sábado, 19 de septiembre de 2009

Hacia la Disolución de la República Dominicana... ( O el gran fracaso de una expectante modificación de la constitución para bien del país…)


Jus Solis ("derecho del suelo") o el
Decálogo para la Disolución de la República Dominicana

Las pretensiones de modificar el estatuto de la nacionalidad en la Constitución de la República estableciendo el jus solis, o lugar de nacimiento, para el reconocimiento de ese status, constituye el primer paso en firme hacia el ansiado propósito de poderes foráneos por establecer el Estado Dominico Haitiano. De ahí la necesidad de que el pueblo dominicano entienda con el rigor de los hechos lo que significaría para la República Dominicana el establecimiento de esta normativa constitucional antipatriótica como se describe en el siguiente Decálogo

Consecuencias del Jus Solis



1.- Le otorgaría razón legal a la residencia de cerca de
dos millones de haitianos aposentados en el país ilegalmente a través
de mecanismos colaterales ya contemplados como la amnistía, al tiempo
de abrir de par en par las compuertas para la entrada masiva de
nacionales haitianos.

2.- Se darían las condiciones para el establecimiento en
el país de una minoría nacional, con posibilidades de incursionar en
todas y cada una de las actividades propias de los dominicanos, como
la creación de un partido político y sus previsibles consecuencias.

3.- Le otorgaría mayor sustentación a sectores foráneos
para redoblar la presión en busca de legalizar y legitimar la
presencia masiva de nacionales haitianos en el país.

4.- Desplazamiento masivo de mano de obra dominicana a
todos los niveles.

5.- Incremento sustancial de los ya preocupantes
déficits en los servicios de salud y educación. Menos camas, menos
butacas.

6.- Profundización de los ya preocupantes choques
sangrientos entre dominicanos y nacionales haitianos, en lucha por
diferentes espacios de vida.

7.- Incremento de enfermedades infectocontagiosas en
el país, propias de las lamentables y terribles condiciones de
precariedad medioambiental presentes en prácticamente toda la
geografía haitiana.

8.- Impacto altamente nocivo en el ecosistema
nacional, con el traslado hacia el territorio nacional de una
reconocida vocación depredadora del haitiano, consecuencia de las
deplorables condiciones de miseria que afecta a ese país.

9.- Sustancial disminución del consumo de alimentos
a la población dominicana ante el incremento de la demanda como
secuela del éxodo masivo de haitianos.

10.- Señal lastimeramente inequívoca de que el país
ha cedido al chantaje de poderes foráneos con vínculos nacionales que
persiguen implantar un nuevo Estado Domínico Haitiano.


"Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe,
la Patria será siempre víctima de sus maquinaciones."

Juan Pablo Duarte y Diez


Himno Nacional Dominicano

Quisqueyanos valientes, alcemos

Nuestro canto con viva emoción,

Y del mundo a la faz ostentemos

Nuestro invicto, glorioso pendón.

¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte,

A la guerra a morir se lanzó,

Cuando en bélico reto de muerte

Sus cadenas de esclavo rompió.

Ningún pueblo ser libre merece

Si es esclavo, indolente y servil;

Si en su pecho la llama no crece

Que templó el heroísmo viril,

Más Quisqueya la indómita y brava

Siempre altiva la frente alzará;

Que si fuere mil veces esclava

Otras tantas ser libre sabrá.

Que si dolo y ardid la expusieron

De un intruso señor al desdén,

Las Carreras! Beller!... campos fueron

Que cubiertos de gloria se ven.

Que en la cima de heroico baluarte

De los libres el verbo encarnó,

Donde el genio de Sánchez y Duarte

A ser libre o morir enseñó.

Y si pudo inconsulto caudillo

De esas glorias el brillo empañar,

De la guerra se vió en Capotillo

La bandera de fuego ondear.

Y el incendio que atónito deja

De Castilla al soberbio león,

De las playas gloriosas le aleja

Donde flota el cruzado pendón.

Compatriotas, mostremos erguida

Nuestra frente, orgullosos de hoy más;

Que Quisqueya será destruida

Pero sierva de nuevo, jamás!

Que es santuario de amor cada pecho

Do la patria se siente vivir;

Y es su escudo invencible, el derecho;

Y es su lema: ser libre o morir.

¡Libertad! que aún se yergue serena

La Victoria en su carro triunfal,

Y el clarín de la guerra aún resuena

Pregonando su gloria inmortal.

¡Libertad! Que los ecos se agiten

Mientras llenos de nobles ansiedad

Nuestros campos de gloria repiten

Libertad! Libertad! Libertad!



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