viernes, 21 de agosto de 2009

En Democracia, no se resuelve nuestro problema con los haitianos...




Mariotti critica Hartley por denuncia

21 Agosto 2009

Santo Domingo. Los supuestos maltratos a ciudadanos haitianos en los bateyes del país denunciados por el padre Christopher Hartley, están poniendo en peligro el acuerdo de importación de azúcar entre la República Dominicana y la Unión Europea, según el senador peledeísta Charlie Mariotti.

Ante esa situación, informó que enviará al nuncio católico en el país y al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez una carta, firmada por todos los senadores, la cual plantea que la campaña sucia de Harley contra el país. Llamó al canciller Carlos Morales Troncoso a tratar de detener esa práctica, la cual calificó de mal intencionada.


Una campaña orquestada desde aquí para favorecer a los haitianos
Contra la discriminación y los sin patria en la República Dominicana

Por: Bridget Wooding

Muchas décadas de migración no regulada de los haitianos que han venido a vivir y trabajar en la República Dominicana se han traducido en una significativa población cuya situación es incierta y que son vulnerables a la discriminación generalizada y los abusos de los derechos humanos.

En la República Dominicana, las cuestiones del registro de nacimiento y la nacionalidad están estrechamente entrelazados. Como es común en América Latina, la norma de jus soli aquí Dominicana significa que un certificado de nacimiento se ha convertido en la prueba de la nacionalidad para los niños que nacen en el país.

El nacimiento debe ser registrado por el individuo para poder solicitar una cédula (DNI) o pasaporte. El certificado de nacimiento también proporciona acceso a una serie de otros derechos y protecciones especiales para el niño, tales como la protección contra la trata de personas, trabajo infantil o el matrimonio precoz.

Funcionarios del registro civil se encargan de determinar si el niño que ha sido puesto a su disposición a que su nacimiento registrado tiene derecho a la nacionalidad dominicana. Si el oficial decide que el niño no pueden acogerse a la nacionalidad dominicana - como en el caso de los no autorizados inmigrantes procedentes de Haití - que se niegan a inscribir el nacimiento y no hay ningún sistema claro de apelación contra dicha decisión.

El derecho a la inscripción de los nacimientos es, pues, equipararse al derecho a la nacionalidad dominicana y la denegación de la inscripción de los nacimientos se ha convertido en el mecanismo de la denegación de la nacionalidad a los hijos de inmigrantes haitianos irregulares.

La xenofobia

Los dominicanos tienen arraigados prejuicios contra los haitianos. Perciben Dominicana identidad europea y, sobre todo hispanos, a pesar del hecho de que los dominicanos tienen raíces africanas también. Xenofobia Dominicana tuvo su expresión más violenta en 1937, cuando la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo ordenó a los militares para llevar a cabo una matanza de nacionales haitianos y Domínico-Haitianos en las provincias fronterizas; unas 6.000 personas fueron asesinadas.

Casi cincuenta años después del derrocamiento del régimen de Trujillo, la xenofobia y el racismo son mucho menos frecuentes y virulentas, pero todavía hay una ignorancia generalizada y los prejuicios. Los dirigentes políticos se muestran reacios a tomar la iniciativa sobre la cuestión de la migración haitiana por temor a ser acusados de traición los intereses nacionales. sucesivos gobiernos prácticamente han fracasado en la tarea de introducir un marco jurídico compatible con las normas internacionales.

La mayoría de líderes de los partidos políticos se muestran reacios a abordar la cuestión y esto se ve agravado por las actitudes de los grupos poderosos en el sector privado que tienen un interés creado en el mantenimiento de un flujo no regulado de la barata y dócil mano de obra migrante en la agricultura, la construcción y el turismo.

Estos factores han colocado una carga especial de la sociedad civil en el movimiento de derechos humanos, tanto a nivel internacional como en el país. Este movimiento se originó en la década de 1980 en la campaña contra el abuso de migrantes cortadores de caña. Se continúa en la actualidad, pero se ha ampliado el enfoque para abarcar los inmigrantes haitianos y sus descendientes en el país en su conjunto.

Un cambio notable en el movimiento en los últimos años es que ahora las ONG Dominicana desempeñar el papel principal, con los socios internacionales la prestación de apoyo, en lugar de viceversa.

De acuerdo con la República Dominicana en 2004 la Ley de Migración, un proceso de regularización a largo plazo para los inmigrantes irregulares que han tenido lugar - a la ciudadanía o la residencia legal a "no residentes que cumplan determinados requisitos - ante la ley se aplicó, pero el gobierno dominicano no ha producido cualquier plan de regularización hasta la fecha. Hasta hace poco no había otra alternativa registro civil o certificado de nacimiento para aquellos niños cuyo nacimiento reclamar legalmente a existir es negado. Sin embargo, a principios de 2007, la Junta Central Electoral estableció un Registro de Relaciones Exteriores para los niños nacidos de madres extranjeras indocumentadas.

Durante más de una década los activistas pro-inmigrantes han prestado mayor atención a la impugnada y en una variedad de formas en que la denegación de la nacionalidad dominicana a los niños de origen haitiano (o sospechosos de ser de origen haitiano), nacido en la República Dominicana. Por ejemplo, la República Dominicana gobierno continuamente repite la falacia de que todos los descendientes de haitianos que viven en la República Dominicana tengan acceso a la nacionalidad haitiana.

La realidad es que, en virtud de la Constitución de Haití y de Haití de 1984 la ley sobre la nacionalidad, hay varios grupos de personas de origen haitiano nacidos fuera de Haití que no tienen acceso automático a la nacionalidad haitiana.

Justicia a través de los tribunales

Al principio, una decisión estratégica fue tomada por los activistas de derechos humanos de centrarse en tratar de establecer jurisprudencia para lograr un cambio duradero en lugar de abordar la cuestión de un carácter fragmentario.

En octubre de 1998, un grupo de organizaciones regionales de derechos humanos apoyaron la Domínico-Haitiano Movimiento de Mujeres (MUDHA 2) en la presentación de una queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Comisión de Derechos Humanos sobre la forma en que las autoridades dominicanas habían negado a los certificados de nacimiento dos niñas de ascendencia haitiana, Dilcia Yean y Violeta Bosico. La Dominicana ONG sobre el terreno ha detallado la información local sobre los abusos de derechos humanos sufridas por los haitianos y sus descendientes en el país y, después de haber agotado todos los recursos internos decidió tomar el caso - como un caso de prueba - a través de la Comisión Interamericana de los derechos humanos del sistema.

Siete años más tarde, en septiembre de 2005, una importante resolución judicial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Corte (CIDH) hizo obligatorio para la República Dominicana para cumplir con el artículo 11 de su Constitución, que garantiza el derecho a la nacionalidad dominicana a todos los nacidos en Dominicana suelo (jus soli), a menos que son los legítimos descendientes de los hijos de diplomáticos o personas en tránsito.

La CIDH determinó que al negar a estas chicas de certificados de nacimiento al gobierno dominicano había violado sus derechos a la nacionalidad, a la igualdad ante la ley, a un nombre y al reconocimiento de su personalidad jurídica - derechos enunciados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que ha sido ratificados por la República Dominicana.
El tribunal también ordenó que el gobierno dominicano debe:

* Crear una forma simple, accesible y razonable sistema de registros de nacimiento tardías
* Tener en cuenta la particular situación de vulnerabilidad de los niños dominicanos de origen haitiano
* Asegurarse de que los requisitos para la nacionalidad están claramente determinada, uniforme y no se aplican de manera discrecional por los funcionarios del Estado
* Establecer un proceso eficaz de revisión de la denegación de los certificados de nacimiento
* Garantizar el acceso a la educación primaria para todos los niños, independientemente de su ascendencia u origen.

El 14 de diciembre de 2005, la Corte Suprema de la República Dominicana parecía volar en la cara de este hito regional sentencia, declarando que la Constitución de Haití se debe aplicar en la preferencia a la Constitución Dominicana, haciendo caso omiso de la territorialidad de la aplicación de las leyes. Esta decisión del tribunal dice que negar la nacionalidad dominicana a los hijos de inmigrantes haitianos indocumentados no dejarlos apátridas desde la Constitución haitiana establece el jus sanguinis-- la regla de que la nacionalidad se transmite por la línea de sangre.

El resultado combinado de la República Dominicana política de negar el registro de nacimiento a cualquier persona con sospecha de los padres haitiano y la dificultad de adquirir los documentos haitiano es que en muchos casos los niños son apátrida.
A los ojos de las autoridades dominicanas, los hijos heredan de sus padres "irregular" situación. En ausencia de los programas de regularización o de un cambio en la política, la ilegalidad es una permanente posibilidad muy real para muchos.

En 2006 el Comité Ejecutivo del ACNUR reunión, el 4 se hizo hincapié en que el caso Yean y Bosico ha dado la más importante resolución judicial en el mundo de la nacionalidad y la apatridia en 2005. Sin embargo, esto parece ser lo suficientemente reconocido en la República Dominicana sí mismo y completa ejecución de la condena parece un sueño lejano. Para su crédito, las autoridades han cumplido con las reparaciones financieras, pero, lamentablemente, muestran signos de profundización de la discriminación que la Comisión Interamericana de los derechos humanos del sistema se ha pronunciado no deben repetirse.

El paso de la nacionalidad

Dos bombas recientes han avivado el debate, presentando nuevos desafíos para los activistas de la sociedad civil. En septiembre de 2008, el Director del Registro Civil ha preparado un documento solicitando que unos 126 dominicanos de ascendencia haitiana ser despojado de su nacionalidad sobre la base de que sus padres no tenía ni Dominicana un documento de identidad ni una situación migratoria en el momento de la inscripción de los nacimientos. Como periodista dominicano observó con gran ironía, el único lugar posible que podrían estar en tránsito hacia fuera "después de la vida", porque la gran mayoría, que siempre ha mostrado a esta tierra de inmigrantes y emigrantes.

El recién reelegido Presidente Fernández someterá al Congreso en septiembre de 2008 una propuesta de reforma de la Constitución, que incluye una nueva cláusula que se indica que la nacionalidad dominicana no pueden ser adquiridos por los hijos de esos padres que residan ilegalmente en suelo dominicano. En caso de que esta versión suavizada del jus soli se aprobó (y no hay ninguna razón obvia por qué no debería ser, dado que Irlanda, por ejemplo, presenta exactamente tal restricción en la adquisición de la nacionalidad), los debates jurídicos llegará aún más enrarecido niveles.

Más allá de protestar enérgicamente contra la posible aplicación retroactiva de ilegal cualquier cambio constitucional, activistas de la sociedad civil seguirá de dar prioridad a poner de relieve la necesidad de una igualdad de condiciones. A diferencia de los EE.UU. o la mayoría de los países de América Latina, que han recibido un número significativo de inmigrantes, la República Dominicana nunca ha tenido un programa de regularización no autorizados residentes de larga duración - todavía es una gran defensora de los derechos de los dominicanos emigrados y sus descendientes en el extranjero.

Si bien la jurisprudencia regional es importante y necesario, lo esencial es reforzar la educación cívica para garantizar el Estado es llamado a rendir cuentas como garante de los derechos fundamentales.

"Sin papeles - que son como los cerdos en el barro".
(Luisa, un trabajador agrícola ancianos nacidos y criados en la República Dominicana)

Bridget Wooding (bwooding@flacso.org.do) es un investigador asociado con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de la investigación en Santo Domingo, especialista en migración, género y derechos humanos.

QUE ES FLACSO ?
Es uno de los principales puentes entre el pensamiento científico social y las políticas públicas en la República Dominicana.

FLACSO-RD realiza unos trabajo de "integración de la isla" el desarrollo humano sostenible y la integración latinoamericana y caribeña, en particular con los trabajos que realizan el embajador de la República Dominicana en Haití, Rubén Silié Valdez, Wilfredo Lozano, Francisco Cueto, Director de FLACSO-RD y Carlos Segura.

A este grupo se le agregan un grupo de extranjeros Richard Moseley-Williams, Cemephise Gilles, Bridget Wooding, Kaitlin Porter entre otros, financiados por misteriosas organizaciones que se dedican a presionar al Estado Dominicano para que asuman la responsabilidad de los millones de ilegales haitianos que tratan de obligar a aceptarlos como dominicanos como parte de una conjura ya denunciada por el presidente Joaquín Balaguer en 1991, de los Estados Unidos de América, Canadá, Reino Unido, España y Francia, hoy vemos los resultados de esa palabras de advertencias, como voz de alarma, hechas realidad.

Estas soluciones son encaminadas a través de extrañas ONG's que son financiadas por agencias como Federación Luterana Mundial(FLM), Visión Mundial (VM), Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Agencia Francesa de Cooperación(AFC),Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Agencia Donante (Belga), Connections for Developpement (CfD), France Coopération internationale, AFD, Comisión europea, Zona de Solidaridad Prioritaria (ZSP), Consejo sobre Asuntos Hemisféricos(COHA) y muchas más que se encargan de asesorar desde como lograr un acta de nacimiento ilegal hasta la formaciones de células compitativas en las diferentes regiones y ciudades de República Dominicana.

A base de chantaje, pretenden tener lo que no tienen los Dominicanos

Los sin estado en la República Dominicana

por Kaitlin Porter/*COHA Research Associate
Publicado el Jueves, 13 de agosto de 2009

El dicho de que viejas heridas son profundas nunca ha demostrado ser más cierto que en el caso de la relación entre la República Dominicana y Haití, los dos países que comparten la isla de La Española.

Desde la declaración de la independencia de su vecino en 1844, la República Dominicana superior visiblemente a Haití económicamente y en muchos otros aspectos. Sin embargo, la República Dominicana del aumento relativo de la prosperidad se ha visto acompañado por un aumento en el racismo con respecto a los haitianos. A lo largo de los años, los haitianos han experimentado incansables perjuicio de la República Dominicana, en particular después de que habían emigrado allí en gran número a partir del siglo pasado. El liderazgo Dominicana, lo que refleja la actitud de la población en general, sigue considerando que los haitianos como un menor y que las personas han intentado, por lo general en contradicción con la ley aplicable, para frustrar los esfuerzos de Haití para lograr la ciudadanía.

Apátridas -aquellas personas sin ciudadanía o nacionalidad- representan un gran problema y una sub-crónica dilema diplomático internacional. Sin un país, los apátridas gubernamentales carecen de protección y están crónicamente negado los derechos humanos inalienables.

Apátridas de personas viven en constante peligro de ser deportadas, sin embargo, carecen de un hogar para regresar al país. Sin ciudadanía, no son capaces de recibir la atención de la salud o la educación, y la falta de cualquier forma de representación en el gobierno. Por ejemplo, en el caso de la República Dominicana, Haití el 90 por ciento de los hombres trabajan principalmente en los sectores agrícola e industrial, y casi el 90 por ciento de estos o bien no tienen escolaridad o sólo han alcanzado una educación primaria elemental. Es poco probable que esta situación va a cambiar. Sin personalidad jurídica, la creciente población haitiana no puede gozar de la plena participación en la sociedad.

A través de la ventana en la historia de estos dos países, y con el examen de las políticas actuales en la República Dominicana, los patrones sociales que se han fusionado obreros haitianos han marginado en el país, dejándolos sin derechos ni protección, y sus hijos que son sin personalidad jurídica ciudadanía.

La Isla del Tesoro

La República Dominicana y Haití no eran siempre las naciones que luchan, como el español y el francés había allí una vez propiedad de las colonias que contienen muy lucrativo plantaciones de caña de azúcar, que funcionaba en el trabajo esclavo.

El éxito de las plantaciones de azúcar en Haití permitió, por un breve período de tiempo, para llegar a ser la colonia más rica en el "Nuevo Mundo". Esta era de la riqueza llegó a su fin con la rebelión de esclavos en 1791 encabezada por Toussaint L'Overture, que Posteriormente se estableció la segunda república en el hemisferio. A pesar de ganar su libertad, los haitianos perdieron la riqueza que el país poseía una vez y el nuevo Estado independiente que quedaba como una tierra asolada por la guerra. En Haití, una población mayor de los esclavos existentes en la parte oriental del país que su contraparte occidental, a la que L'Overture ha ampliado su revolución con el fin de abarcar español controlado Santo Domingo en 1801. Esta disparidad, que se convirtió en la división étnica de cada una de las partes de la isla, el futuro, Haití se convirtió en un estado de la mayoría de ascendencia africana de esclavos y lo que se convertiría en la República Dominicana es un país predominantemente mestiza de sangre. La discriminación contra las personas que habitan en el mundo de la primera "negro" nación pronto se convirtió en un fenómeno generalizado, lo que resultó en un patrón de aislamiento y abandono por la comunidad internacional, que finalmente asumió la cicatrices duraderas del racismo y la pobreza.

La República de Haití tomaron el control de la parte española de la isla durante 20 años poco después de su independencia se estableció.. Esto duró hasta Dominicana obtuvo la independencia el 27 de febrero de 1844. Si bien no ha habido un conflicto abierto y directo entre las dos naciones desde entonces, la tensión y amargura montado entre los dominicanos, por haber sido objeto de una vez el talón de Haití. La República Dominicana fue azotado por la violencia y la inestabilidad política que condujo a la intervención de España en 1861 y un posterior ocupación EE.UU. de 1916 a 1924.. Después de la salida de las tropas de los EE.UU., Rafael Trujillo, quien había servido en Washington local del servicio de seguridad, fue elegido presidente de la República Dominicana, trayendo con él una dictadura militar y una gran cantidad de propaganda racista dirigidos a la gran comunidad de haitianos que viven en el país.

Trujillo y la Masacre de haitianos

El ethos cultural de la dictadura de Trujillo promovió la idea de los dominicanos que posean un "euro-hispano" de identidad, en comparación con sus injurias "África" vecinos. Este dictador arbitrariamente en cuenta la realidad de las diferencias mínimas en la carrera entre las dos culturas. En 1937, Trujillo ordenó la deportación forzosa de todos los haitianos ilegales, principalmente-que residen en el país.

El verdadero objetivo fue la de decenas de miles de haitianos que viven en la República Dominicana, la represión condujo a la matanza de los haitianos. El número de víctimas mortales en cuestión es muy debatida, pero la más alta estima lugar el número de muertos en 20.000. Una pequeña población de dominicanos de ascendencia haitiana también fueron víctimas de la masacre. Aunque no masacre ha tenido lugar, el enorme sufrimiento todavía continuó debido a la falta de derechos que les deja desprotegidos y vulnerables a la discriminación e incluso la muerte.

Una isla dividida

El malestar en la Hispaniola no terminó después de Trujillo, con la República Dominicana y Haití, tanto para establecer políticas de trabajo, estabilidad social y económica. Después de las repetidas invasiones y ocupaciones de la República Dominicana por Haití en la mayor parte del siglo 19, el oponente y los esfuerzos realizados por el gobierno dominicano para influir en el desarrollo político en Puerto Príncipe en el siglo 20, la brecha entre las dos naciones ha seguido para crecer. Actualmente, hay aproximadamente un millón de haitianos que viven en la República Dominicana de sus casi 10 millones de habitantes. Durante décadas, los haitianos se han motivado en varias ocasiones a emigrar a la República Dominicana en busca de salarios más altos y mejores condiciones de vida. Un gran número aún reside permanentemente en la República Dominicana y trabaja en impopulares y difíciles trabajos que normalmente evitan los dominicanos (es decir, copias de romper la mano de obra en campos de caña de azúcar). Debido a esto, los trabajadores haitianos que viven ilegalmente en la República Dominicana a la copia de mano de obra desgarradora en la que la economía dominicana, en particular el sector agrícola, depende.

Hasta el día de hoy, el gobierno dominicano refleja una popular manifestación de racismo que aún no ha sido un presidente que reconoce una parte del patrimonio-Haitiano, José Francisco Peña Gómez, hijo de inmigrantes haitianos que habían huido del país como un niño en el momento de la la masacre de 1937, fue la persona más cercana a la extracción de Haití puede ser designada como un candidato presidencial de buena fe. Los dominicanos todavía evitar los haitianos, a la hora de su participación en la sociedad civil, especialmente dentro de la arena política, a pesar de su dependencia de la mano de obra haitiana. Una elocuente defensora de política, social y la igualdad racial, Peña Gómez se produjo en el tercer lugar en las elecciones de 1990, después de la oposición puso en marcha una amplia campaña de difamación dirigida contra él durante la carrera presidencial que se rampante con insinuaciones raciales. Fue galardonado con la nominación de su partido de nuevo en 1994, pero su candidatura fue una vez más deshecha por la discriminación racial. La República Dominicana sigue siendo el único país de América Latina con una gran población afro-latina que no tiene leyes que efectivamente es un desafío al conflicto racial entre ellos y su desdeñosa mayoría población mestiza.

En su mayor parte, la República Dominicana de todas las clases expresa desdén desprecio por los inmigrantes de Haití, con respecto a ellos como vagabundos parasitarias. Según un informe de USAID, este sentimiento se basa en la creencia de que el dominicano "sostenida afluencia de haitianos ilegales y transitorios añade a la carga del país de la pobreza y las cepas más la ya de por sí insuficientes servicios de salud y educación." Tontamente, esta postura no discriminar cuenta el hecho de que la población haitiana ilegal o no es recibir el mismo servicio que se les acusa de privar a los nativos de los dominicanos.

Una generación de haitianos nacidos en los términos de intensa discriminación se ha convertido en la República Dominicana. Debido al temor de la competencia por los puestos de trabajo y recursos, los dominicanos nativos intento de segregar de la sociedad dominicana los haitianos y les impide obtener la ciudadanía. Los de ascendencia haitiana, nacidos en suelo dominicano, siguen negado reiteradamente la ciudadanía y ahora se considera a menudo una población de apátridas.

Apátridas: Sin Ciudadanía, sin derechos

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) define dos tipos de apátridas: de jure, en el que una persona no se considera una virtud de la legislación nacional de cualquier país y, de hecho, en la que una persona formal de la nacionalidad se ignora por los términos de su país de derecho de ciudadanía. La apatridia es el resultado de una autoridad del Estado para regular sus normas para la concesión de la nacionalidad, al negarse la ciudadanía a aquellos que reúnan las condiciones para obtenerla en otro lugar, independientemente de la situación real. Estados suelen negar la ciudadanía a aquellos que tienen conexiones a otro país por nacimiento, ascendencia, o de residencia, lo que crea una pretensión jurídica de los apatrida. En el caso de denegación de la ciudadanía a las personas de ascendencia haitiana, incluso los nacidos en la República Dominicana, la nacionalidad se basa en criterios de origen étnico y la ascendencia en vez de la legalidad. Por último, muchos solicitantes de ciudadanía son rechazadas porque carecen de un certificado de nacimiento. A las personas sin una no tienen derecho a la ciudadanía a pesar de los certificados de nacimiento sólo se podrá a disposición de los niños nacidos en un hospital.

Esta es una exigencia impracticable, dada la frecuencia con los niños en un país en desarrollo nacen en el hogar en lugar de en un hospital de inmediato la adquisición de un certificado de nacimiento mucho más improbable. Dominicana por la ley, todo niño nacido en la República Dominicana, con la excepción de los embajadores de los niños, tiene derecho a la ciudadanía. Estos principios se contradicen, ya que aunque los medios para acceder a la ciudadanía sólo está disponible con un certificado de nacimiento de un hospital Dominicana. Según la ley, todos los niños nacidos en la República Dominicana se concedería la ciudadanía. Sin embargo, los dominicanos de ascendencia haitiana y los trabajadores haitianos tratando de convertirse en ciudadanos se niegan jurídica en virtud de la ley dominicana. Contradecir la afirmación de que la ciudadanía se concede a "todos aquellos que han nacido en suelo dominicano," la falta general de la documentación jurídica de los haitianos y dominico-haitianos, ya sea por no haber nacido en un hospital o, como jóvenes haitiano papeles legales que posteriormente ha sido invalidada, lo que permite a las autoridades para luego clasificarlas en virtud de un título de "permanente ilegalidad", por carecer de los medios adecuados para poder optar a la ciudadanía.

A 2007 por la directiva Junta Electoral Dominicana se utiliza a menudo como un pretexto para apoderarse de los documentos de identidad de miles de personas, principalmente haitiano-dominicanos, sobre la base de que la documentación había sido emitido por error. Unos 6.000 haitianos fueron deportados en los primeros seis meses de 2008, muchas de estas deportaciones fueron arbitrarias y no conforme con normas internacionales de derechos humanos. Esto ocurrió a pesar de la Ley de Migración Dominicana 2004, que puso en práctica un proceso de regularización de inmigrantes a largo plazo que eventualmente facilitar el acceso a la ciudadanía o la residencia legal a los "no residentes".

El gobierno dominicano la justificación del rechazo de los candidatos para la naturalización es que los haitianos que viven en la República Dominicana tengan acceso a la ciudadanía haitiana, sin embargo, las condiciones dentro de la Constitución de Haití a prevenir algunos de estos individuos de alcanzar esta supuesta ciudadanía.. Cientos de miles de haitianos en el extranjero son objeto de investigación por el Registro Civil Dominicana, porque sus documentos de identidad han sido juzgados polémica.

De Derechos Humanos con derecho a los ciudadanos

Sin una nacionalidad, una persona se queda sin los derechos garantizados a los ciudadanos del país, naturalizado o por sangre. Para la comunidad marginada de los haitianos que residen en la República Dominicana, esta parálisis sigue siendo especialmente perjudicial. El gobierno dominicano niega constantemente los cargos de maltrato de los haitianos en el país. El gobierno también se alimenta la xenofobia por las indicaciones de acusar a los haitianos de desencadenar la violencia en el país, lo que los convierte en chivos expiatorios de los temas de la delincuencia Dominicana lado de la isla. Agentes de la policía, que se encargan de la protección de la población en general, suelen pasar por alto el maltrato de los haitianos y, con frecuencia, incluso contribuir a ella. A pesar de estas graves violaciónes, el gobierno haitiano no suele condenar las condiciones que sus nacionales se ven obligados a tolerar por temor de perder las remesas enviadas por trabajadores migrantes a sus familias en Haití, que ayuda considerablemente a cubrir las deficiencias de la propia debilidad de Haití economía. El hecho es que, si bien la República Dominicana está en la necesidad de mano de obra haitiana barata para su sector agrícola, sigue quejándose de los aspectos negativos de su presencia.

Además de las violaciónes de los derechos humanos y la pobreza impuesta a los haitianos y haitianas etnias que viven en la República Dominicana, la población de este estado es también muy vulnerables a la trata de seres humanos. En 2008, aproximadamente 3.000 niños de la calle son víctimas de la trata de Haití a la República Dominicana para una variedad de propósitos, tales como la agricultura y el servicio doméstico, la mendicidad en las calles, el trabajo esclavo o la prostitución. Políticos, culturales, jurídicas y las realidades socioeconómicas en Haití a crear las condiciones para el tráfico a la República Dominicana, y desde 2008 ha habido un aumento en los niños traficados de Haití a su vecino. La extrema pobreza en consecuencia, estos niños crecen en los hace un blanco fácil para los traficantes, que obligar a sus padres en enviar a sus hijos a través de la frontera con la esperanza de ganar dinero para aliviar la miseria de su situación en Haití. Debido a la falta de interés en la asistencia a la población haitiana que reside en la República Dominicana, la difícil situación de estos niños y otras víctimas de la trata de personas se ignora. De acuerdo con autoridades dominicanas, los haitianos son extranjeros en situación ilegal, por lo tanto, no es necesario tomar medidas para proteger a este particular la categoría de explotación y abusos en ambos lados de la frontera.

Sonia (Solange) Pierre o Solaín Pié Una mujer que trabaja para la igualdad
Solaín Pie o Sonia (Solange) Pierre es una voz importante en la defensa de la población dominico-haitiana. A los padres haitianos nacidos y criados en la República Dominicana, Pierre inició un movimiento de derechos humanos en nombre de los niños apátridas en la República Dominicana. Su preocupación se centró en la incapacidad de estos niños a asistir a la escuela o recibir atención de salud y habló sobre la urgente necesidad de acción. Ella creó el Movimiento de Mujeres Domínico-Haitiana (MUDHA), o el dominicano-haitiano Movimiento de Mujeres. Los principales objetivos de esta organización son: a) impulsar cambios en la legislación dominicana, b) promover la organización de mujeres dominicanas y haitianas, y c) acciones de formación, los derechos humanos, y conjurar los planes de salud de la comunidad con la esperanza de hacer de la República Dominicana comunidad haitiana una parte visible y legítimo de la sociedad dominicana.

Pié o Pierre se encontraba en la vanguardia de la Dilcia Yean y Violeta Bosico vs República Dominicana en el caso de la ley de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2005, en el que participaron dos jóvenes nacidos en la República Dominicana a Haití padres.. Las chicas se le había negado el registro de certificados de nacimiento sobre la base de su origen étnico y porque sus padres habían sido supuestamente residen en la República Dominicana ilegalmente. Según el Registro Civil que esto significaba que no tenían derecho legal a la ciudadanía. El tribunal dictaminó que las autoridades del país la había violado los derechos de las niñas a la nacionalidad y la igualdad en la República Dominicana. Sin embargo, la República Dominicana hasta la fecha, no ha cumplido con el fallo del tribunal. Debido a su trabajo en este caso y su papel en la creación de varios movimientos que despiertan la conciencia de los indocumentados que viven en el país, Pierre ganó el 2006 Robert F. Kennedy de Derechos Humanos Premios. Amenazada por su éxito, el gobierno dominicano llamado Pierre de la ciudadanía en tela de juicio y amenaza de deportación a Haití.

Culminación de la Emisión

El director del Registro Civil pidió que 126 dominicanos de ascendencia haitiana ser despojado de su nacionalidad porque sus padres carecían de un documento de identidad dominicano o una situación migratoria en el momento de la inscripción de los nacimientos. Presidente dominicano Leonel Fernández Reyna decidió incluir una nueva cláusula en la Constitución del país, que establece que la nacionalidad dominicana no pueden ser adquiridos por los hijos de padres que residen ilegalmente. Consciente de la generalización de resentimiento contra los trabajadores migrantes haitianos en la población general, los dirigentes políticos dominicanos no han mostrado interés en la cuestión de la protección de los derechos de esta gran y privados de parte de su población.

Esta situación ha traído la cuestión del racismo y el nacionalismo que existe en todo el hemisferio occidental a la luz. La migración laboral es un punto frecuente de discusión en muchos países de América Latina, pero pocos son tan discriminatorias como la República Dominicana es haitiano hacia la porción de la población dominicana. Países de acogida de juego a las grandes comunidades de inmigrantes que lo perciben como una carga personal, aunque en el caso de la República Dominicana, los miembros de ese país, aunque en menor medida, de su población, emigran a Puerto Rico y los Estados Unidos en busca de una vida mejor.

Los problemas raciales enconada entre la República Dominicana y Haití son profundas y profundamente arraigadas en la sociedad de la antigua. En una Organización Internacional para las Migraciones estudio, Elizabeth Thomas-Esperanza escribió, "Negro características raciales y xenófobos producir imágenes de la pobreza de los haitianos por las poblaciones que son negro y tratando de aumento de la pobreza." Los haitianos se distinguen por su color de piel más oscura, y muchas veces permanecen en silencio en contra de la discriminación que enfrentan. A pesar de que representa un grupo de funcionamiento con un papel esencial en la sociedad dominicana, los problemas sociales se encuentran cada vez más perjudicial para la población haitiana en la República Dominicana. Sostienen que los haitianos han ganado el derecho a la ciudadanía a través de su participación en el crecimiento de la sociedad dominicana, a lo largo de su historia, justo o falta.


*Council on Hemispheric Affairs (COHA)
* El Consejo sobre Asuntos Hemisféricos, fundado en 1975, es una organización independiente, sin fines de lucro, no partidista, exenta de impuestos de investigación y organización de la información. Se ha descrito en el Senado como "uno de los más respetados estudiosos y de los órganos encargados de formular políticas". Para más información, visite www.coha.org o correo electrónico coha@coha.org

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