A propósito de los "Oscuros Nubarrones", escribió el poeta Aristófanes Urbáez sobre la Ingratitud de los haitianos…

EL ROEDOR
La ingratitud haitiana


Aristófanes Urbáez - 6/19/2008

“Los optimistas guardan a menudo algo de gloria,
que no es siempre la de hoy ni la de antes. Hacen un
mundo con las certidumbres y llenan su bolsillo de poesía”.-

Mario Benedetti
“Vivir adrede”

Don Silvio Herasme Peña, el jefe indio de la dinastía de los Herasme, quien fuera embajador en Haití durante el primer gobierno de Leonel Fernández, hombre sensato y maestro de periodistas, me dijo una vez en la Autoridad Portuaria, que lo de Haití es grave, porque los políticos vecinos se reunían en la tarde y llegaban a un “acuerdo”, pero en la noche ya era desmentido y en la mañana amanecía hechos trizas, porque Haití (en días pasados destaqué la ayuda de Petión a Bolívar y lo que El Libertador dijo de él, que figuraría en la historia como uno de los grandes libertadores americanos), pese a que es un “Estado débil” como el nuestro, según Andrés Corten (Edi. Taller, Sto. Dgo.), lleva, según la tesis de don Federico Henríquez Gratereaux, “la guerra civil en el corazón”, la “guerra de colores”, como la llamó Bolívar (por lo que fusiló al General Manuel Piar, “Bolívar y la guerra social”, Bosch), y de un país atomizado y deshecho no puede salir nada que no sea la inconsecuencia y la ingratitud, y creo con el señor Murat González, que aquí todo el que trata el problema haitiano es rotulado como “antihaitiano”, por los insensatos y parricidas, cuando no “sargentos políticos de Haití”, como les llama Euclides Gutiérrez Félix.

Todos saben que eso a mí ni me atemoriza, ni me importa. Y esto lo decimos y lo escribimos por la actitud de un llamado “grupo progresista” formado por diputados haitianos, irresponsables, que tienen a Haití postrado y al presidente Préval crucificado, pues, son incapaces de ponerse de acuerdo para nombrar un primer ministro, mientras el pueblo sufre hambre y ellos, por su apariencia física, se nota que no sólo viviendo de sus jugosos salarios, sino de la “ayuda” que varias ONG les llega directamente.

2.- ESOS IRRESPOSANBLES se creen con autoridad para darle un ‘boche’ hoy al Presidente Fernández, porque pidió más ayuda para Haití durante la asamblea de la FAO, y en honor a la verdad, también lo hizo Hipólito Mejía en foros como la ONU. Y les digo irresponsables (la Cancillería debería anotar sus nombres y declararlos personas no gratas, para que les sirva de escarmiento), porque ellos son los beneficiarios directos del desorden y la hambruna que vive Haití, pero con su actitud, que no es contra el Presidente Fernández, lo que pretenden, con su contraparte dominicana de colchón, es echarnos sus desarrapados encima en su lucha, ya abierta y solapada por la “federación”, como denunciara el diputado Pelegrín Castillo, intenciones que ya no pueden ocultar a la luz de las de sus últimas declaraciones.

Un domingo cualquiera (y en estos asuntos no puede faltar la anécdota humana), salí en busca de la periodista Elsa Expósito, que vive en una calle que lleva el nombre de un legendario presidente de la JCE, en el perímetro urbano de la Capital, precisamente por donde están ubicados Telefuturo, Canal 23, y la Multimedia, 45, y, como los dominicanos cogen ese día para “botar el golpe”, debo decirles que no hay una sola casa en construcción que no esté repleta de haitianos. No es solamente el campo, ni los barrios, ni los cinturones de miseria, es todo el perímetro urbano ‘clasemedista’ y alta y hasta de ricos, que está atestado de haitianos, en plena Capital, durmiendo por decenas en edificios en construcción: en primer lugar, porque los dominicanos prefieren el motoconcho; en segundo lugar, porque al parecer no hay control de Migración (excúsame, hermano Amarante Baret); y en tercer lugar, porque los ingenieros constructores y maestros de construcción y los dueños de esas edificaciones, prefieren explotar impunemente la mano de obra haitiana, más barata y que, como dice Monchy Fadul, secretario de Trabajo, es muy bueno para los patronos pedir aumento a los empleados del Gobierno, cuando todos los recortes los hacen de la seguridad social y los derechos de los trabajadores. Y como los haitianos ilegales no pueden reclamarlos, pues que el país se llene y que el diablo se lleve al demonio.

3.- LO QUE ELLOS NO SABEN, es que están cavando su propia tumba, porque digan lo que digan los hipócritas de la dignidad y derechos humanos, los haitianos, que ya están involucrados en todas las actividades, desde vendedores de maní y semillas de cajuil tostadas, maíz sancochado, esquimalitos, pulgueros, jornaleros, prestamistas, actividades delictivas como violaciones, robos y distribuidores de drogas y hasta sicarios; somos de lengua, idiosincrasia, religión y cultura, distintas, y un simple repaso visual de buen observador, nos dice que pasan de los dos millones, los que no tiene sentado en un barril de pólvora cuando comiencen a reclamar más derechos, con el apoyo de las potencias irresponsables que viven de la “economía del póquer y del casino”. De no elaborarse una política migratoria como la que aplican los propios franceses, estadounidenses, canadienses y españoles, pronto veremos "ya los estamos viendo, pues las páginas de los periódicos todos los días traen un acto delictivo donde está envuelto un haitiano" un Timor Oriental o un Kosovo. Y no se me olvida la frase lapidaria del General Soto Jiménez: “la Patria dominicana, nace en la Frontera, no en otra parte”.