser obstaculizada, sino más bien favorecida, de manera que se desarrolle y madure encontrando una adecuada expresión en programas e iniciativas concretas" expresó Juan Pablo II, en el Mensaje Mundial por la Paz del 1990. Esta “Conciencia Ecológica” es la que nos mueve a defender a la naturaleza donde el principal protagonista es el hombre. Dios la puso para su disfrute y su guarda, por lo tanto, no honrar adecuadamente esta importante misión genera “Pecados Ambientales”, que atentan no solo contra la misma naturaleza sino contra el propio ser humano, que no tan solo deja de disfrutar de ella, sino que de una manera egoísta, tampoco permite que su propia descendencia la disfrute. Desde la óptica de la fe, tenemos que defender coherentemente la vida en todas sus manifestaciones; somos la gran Creación hecha por Dios, por eso nos adherimos fielmente a lo que dijo Juan Pablo II con mucha valentía: "Es realmente imposible oponerse a la destrucción del medio ambiente a la vez que se permite, en nombre de la comodidad y la conveniencia, el asesinato del no nacido y la muerte inducida de los ancianos y enfermos, la realización, en nombre del progreso, de intervenciones y formas inaceptables de experimentación al inicio mismo de la vida humana". "Cuando el bien de la ciencia o de los intereses económicos prevalecen sobre el bien de la persona, y en última instancia sobre el de las sociedades en su conjunto, la destrucción del medio ambiente es un signo de un verdadero desprecio por el hombre", explicó el Santo Padre, renovando así el concepto de una auténtica Ecología Humana, tal como lo expresó en la Encíclica Centesimus Annus. Los Obispos de América Latina reunidos en Aparecida, Brazil, en el marco de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano(Celam), expresaron también su gran preocupación por este tema cuando en el numeral 473 del documento: “la riqueza natural de América Latina y El Caribe experimentan hoy una explotación irracional que va dejando una estela de dilapidación, e incluso de muerte, por toda nuestra región. En todo ese proceso tiene una enorme responsabilidad el actual modelo económico que privilegia el desmedido afán de la riqueza, por encima de la vida de las personas, la de los pueblos y el respeto racional de la naturaleza. La devastación de nuestros bosques y de la biodiversidad mediante una actitud depredadora y egoísta, involucra la responsabilidad moral de quienes la promueven, porque pone en peligro la vida de millones de personas y en especial, el hábitat de los campesinos, que son expulsados hacia la tierra de ladera y a las grandes ciudades para vivir hacinados en los cinturones de miseria”. Por eso en nuestro Mensaje Pastoral del 27 de febrero de este año, los Obispos dominicanos hacíamos un llamado muy particular acerca de nuestra realidad ambiental cuando manifestamos: “De este mal generalizado sólo podremos cosechar una sociedad antihigiénica, llena de enfermedades, aridez en nuestros campos; un ambiente ruidoso, contaminado e inhabitable, tenso y lleno de nerviosismo. Estos males contra la naturaleza y el medio ambiente causados por nosotros, seres humanos, debemos encararlos entre todos, unificando esfuerzos educativos y fortaleciendo la conciencia colectiva sobre el inmenso tesoro que es nuestro hábitat, morada donada por el Creador para el ser humano, los animales y las plantas”. Estas conclusiones nos llevan a pensar seriamente en tener siempre pendiente la ley de causa y efecto de todas las acciones que realicemos, tanto públicas como privadas en el plano ambiental. Los agravantes mundiales de calentamiento global y deforestación, hacen que cualquier actividad humana deba ser muy bien analizada y consensuada para no pagar las consecuencias que ahora suelen ser muy dañinas a la humanidad. Las verdades antes expuestas conducen a sensibilizarnos cada vez más ante los problemas medioambientales que vivimos en la República Dominicana. Tener un país con un orden ambiental adecuado no es una tarea sencilla, requiere de unificar criterios basados en la ciencia, en el orden moral y en la justa conciencia. La Comisión Nacional de Pastoral de Ecología y Medio Ambiente ha acompañado este año a varias diócesis en problemas medioambientales neurálgicos, y que han generado confusión y ansiedad en sus moradores. Citamos a continuación algunos casos que nos preocupan y que no se han solucionado. Con relación a la Diócesis La Altagracia de Higüey, vimos como hubo un intento en la Cámara de Diputados para modificar los límites del Parque Nacional del Este en el área del pueblo de Boca de Yuma, donde solo parecía que la motivación era beneficiar un proyecto turístico que ha comprado ya una gran cantidad de terrenos en la zona y que le proponían a la población un supuesto desarrollo que la sacaría de la miseria económica en que vive. Pero nos preguntamos, si ciertamente sacaría ese proyecto a la población de la miseria, en tal sentido ¿no sería mejor realizar actividades ecoturísticas que no deterioren el Parque pero que dejen beneficios a ese pueblo?. Citando a la diócesis San Juan de la Maguana, tenemos que los fuegos forestales muchas veces son causados porotras manos que no son la de los campesinos que a veces suelen hacerlo con la denominada agricultura de “tumba y quema” para sobrevivir. Sugerimos en tal sentido que se desarrollen técnicas de conservación de suelos y aguas así como reforzar la educación ambiental en las escuelas y a los pobladores de la zona, para que sean ellos los primeros empoderados del cuidado del Parque José del Carmen Ramírez. La Diócesis de Barahona se ha visto afectada seriamente con la situación de las inundaciones de las comunidades aledañas al lago Enriquillo con un efecto a largo plazo. Se hablan de dos teorías que tratan de explicar esta situación: una, como parte de un ciclo que se ha vivido en épocas anteriores, y aquí nos preguntamos: ¿fallamos en prevenir a través de la tecnología lo que podía pasar de nuevo? Y la segunda: Si esto ha sido una respuesta por un mal manejo en nuestras acciones, entonces, ¿cuántas respuestas más tendremos que esperar? Según algunos consultados del área del canal Trujillo, este lleva casi un año vertiendo agua en la laguna de Cabral y esta a su vez pasando al lago, con el agravante de varios fenómenos naturales que el año pasado afectaron la zona sur. Urge, pues la atención de las autoridades competentes para evitar mayores daños a las comunidades rivereñas del Yaque del Sur. En la zona pastoral de Monte Plata de la Arquidiócesis de Santo Domingo, se ha generado un gran debate nacional con el inicio de los trabajos de una cementera en la cercanía del Parque Nacional de los Haitises. Estas empresas generalmente impactan negativamente el medio ambiente no importando su ubicación. Los organismos oficiales han declarado que la ubicación de dicha empresa está fuera del área del Parque Nacional, sin embargo un sector amplio de la comunidad ambiental y una parte de los pobladores han expresado su aprensión con los impactos negativos que ella acarrearía, sobre todo a una gran cantidad de arroyos y caños, que nacen en la zona y que alimentan los ríos que suministran el agua potable a la población.
Junto a esto existen otras consideraciones que han producido confusión y dudas acerca de sus impactos negativos y ante esta situación nos acogemos al principio precautorio de la Declaración de Rio sobre el medio ambiente y desarrollo de 1992 y sugerimos suspender los trabajos de la instalación de la cementera, hasta obtener una consultoría ambiental de alguna entidad internacional reconocida que nos permita cotejar los datos ya existentes sobre un marco de imparcialidad. La situación que están viviendo nuestros párrocos allí, con un oído en el pueblo y el otro en la naturaleza, no es nada agradable. Escuchamos de parte de los propietarios de la empresa, que presentaron otras dos posibilidades de ubicación para el proyecto, en tal sentido, consideramos prudente que se conozcan esas otras dos opciones para mayor edificación del tema. La Comisión Nacional de Pastoral de Ecología y Medio Ambiente se ofrece a colaborar desinteresadamente en lasconversaciones entre las partes. Los que trabajamos de cerca con la naturaleza, desarrollamos una alta sensibilidad hacia ella, llegando a conocer verdades que otros no pueden ver tan claramente y que nos hace tomar posturas a veces no comprendidas. Hoy en el altar, ponemos todas nuestras preocupaciones, nuestras iniciativas, nuestros errores, nuestra falta de previsión, nuestra falta de amor y entrega con nuestros hermanos más desvalidos y aquellos que no tienen voz. Todo lo ponemos y lo ofrendamos a Dios para que lo transforme a través de Jesucristo, en bendiciones y que el Espíritu Santo nos ilumine a través de sus dones espirituales a transformar actitudes para que nuestras acciones vayan en sintonía con el justo mantenimiento de la Creación. Apelamos nueva vez a reforzar los planes de reforestación, de educación ambiental, sometimiento a los infractores de las leyes ambientales, de reforzamiento de la vigilancia en las áreas más vulnerables, de la aclaración de los límites de las áreas protegidas, el urgente manejo de los desechos sólidos, el tráfico ilegal de especies. En definitiva, un llamado a la conciencia ciudadana donde no echar basura al suelo o a una fuente de agua sean parte de nuestras vidas. Reafirmamos nuestro llamado a toda la nación para mantener un adecuado equilibrio ecológico, que es un compromiso contraído con nuestros hijos, muchos de los cuales muchos están aquí con nosotros y ameritan, incluso, que los vayamos integrando para que se den cuenta que les dejamos un mundo mejor del que recibimos. Oramos con fervor por todas las entidades públicas cuyas funciones están relacionadas con el medio ambiente de nuestro país y por todas las organizaciones que con mucha entrega y dedicación hacen esfuerzos por mantener intactos nuestros recursos naturales. A todos les exhortamos a no desfallecer en su loable tarea. Terminamos recordando el sofisma: “Dios siempre perdona, el hombre a veces perdona, la naturaleza nunca perdona”.
¡A todos Ánimo y Paz en el Señor¡
+ Mons. Fabio A. Mamerto Rivas, SDB Obispo Emérito de Barahona PRESIDENTE DE LA COMISION
Jovanny Kranwinkel SECRETARIO EJECUTIVO
“Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien” (Génesis)
CEMENTERA | En el Día del Medio Ambiente, crecen las manifestaciones de rechazo a la cementera | La Comisión Ecológica del PRD solicitó este viernes al Gobierno desautorizar al Consorcio Minero Dominicano la instalación de la cementera | Redacción de Clave Digital | viernes, 05 de junio de 2009 | |
| Archivo/Clave Digital | SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Al celebrarse este viernes el Día Mundial del Medio Ambiente, diversas organizaciones aprovecharon la ocasión para manifestarse en contra de la construcción de una cementera en las cercanías del Parque Nacional Los Haitises. La Comisión Ecológica del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) solicitó este viernes al Gobierno desautorizar al Consorcio Minero Dominicano la instalación de la cementera. “Solicitamos al Consorcio Minero Dominicano desistir de la idea de instalar una planta productora de cemento en el Parque Nacional de Los Haitises, y que se busque otro lugar para su emplazamiento, donde no existan riesgos de menoscabo al medioambiente y los recursos naturales”, expresó el ingeniero Juan Antonio González, secretario nacional de Medio Ambiente del PRD. González instó a la Secretaría de Estado de Medioambiente (SEMARENA) a invalidar la licencia ambiental 157-09 que permite la construcción de una productora de cemento en la comunidad de Arroyos de Gonzalo, en Sabana Grande Boyá. Los técnicos del PRD aprovecharon la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente para recomendar al Gobierno tomar algunas medidas como la ejecución de un programa de ordenamiento territorial y el control y disminución de los efectos degradantes de la contaminación.
CEMENTERA | Tribunal se reserva fallo sobre medidas contra construcción de cementera en Los Haitises | La Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago, de su lado, reiteró su respaldo a la decisión de las autoridades de Medio Ambiente | Linabel Aybar Rivas y Pamela Castillo/Clave Digital | miércoles, 03 de junio de 2009 | | Diversas organizaciones han manifestado su rechazo al proyecto | Archivo/Clave Digital | SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El Tribunal Contencioso Tributario y Administrativo del Distrito Nacional se reservó el fallo sobre la solicitud de ordenar las medidas cautelares anticipadas en contra del Consorcio Minero Dominicano, solicitadas por el Movimiento Campesino Comunidades Unidas (MCCU) y Espeleogrupo. La jueza Sarah Henríquez Marín dijo este miércoles que la fecha del fallo será comunicada por la secretaría del tribunal. Dicha decisión suspendería o no los trabajos de construcción que se llevan a cabo en los Haitises hasta tanto no se llegue al fondo del conflicto legal entre las partes. “El tribunal se reserva el fallo ante la solicitud de medida cautelar para una próxima audiencia que será dictada por sentencia, el tribunal también otorga un plazo de cinco días a las partes, para que depositen las ampliaciones de las conclusiones”, señaló la jueza luego de casi cinco horas de juicio. El MCCU depositó el pasado 20 de mayo una solicitud de medidas cautelares anticipadas ante el Tribunal Contencioso y administrativo, con la finalidad de detener la construcción de una cementera en el Parque Nacional Los Haitises. El movimiento alega que el permiso que se le otorgó a la empresa que construye la cementera fue hecho en base a un procedimiento contrario a la ley 64-00 y al derecho de un medio ambiente sano. En la parte frontal del tribunal se aglomeraron varios campesinos y personas de diferentes movimientos que portaban cartelones en los que se leían frases como “que cese la construcción de la cementera” o “el cemento no calma mi sed”. Los abogados de los recurrentes son Juan Frías Agramonte, José Fernando Pérez Vólquez, David Santiago Ruiz, Mario Guerrero Heredia y Víctor Gómez Bergés. Los abogados de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, de su lado, alegan que la solicitud de medidas cautelares es infundada, improcedente y carente de base legal. ACIS apoya construcción de cementera La Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS) reiteró su respaldo a la decisión de las autoridades de Medio Ambiente de conceder una licencia al Consorcio Minero Dominicano para la construcción de una cementera en la comunidad de Gonzalo, provincia Monte Plata. El presidente de la ACIS, Luis Núñez, aseguró que el sector privado ha invertido en tecnología para prevenir y controlar de manera integrada la contaminación que emplean estas cementeras. Argumentó que esta planta de cemento aportaría cientos de empleos directos e indirectos a la zona, lo que, a su juicio, repercutiría de manera positiva en un repunte de la actividad económica de todas las áreas circundantes. ACIS afirma que la industria del cemento en el país ha evolucionado acorde con los avances tecnológicos, lo que permite desarrollar sus labores en condiciones óptimas que garantizan la protección del medio ambiente y la calidad y la salud de vida de los trabajadores. “La autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a la planta de cemento resulta válida y correcta, y por tanto no se debe albergar ninguna aprensión al respecto, tanto desde el punto de vista de gestión ambiental, técnico y económico”, expresó Núñez.
CONFLICTO POR CEMENTERA | Minera de Los Haitises pagará 3 dólares con 50 centavos por tarea arrendada | El contrato establece un precio global de 83 mil 373 dólares por 23 mil 821 tareas | Panky Corcino, Linabel Aybar R y Máximo Laureano/Clave Digital | lunes, 01 de junio de 2009 | SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El contrato firmado entre el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y el Consorcio Minero Dominicano establece que la empresa, que construye la cementera en la zona de Los Haitises, pagará 3 dólares con 50 centavos por tarea cada año, lo cual equivaldría a 83 mil 373 dólares por año por 23 mil 81 tareas.. El contrato fue firmado por el director del CEA, Enrique Martínez, y el presidente del Consorcio Minero Dominicano, Manuel de Jesús Estrella Cruz. “El Consorcio Minero Dominicano, S. A., se compromete a pagar por el derecho de arrendamiento que se le concede por medio del presente contrato es (sic) la suma de Tres Punto Cincuenta Dólares (US3.50) por tarea, pagaderos anualmente, por adelantado y estipulándose el pago del primer año de arrendamiento 2008-2009, en fecha de la firma de este acto”, dice el acuerdo. El acuerdo incluye tres porciones de 9,619.48 tareas nacionales (unos 6,049,336.63 metros cuadrados), 9,609.51 tareas (6,043,071.71 metros cuadrados) y 4,593 tareas (2,888,379.59). El acuerdo otorga privilegio al Consorcio Minero para comprar los terrenos arrendados durante un período de 20 años. “Es entendido y aceptado entre las partes que, para el caso en que, durante la vigencia del presente contrato, el CEA decidiere poner en venta los terrenos descritos en el acápite c) del artículo Primero (las 4,593 tareas ubicadas en Gonzalo) le serán ofrecidos en primer lugar a la Consorcio Minero Dominicano”, dice. En el proceso de explotación para la fabricación de cemento la empresa deberá pagar al CEA un impuesto de 30 pesos por cada metro cúbico de caliche, arcilla y caliza, y 40 pesos por metro cúbico de sílice. El contrato favorece a la empresa con cualquier mineral que pueda aparecer durante los procesos de excavaciones. “En caso de existencia de otros minerales y que sean extraídos por la arrendataria, ésta pagará el metro cúbico que fije el CEA”, dice el acuerdo. A parte de rechazar la cementera por problemas ambientales, debido a su instalación en la zona de Los Haitises, próximo al parque nacional del mismo nombre, el Movimiento Campesino Comunidades Unidas (MCCU) reclama los terrenos cedidos en arrendamiento al Consorcio Minero para asentar a los agricultores que han sido desalojados del área protegida y todavía no son reubicados. El secretario general de educación del MCCU, Onércido Cornelio Espíritu, asegura que “por aquí, en la zona de Los Limones, no han reubicado a ninguno de los desalojados de Los Haitises”. Cornelio Espíritu cuenta que el MCCU se dio cuenta del proyecto desde septiembre de 2007 e inmediatamente se puso en contacto con la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Academia de Ciencias para empezar a concienciar a toda la población sobre la necesidad de conservar Los Haitises y de distribuir las tierras cedida a la minera entre campesinos que desarrollen una agricultura que no dañe el medio ambiente. Acciones legales Se espera que el próximo miércoles 3 de esta semana el Tribunal Contencioso y Administrativo emita un fallo sobre un recurso con el que el MCCU y Espeleogrupo buscan que las autoridades ordenen la suspensión de los trabajos que realiza el Consorcio Minero Dominicano en la zona contigua al parque nacional Los Haitises. María del Mar Mella, miembro del grupo popular La Revuelta, confía en una decisión favorable al movimiento ecologista y que el tribunal dicte medidas cautelares contra la empresa. “Si otorgan estas medidas cautelares entonces se tendrían que suspender los trabajos de construcción en lo que se resuelve el proceso, ahora mismo eso es lo más importante de esta semana”, explicó Mella. De acuerdo con La Revuelta, luego de este proceso someterán un recurso de amparo ante los tribunales, por las irregularidades con las que se le ha otorgado el permiso de hacer una cementera sobre la mayor reserva de agua del país. Desde el sábado 16 de mayo varios grupos populares como La Revuelta, Toy’ Jarto, FELABEL, organizaciones ecológicas, entre otros instalaron un campamento en el batey Gonzalo, donde bloquean las calles con piedras. Estos grupos, cuando notan la presencia de de camiones que trabajan en la construcción de la cementera, les impiden el paso con dos jóvenes tocando guitarra en medio de la vía. Mientras, la Cámara de Cuentas realiza una “investigación especial” para determinar si la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARENA) no violentó la ley al autorizar la construcción de la cementera al Consorcio Minero Dominicano. SOECI plantea excluir zonas de explotación calizas de concesión Directivos y técnicos de la Sociedad Ecológica del Cibao Inc., SOECI plantearon a las autoridades excluir de la concesión de la cementera las áreas correspondientes a la formación kárstica de la zona, esté fuera o dentro del perímetro de protección del parque. De acuerdo con SOECI, por el valor ambiental, hidrológico y paisajístico del espacio deben realizarse los reajustes que sean necesarios en el mapa de la concesión para garantizar la preservación de esta zona. “Para nosotros, la preservación de esas áreas es el aspecto más relevante al que se le debe prestar atención en el proyecto, pues son consideradas innegociables por toda persona que se preocupe por la naturaleza”, afirmaron. Los técnicos aseguraron que la actividad minera es de por si uno de los procesos más radicales en la modificación de los patrones ambientales. En ese orden, los ecologistas de Santiago y la región norte, agrupados en esta institución, consideran que esta es una de las actividades de más alto impacto y daño ambiental. “Solicitamos del Gobierno reubicar a todos los campesinos que se encuentren dentro de las áreas de formación kárstica, que estén dentro o no de la zona protegida de Los Haitises, para reducir los impactos que generan con actividades altamente conflictivas en esos espacios de gran vulnerabilidad e importancia ambiental, como es la tala y quema, el conuquismo y la ganadería”, refirieron los técnicos. En una comunicación, los ecologistas plantearon que, de concretarse el proyecto, corresponde al Estado garantizar que las operaciones de la planta dispongan de los adecuados dispositivos de control de la polución atmosférica, mediante el uso de tecnología de última generación, tal y como se establece en el Plan de Manejo y Adecuación Ambiental.
DIARIO LIBRE Camara de Diputados invita Secretario de Medio Ambiente Indagarán sobre la instalación de fábrica de cemento en los Haitises SANTO DOMINGO. La comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados invitó para la próxima semana al secretario de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, para que aclare aspectos de la instalación de una cementera en el Parque Nacional de los Haitises. El presidente de la comisión, Mario Fernández Saviñón, explicó que existen dos informes contradictorios sobre la viabilidad o no de que se permita la instalación de una planta de fabricación de cemento en esta área protegida. Según dijo Fernández Saviñón, existe un informe que concluye en que no debe darse la licencia ambiental, y otro firmado por el subsecretario de Recursos Costeros y Marinos, que deja entrever que pudiera permitirse la operación de la empresa. Para mañana sábado, la comisión de Medio Ambiente visitará, con un grupo de ambientalistas, la comunidad de Gonzalo en Monte Plata y el lugar donde se tiene previsto instalar la fábrica de cemento. De Socorro Arias / Redactora Senior
08 Mayo 2009, 01:49 AM
Medio Ambiente da por cerrado caso cementera Aclara que el proyecto no está dentro de los límites del Parque Nacional Los Haitíses SANTO DOMINGO.- "El tema de la cementera está cerrado y la empresa ya tiene su licencia" dijo el secretario de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal a propósito de las denuncias de que el Consorcio Minero Dominicano, S.A. instalará su planta de operaciones en el Parque Nacional Los Haitíses, lo cual niega. Fernández Mirabal aclara que el proyecto no está dentro de los límites del parque, y que en lo adelante el papel de la cartera que dirige es regular que se cumplan con los parámetros establecidos. Aunque advierte que la instalación de una planta procesadora de agregados siempre tendrá un impacto ambiental negativo, sin importar en qué lugar se establezca. "Si usted deja a Jaime David que decida, a mi no me gustan las cementeras; pero el Estado tiene unas reglas y lo único que yo tengo que hacer como secretario de Estado es que adaptarme a las reglas", dijo. Asimismo, explicó que el proyecto se desarrolla dentro de la Concesión Minera Osua y que el área del polígono de explotación no toca el área protegida de Los Haitíses, cuyo punto más cercano se sitúa a aproximadamente tres kilómetros; mientras que el núcleo poblacional más cercano se encuentra a dos kilómetros aproximados. "Pero algunos políticos prefieren que esas tierra las siguieran ocupando, porque la mayoría de esas tierras eran cañaverales que eran del CEA y algunos políticos en el momento en que han estado en el poder se la han repartido a amigos", agregó. El secretrio de Medio Ambiente afirma que la planta, la cual tiene como objetivo la extracción de agregados para producir cemento tipo Portland, cumple con las exigencias operacionales y que además utilizarán modernas maquinarias. Fernández Mirabal justifica que el proyecto del Consorcio Minero Dominicano generará empleos y además comenzó a reforestar la zona, como lo exige la secretaria de Medio Ambiente. "En dos años cuando se termine la planta ya las montañas tendrán árboles de un metro", señaló. El proyecto Consorcio Minero Dominicano, S.A. pagó alrededor de RD$ 6.5 millones a Medio Ambiente para obtener la licencia operacional, monto establecido de acuerdo a la inversión total de la cementera, que será de 60 millones de dólares. El proyecto del Consorcio Minero Dominicano operará en una zona propuesta para la explotación, procesamiento y reserva de material. Tienen como objetivo la extracción de agregados para producir cemento tipo Portland. Está ubicado en la provincia Monte Plata, municipio de Sabana Grande de Boyá. Se desarrolla dentro de la concesión de Osua con una extensión de 6,365 hectáreas. Utilizará una superficie equivalente al 50% del área del total de la concesión de Osua. Recomendaciones Previo a la emisión de la licencia, la secretaria de Medio Ambiente designó una comisión técnica, la cual visitó el área de la propuesta, a fin de obtener información referente a las características del sitio y a partir de estas hacer las recomendaciones pertinentes. Modificar los límites de la concesión, alejándolos de los límites del área protegida; evitar el paso de equipos pesados por los poblados aledaños a fin de proteger sus caminos y calles; suplir la demanda de agua potable para las viviendas aledañas y establecer un programa de reforestación con plantas nativas, son algunos de los requisitos impuestos a la cementera. Asimismo, se recomendó establecer un programa de recuperación de áreas minadas en su programa de manejo y adecuación ambiental y el uso de tecnologías apropiadas para disminuir las partículas menores (polvo) en suspensión. De Ana Peguero Una columna vergonzosamente vaciada sin cemento… |
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| Emilio José Brea García |
| Viernes, 5 de junio de 2009, 1:00 a.m. |
| En medio de una muy bien disimulada tensión, subliminalmente transparentada y posiblemente anticipada por gente del público en el que extrañamente no había ningún medio periodístico (o quizás no les invitaron), se inauguró el miércoles en la noche, en el Hotel El Embajador, el Seminario “Hacia una arquitectura verde” que patrocinó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales –SEMARENA- y fue organizado por la Fundación Erwin Walter Palm, a invitación de la primera, y gracias al ahínco y tesón de su incumbente, el médico siquiatra y ecologista, Jaime David Fernández Mirabal, que le dio un personal seguimiento a todo el tinglado organizativo del mismo. Sin embargo la palabra cemento el único que la mencionó fue precisamente él, y lo hizo dos veces. El tema de la Cementera en las inmediaciones de los Haitíses, cerca o distante, estaba esa noche subyacente y está actualmente sobre el tapete y ahora con muchos mayores bríos porque la Comisión de Medio Ambiental de la Cámara de Diputados ha pedido al Congreso Nacional la revocación de la licencia 157-09 expedida por la SEMARENA, para la explotación de terrenos en la zona donde se permitiría instalar una fábrica de Cemento, quizás la sexta que tendría RD. Conversaciones, discusiones y reflexiones previas ha permitido determinar que la persistencia de su instalación en la zona, es por la estratégica ubicación, una vez se hizo la carretera SD-Samaná (aunque sea hasta el cruce de Molinillos). Cerca de todos los puertos de embarque y desembarque más que de localidades depauperadas, sobre mantos acuíferos de un gran número de vetas subterráneas y exclusivas zonas cársticas. Independientemente del problema de la contaminación fabril del aire en todo el entorno y mucho más allá (aunque le pongan todos los filtros posibles), una cementera aún lejos del área reservada, es un peligro para la zona, para el país, para la región de Caribe y hasta para el mundo que debate la agonía del planeta en medio de precariedades económicas y medio ambientales. Ahora bien, el problema es que donde se ha autorizado instalar, era parte del mutilado sistema que una vez tuvo 1,600 kilómetros cuadrados y ahora apenas llega a unos 800, luego de pasar por un proceso de recortes en las leyes de “protección” que le ha cercenado dos veces su dimensión (como si se tratara de un biscochito al que hay que ir comiendo poco a poco para no empalagarse). Y con todo, los científicos dicen y saben que la zona cárstica cubre mas que esos kilómetros cuadrados y que llega a mil ochocientos veintitrés (1,823. Km2). Pero cercenado el parque y ya vulnerado con la carretera a Samaná (parecería una alevosía muy bien planificada), el parque se ha mostrado indefenso y las agresiones no se han hecho esperar. Pero hay más, y es que Los Haitíses no nos pertenecen. Son parte integral de un arreglo geológico que en la etapa formativa del conglomerado geográfico que definió el archipiélago de Las Antillas, creó el eco sistema de superficie (solo aparentemente, porque hay ríos subterráneos y está la capa de aire atmosférico) en la isla con la segunda dimensión en tamaño, del grupo insular que hace parte (también integral) de la región del Caribe, que nutre e influencia las costas del norte de Suramérica y del este de Centroamérica y hasta del sur de Norteamérica, recibiendo anualmente, toda la carga de vientos y lluvias provenientes de la zona ecuatorial africana desde el oste de sus costas. En consecuencia, Los Haitíses, que están en esa zona ahora amenazada por la voracidad empresarial, es una antesala, un recibidor, un vestíbulo geográfico e insular, que dispone, cual aduanas ecológica, la devolución del sistema de vientos o su ingreso e integración, su reciclaje y descomposición, según sea, para redistribuir direcciones de sistemas de vientos y lluvias en todo el amplio entorno geográfico arriba y antes descrito. Por eso me pregunto: ¿Es demasiado pedirle al excelentísimo señor presidente de la República Dominicana, país que tiene la dicha de poseer ese lugar (Los Haitíses) que revoque la licencia 157-09 y se enaltezca contribuyendo así a la real y verdadera protección del patrimonio natural de la Nación? No obstante y aún siendo así las cosas, el protocolo inaugural del seminario “Hacia una arquitectura verde”, se cumplió casi a la perfección, salvo el dislate tecnológico -que siempre ocurre por más ensayos que se hagan-, al intentar pasar una primera vez, un video (Mi tierra) que luego pudo verse y oírse muy bien. Pero el arquitecto José Enrique Delmonte, presidente de la FEWP, abrió la noche, tras un demasiado extenso introito de la presentadora, la arquitecta Lissette Selman (quien emocionada por el tema puso su grano de arena, profesional y bien pronunciado) y fue diplomáticamente cauto y cuidadoso, pero protestante con altura ante el inminente peligro ecológico ambiental de lo que está sobre el tapete e incluso sin que se notara, salvando el honor de la entidad organizadora, en medio del tráfago público que pide en las calles, con piquetes de protestas, que saquen las manos de allí, de las cercanías o lejanías de Los Haitíses…Y luego Jaime David, suplicante ante el desmadre mundial y local, aunque sin entrar en las arenas movedizas del tema, con un discurso improvisado más que aceptable, honroso y tenaz, como el siempre lo ha sabido hacer, dejó abierto el seminario con un final de lectura a un breve poema de Mario Benedetti, ¿en homenaje póstumo o anticipo lapidario?, me preguntó un amigo. Yo le sonreí. No podía hacer más, me tocaba presentar al invitado de honor de la noche, el arquitecto de Belo Horizonte, Brasil, Joao Antonio Diniz Valle, al que las circunstancias le habían obligado a ponerse una chaqueta, aunque sin corbata, ante la vana formalidad europea de nosotros los caribeños (tropicales y antillanos) que persistimos en mantenernos colonizados hasta en la vestimenta. Estas fueron mis palabras, aún con las pupilas dilatadas (porque había estado en un chequeo médico al caer la tarde) “Buenas noches... ¡Creo que seré breve! (alguien me dijo que no lo fui, pero claro porque luego de tres discursos…) Pedí presentar a Joao Antonio Diniz Valle porque le conocí en el 2007, y creo que como él creyó en mi, yo creí en él. El andaba de “facilitador” del Forum Internacional de Jóvenes Arquitectos. Yo también, que fui parte de la nutrida delegación de dominicanos y dominicanas que hicimos el grupo más numeroso de esa actividad (creo que éramos una docena) realizada en Saint-Pierre, Martinica, en una calurosa primavera, donde compartimos junto a Mauricia Domínguez, que también era "facilitadora". El grupo, reconoció en Diniz un talento con humildad (cosa rara, no que le reconocieran, sino que él lo fuera). Pero como de eso hace apenas dos años, he preferido invitar a ésta presentación, las letras que a titulo de prólogo, le dispensara su amigo barcelonés, Pere Serra Amengual, en un texto editado en el 2002, y tras ellos haberse conocido en 1992. Pere Serra escribió que cada reunión que sostenía con el grupo de jóvenes arquitectos recién conocidos, era “…una nueva carga de energía para continuar esa lucha permanente que todos los comprometidos con la arquitectura y con la sociedad, mantenemos en nuestros respectivos puestos frente a los especuladores, los prevaricadores, los aprovechados, los ignorantes, los vanidosos, los fatuos, los artistas del gesto sin sentido, los vendedores de humo y… los corruptos, incluso aquellos que lo son sin saberlo”. Hijo de Ricardo, un militar NO represivo de tiempos dictatoriales (quien le compró su primer proyecto), tuvo la suerte de que quién sería su madre, Lucia, tenía herencia y vena artística. Ella vivía en Juiz de Fora, una ciudad entre tres grandes ciudades, a 480 kms de Sao Paulo, a 270 de Belo Horizonte y a 180 de Río de Janeiro. Allí se conocieron los Diniz Valle, y casaron. En consecuencia Joao Antonio nació en medio de esa frontera cultural urbana y prefirió el intermedio. Por eso es “minero” porque su ciudad natal, está en el estado de Minas Gerais, que quiere decir minas generales. Allí todo gira en torno a la minería pero Joao eligió el arte, la arquitectura, la música, la fotografía, el cine, la poesía y lo contestatario, por social, por comprometido. Le tocó nacer el 16 de octubre de 1956, que fue un año muy peculiar, como suelen terminar siendo todos los años, cuando se les mira en retrospectiva. En Cuba desembarcaba el Granma, aquí ya estaba La Feria y este Hotel, donde se hospedó Juscelino Kubitschek cuando vino a visitar la Feria. De aquí salió para impulsar la construcción de Brasilia que inició ese mismo año. Con esto siempre he querido decir algo. En Sao Paulo inauguraban un edificio de 150 metros de altura, y ese mismo año, en México, empezaban a construir la Torre Latinoamericana con 32 más que el Altino Arantes (como se llama el de Sao Paulo). Mientras tanto en Juiz de Fora se inauguraba a la vida Joao Antonio Diniz Valle que había venido al mundo para hacer una arquitectura de compromiso “…con su sociedad y con su tiempo” como dice en ese prólogo compartido su amigo Pere Serra, para añadir que “…el resultado es espléndido. Desde lo más insignificante hasta el atrevimiento de la forma y el color soñado en el papel y convertido en realidad física gracias al poder de la palabra y la persistencia”. Serra y yo no nos conocemos pero coincidimos en que la obra de Joao Diniz nos enseña que “...los que luchamos por mejorar la vida de los más débiles, de los más desfavorecidos, de los no poderosos, no estaremos nunca solos. Siempre habrá, cerca de nosotros, un GAMBÁ al que podremos reconocer alzando la cara al viento e inspirando el aire fresco del anochecer” o de un nuevo amanecer. El les explicará ahora qué es un GAMBÁ…” | Diniz se puso de pié, dio dos pasos y fue hasta donde yo estaba y me abrazó, y hasta me dio un beso. Luego me dijo que nadie en Brasil sabe en que año el nació, y en RD ya lo sabian cientos...
CEMENTERA Jaime David reitera que cementera no está cerca de Los Haitises El funcionario afirmó que, sobre la fábrica, se ha partido de una gran mentira
Máximo Laureano/Clave Digital sábado, 06 de junio de 2009
SANTIAGO, República Dominicana.-El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Jaime David Fernández Mirabal, reiteró este viernes que la cementera que se ha comenzado a instalar en la comunidad de Gonzalo, en la provincia de Monte Plata, no está cerca de Los Haitises.
A su salida del Centro León, donde se presentó el documental Home, el funcionario afirmó que, sobre la fábrica, se ha partido de una gran mentira, situación que, según dijo, ha traído consigo todo este debate.
“Eso no está en Los Haitises, ni siquiera hay mogotes, ni formaciones cársticas donde está”, subrayó el ex vicepresidente de la República.
Asimismo, aseguró que “ahora respetamos el derecho y estamos muy contentos de que haya mucha gente que haya reaccionado, porque así, cuando sea verdad que alguien quiera hacerle daños a Los Haitises, como le hizo la carretera (Santo Domingo-Samaná), que lo rompió en dos, habrá defensores”.
Sin embargo, el funcionario rehúso hablar sobre la posibilidad de abrir un debate para que cada sector exponga sus puntos de vista. “Así como cuando alguien quiera cultivar dentro de Los Haitises, como queman muchos desaprensivos para producir yautía y cuando alguien quiera atentar contra el mar, nuestras islas, nuestros humedales o cualquier área, el pueblo dominicano sabrá reaccionar”, indicó Fernández al ser cuestionado sobre la controversia suscitada por la construcción de la cementera en las cercanías del Parque Nacional de Los Haitises.
A la salida del Centro León el funcionario se encontró con una manifestación de un grupo de jóvenes que adversa la construcción, quienes le esperaron en la puerta del recinto con pancartas en manos.
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