martes, 19 de noviembre de 2013

Ha llegado el momento de separar el trigo de la cizaña. Varias preguntas sin respuestas...

Organismos internacionales:

¿cómplices o sólo un chantaje?


Por María Consuelo Hernández

El Lobby haitiano no pierde oportunidad y sin ningún tipo de escrúpulos asalta cualquier escenario internacional para traer al tapete la sentencia del Tribunal Constitucional. La irrevocabilidad de dicha sentencia ha trastornado sus planes. Ahora maquinan la manera de cómo extorsionarnos económicamente para doblegarnos a sus pretensiones, aunque para ello, tengan que tocar las puertas de todos y cada uno de los países con los cuales tenemos relaciones económicas.

De manera astuta pretenden sumar a su empresa organismos y entidades foráneas (ONU, CARICOM, ACNUR, OEA, UNICEF, etc.) violando todos ellos la libre determinación, las leyes del estado dominicano y el acuerdo Dominico-Haitiano de 1938, el cual está vigente.

En nuestro país existen innumerables oenegés que mantienen un contumaz mensaje de denotación contra la República Dominicana a pesar de la asignación que les da el gobierno dominicano. Estas a su vez, reciben financiamiento de países y organismos internacionales para sus proyectos.

Ya es hora que el Gobierno les solicite a dichos países que expliquen en qué consiste el financiamiento que están otorgando a estas ONGs, para asistir a los haitianos que están de manera ilegal en el país. 
Las oenegés prohaitianas radicadas en el país, fabrican demandas para someternos ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, bajo la acusación que el Estado Dominicano está deportando a sus propios nacionales cuando estos son haitianos ilegales, con documentaciones adquiridas de manera fraudulenta, sin arraigo dominicano y que apenas hablan español. 

¿Por qué el Estado dominicano no demanda a estos nacionales haitianos?, ¿Por qué la Corte Interamericana no sanciona por felonía a estos "demandantes haitianos"?.

 Es inconcebible que el Estado dominicano invierta su tiempo solo en dar explicaciones a los Organismos Internacionales, sin efectuar las acciones legales debidas en defensa del país. 

¿Cómo es posible que un estado fallido y ocupado como lo es Haití, nos acuse de "violar sus derechos" en nuestro ejercicio soberano de la aplicación de nuestras leyes, las cuales guardan gran similitud a las de otros países del continente?.

 ¿Por qué el Estado dominicano no ha notificado a San Vicente, Granadinas, a la ONU, a Estados Unidos, a Canadá, a Francia, a la Unión Europea y a Haití de que se abstengan de inmiscuirse en los asuntos domésticos de nuestro país?.

 ¿Por qué el Estado dominicano no somete a Haití por la violación del acuerdo Dominico-Haitiano de  1938?

Es hora de que la embajadora de la Unión Europea en el país, explique cual es la finalidad de otorgarle a estas entidades una donación de 400 mil euros para cambiar la visión de los dominicanos con relación a Haití y cuales son los resultados que esperan obtener de dichos programas. El pueblo dominicano no consentirá jamás que se experimenten proyectos que atenten contra la integridad de nuestra nación y nuestra soberanía.

Los fusionistas dominicanos se han dando la tarea de usar los nombres de entidades y organismos internacionales como parte del chantaje sicológico, a través del cual han pretendido amedrentar al gobierno y al pueblo dominicano.

Recientemente la ONU y la Unión Europea desmintieron los argumentos de estos mentirosos compulsivos pro-haitianos. Y a propósito... 

¿Por qué no se investigan los bienes de estos dominicanos traidores?.

 ¿Cuál es la procedencia de sus ingresos y bajo qué concepto lo han recibido?. Hay que identificar a todo aquel que conspire contra la patria, hay que declararlos no gratos y repudiar su labor. La mejor forma de aniquilar a los traidores es el rechazo a todo lo que provenga de ellos y de sus empleadores. 

La respuesta de la República Dominicana al trato hostil y a los vituperios del gobierno haitiano en materia legal ha sido una respuesta tímida, en cambio, en materia comercial ha sido una respuesta considerada y presta a proveer los productos esenciales para el abastecimiento de las necesidades de su población, así como la facilitación de equipos, tecnología y materiales para la reconstrucción de su país. 

En materia de las relaciones diplomáticas el aspecto humano y desprendido ha estado presente, no olviden que a pocas horas del siniestro que mató a un cuarto de millón de sus habitantes, los primeros en llegar en su auxilio fuimos los dominicanos. 

No hubo fronteras históricas ni físicas, que nos frenaran para ir en su ayuda. No perdimos tiempo para enviarles toneladas de comida y medicamentos. Nuestra gente no dudó un segundo en ir a rescatarlos de entre los escombros. No faltaron madres dominicanas para amamantar a los bebés que habían quedado huérfanos.

No faltaron dominicanos para ofrecer techo y comida a los que llegaban heridos y desconcertados a nuestro país. Nuestras manos han permanecido siempre tendidas hacia ellos con la esperanza de que algún día los haitianos vean al pueblo dominicano con respeto, beneplácito y en su justa dimensión. 

Ha llegado el momento de separar el trigo de la cizaña. Hay que "despendejarse". A esos que dicen que nuestro problema no son los haitianos, sino la corrupción del gobierno que ha permito todo este problema, tienen razón. El país ha manejado por décadas de manera "blandona y permisiva" los asuntos de Estado y nunca se le ha pasado factura a los corruptos. Hoy no podemos permitir que nuestra "mea culpa" sea lo que frene la unión del pueblo. Esto no puede ni debe silenciar nuestros reclamos, para que de una vez y por todas, se cumplan las leyes. Ya nada nos detendrá en la defensa tajante de nuestra soberanía. 

El pueblo debe exigirle al Presidente Medina que le solicite a la ONU acogerse a la resolución 2131 de su Asamblea General, así como a la resolución 2625, las cuales benefician a la República Dominicana como a cualquier otro Estado perteneciente de la comunidad hemisférica. 

La doctrina panamericana de la no intervención reza " que ningún Estado podrá intervenir directamente o indirectamente en los asuntos internos de otro Estado por cualquier otro motivo; ni solicitar medidas que atenten contra la personalidad jurídica del Estado, o su régimen político, económico o social".

El pueblo ha decidido no seguir en silencio y va a seguir señalando con pruebas a todos los que atenten contra nuestra nación. El pueblo unido a los grupos cívicos, va actuar bajo el amparo de la ley contra los traidores, las entidades foráneas y en contra del gobierno haitiano. 

¡El nacionalismo a tocado el corazón del pueblo y está en las calles! 

¡El pueblo ha dicho basta ya!.

El pueblo ha decidido defender la patria sobre todas las cosas y en cualquier terreno que se le convoque. 

¡El pueblo ha dicho la soberanía se respeta, se defiende y punto.

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