miércoles, 19 de agosto de 2015

El arquitecto Omar Rancier Valdez dice se privilegia una agenda política en remozamiento zona colonial


Arqto. Rancier objeta remozamiento zona colonial se haga violando leyes y procedimientos

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-Pone de relieve que Ministerio de Turismo esté sustituyendo el rol de las oficinas técnicas especializadas del Ministerio de Cultura.
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-Rivalidad entre instituciones ha provocado que se hayan desestimado financiamientos para los proyectos.
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-Se busca un financiamiento adicional de 90 millones de dólares que manejaría el Ministerio de Turismo.
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-Se está pensando la Ciudad Colonial como un "parque temático turístico".
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-Censo arroja bajó de 12 a menos de 8 mil personas residentes en Ciudad Colonial.

El arquitecto Omar Rancier Valdéz valoró  que después de 20 años de se haya decidido volver a realizar obras en la zona colonial, pero resaltó que con los proyectos se ha estado violando leyes e incumpliendo procedimientos, y todo esto ha sucedido porque se ha puesto la agenda política por  encima de los debidos procesos sobre cómo se debe intervenir en una zona histórica.

De tal forma que el proyecto,  con financiamiento del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), a pesar de sus buenas intenciones, tiene más sombras que luces. Hay normativas, hay reglas de cómo intervenir un Centro Histórico, y usted no puede poner por encima de eso, un agenda política, el tiempo de intervención en una zona colonial, están marcados por los procedimientos establecidos, dijo.

No se puede trabajar en edificios históricos, como si se estuviera
haciendo en el polígono central, porque son dos situaciones
diferentes, y hay que trabajar con el debido procedimiento.
Criticó que en lugar de seguir trabajando para que las instituciones continúen consolidándose, se hace para irlas debilitando solo por violentar los debidos procesos.
No es posible que todavía estemos viendo que una institución como el Ministerio de Cultura, que tiene unas atribuciones específicas, y cuando se vaya a trabajar en la principal zona que tenemos en términos de cultura, se busca otra institución.

El problema institucional en la Zona Colonial es que hay una
multiplicidad de instituciones que intervienen sobre el mismo
territorio y todas " se pisan la manguera" al no trabajar
coordinadamente, se meten ruido unas a otras y eso fue lo que
originó que en su momento se desestimara el préstamo que ahora se está desembolsando a través de Turismo. Antes el financiamiento era de 50 millones de dólares, y ahora es de 25 millones.

Hay otra cosa que no se conoce, se está gestionando otro préstamo de 90 millones de dólares para la Zona Colonial, manejándolo el Ministerio de Turismo. "Entonces yo  entiendo que administrativamente debe haber una mejor coordinación con las instituciones que legalmente tienen que manejar eso".

Arguyó que no ve las razones par que exista una coordinación
institucional para que la ciudad de Santo Domingo pueda tener un Centro Histórico como el que debe tener. No nos oponemos a que hagan cosas nuevas, pero que sea cumpliendo las reglas con la debida sensibilidad para una ciudad que tiene 500 años de historia.

"Nosotros creemos que el proyecto tiene algunos aciertos como el
programa que tiene que ver con llevar conciertos, actividades
culturales que involucren a los visitantes; el hecho de estar
remozando aspectos de la zona, tienen valores positivos. El tema es que la manera de cómo se ha estado interviniendo, ha generado, yo contabilizo que se han producido al menos cuatro crisis en ese desarrollo".

Recordó que al principio del proyecto se le hizo la observación a la
oficina ejecutora del proyecto de que no deberían estar trabajando con equipos pesados porque eso hace daño a las estructuras, además no se puede controlar, si aparece algo en el subsuelo como protegerlo.

Desde el inicio mismo del trabajo en las calles del Centro Histórico se hizo ese señalamiento, pero posteriormente producto de un mal procedimiento comenzaron a hacer las excavaciones sin el debido registro inclusive arqueológico y se llevaron las excavaciones hasta los bordes de los muros y eso genera que haya un desplome de un edificio importante, el hotel Francés.

Posteriormente se dan a conocer los ganadores del concurso, con muchos bemoles, sobre las Ruinas de San Francisco. "Nadie discute que las Ruinas de San Francisco, deben intervenirse, que deben consolidarse, pero el proyecto que se está dando como ganador es demasiado invasivo, ocupa demasiado terreno en la zona, elimina una zona verde muy apreciada por la comunidad del entorno, pone en peligro un sitio arqueológico y convierte las ruinas en algo accesorio, es decir que desaparece prácticamente; es decir que no es un proyecto deconsolidación de las Ruinas de San Francisco", observó el arquitecto Rancier.

Subrayó que no se ha dado a conocer públicamente el documento oficial del jurado que diga porqué se escogió ese proyecto, y ahora mismo las instituciones técnicas que velan por la preservación del Centro Histórico como el ICOMOS, se está planteando el peligro de las alcantarillas coloniales, primeras alcantarillas antiguas de una ciudad europea, están en peligro porque se ha decidido hacer unos registros sobre las mismas alcantarillas, exponiendo su integridad.

Recalcó que en todo el proceso se ha estado poniendo la agenda
política sobre los procedimientos, y se comienzan a dar informaciones inciertas; se dice que las instituciones han aprobado los trabajos, que tienen el aval del Ayuntamiento, de la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental de la UNESCO.
El arquitecto Rancier Valdéz fue  el entrevistado del programa radial “Dejando Huellas” que dirige y produce Onorio Montás teniendo como emisora matriz a Radio Popular.

"Y tanto Patrimonio Monumental, como el Ayuntamiento, como la UNESCO, han dicho que no es cierto, pero se sigue diciendo, que tienen el aval de esas instituciones. A todo esto, la gran pregunta es ¿Porqué Turismo está haciendo unos trabajos que la ley establece que debe estarlo haciendo las oficinas técnicas especializadas, que tiene el Ministerio de Cultura?"
Consideró que este cuestionamiento tiene muchas aristas en el sentido de que se está pensando la Ciudad Colonial como un parque temático turístico. "Se están haciendo unos trabajos que no tienen como base un plan de intervención".

Observó que no se puede tener una visión cerrada sobre los proyectos, y dijo que en la Zona Colonial es lo que ha estado pasando. Citó que antes que comenzaran los trabajos había una prohibición para la entrada de vehículos pesados porque las vibraciones, los microsismos le hacían daño a las edificaciones, entonces se comienzan las obras, precisamente llevando equipos pesados.

Escasa oferta de parqueos
Omar Rancier Valdéz puso de ejemplo el tema de los parqueos y las viviendas que dijo, son esenciales en la Ciudad Colonial. La Ciudad Colonial, entra en crisis, colapsa, cuando hay cualquier espectáculo, porque no hay ofertas suficientes de estacionamientos. "Entonces te hacen trabajos en la calle, y te reducen el número de estacionamientos, y no aparecen nuevas propuestas ni se presentan alternativas".

Informó que se hizo un estudio para el Arzobispado de Santo Domingo que contemplaba la posibilidad de construir parqueos soterrados en algunos puntos estratégicos de la Ciudad Colonial, pero eso debe ir acompañado de un programa de mejoramiento de viviendas.

Baja Población
Apuntó Omar Rancier Valdéz que la Ciudad Colonial ha venido perdiendo población hace tiempo, de tal forma que el último censo arrojó que habitaban ocho mil personas, o menos, cuando hace 10 años, eran 12 mil personas.

"Y está decreciendo la población, sin embargo, no se piensa en
proyectos de viviendas en la Zona Colonial. Todo lo contrario, se está creando un proceso de intervención que produce que la gente se vaya, porque se crea el proceso de ejemplificación que es el desplazamiento de una población local por una población que tiene mejores niveles económicos".

Expuso que hace un tiempo en la zona vivieron unas 20 mil personas, unas cinco mil familias promedio con cuatro o cinco integrantes. "Y sigue bajando de menos de ocho mil habitantes, porque si continuamos arreglando viviendas y convertirlas en hoteles, restaurantes, y dijimos en un evento de turismo, que el temor era que se convirtiera la zona en un parque temático, donde la oferta privilegia a los visitantes externos, no los locales, a disfrutar de una ciudad fantasma".

Y es lo que ha pasado en algunas ciudades de América. Aquí se menciona mucho lo que sucedió en Cartagena de Indias, pero allí la ciudad se ha quedado sin habitantes, y se han hecho muchos hoteles bellísimos, muchos restaurantes, una restauración muy romántica, pero no ha trabajado el aspecto social.

"Entonces si nosotros pensamos solamente a pensar en el turista, vamos a convertir todos los edificios en la Zona Colonial, en hoteles y vamos a ir bajando la cantidad de viviendas disponibles para los habitantes tradicionales".

Hay una preferencia en invertir sobre el turismo y no invertir en los pobladores, y es un tema que hasta los mismos especialistas en turismo lo han planteado, de manera que en la medida que un proyecto se anteponga a las expectativas y a las necesidades de los pobladores locales, mejor respuestas darán al turismo, porque el que vive en la zona estará satisfecho y podrá dar mejor servicio a cualquier visitante".

Indicó que la "hospitalidad" es de los atractivos de la República
Dominicana como "marca país". La Ciudad Colonial, su ventaja es que es una "Ciudad Viva", y si sacamos la gente, la vamos a convertir en una ciudad "Fantasma", que no tiene sentido en términos de la actividad humana. "No podemos convertir la Ciudad Colonial en un gran hotel, eso es absurdo".

Tenemos que plantearnos que esa actividad turística puede generar trabajo y mejorar las condiciones de las familias, la visión, conviva con las familias que tienen largos años viviendo en la Zona Colonial. No puede ser un desarrollo exclusivista, sin el movimiento familiar, adujo.

Puso de ejemplo a Venecia, que es un referente del desarrollo del
turismo, y por las modificaciones, por el concepto, la gente se está
marchando de Venecia. En Barcelona que en 1992 fue cuna de los juegos olímpicos, fue intervenida, remodelada, se continuó seguir trabajando con el concepto Barcelona para el turismo y los mismos catalanes están rechazando los programas turísticos, porque por un lado se genera bienestar y por el otro desigualdad social, muchos problemas sociales, si no se maneja inteligentemente.

Hay pensar en fortalecer los valores, las riquezas culturales, y antes que en el turista hay que pensar en el habitante local que es quien va a fortalecer la oferta. Rancier Valdéz se refirió al fenómeno del desarraigo en la Zona Colonial, y explicó que ello proviene del concepto de que el turismo por sí solo, es la panacea, y hubo una época que el Turismo era una política nacional que está por encima de todo.

"Y esa es una de las creencias más perversas que puede haber, porque como bien planteé en una conferencia sobre el Turismo en Centros Históricos yo decía que con el turismo se podía aplicar el dicho de que no es lo mismo llamar al diablo que verlo venir.
¿Porqué? Porque el turismo acarrea muchas divisas, pero también los vicios".

El turismo, tenemos que ponerlo en su justo nivel, porque si bien es uno delos componentes de la economía, no podemos apostar a que es " la Economía Dominicana". "Eso sería un error parecido al que cometieron los cubanos, que cayeron con el azúcar por hacer una economía de un solo renglón, porque eso conlleva al fracaso", expresó.

Paradoja de Gascue
Al respecto Omar Rancier Valdéz dijo que el sector de Gascue es otra zona que ha tenido muy mala suerte y planteó que los promotores de proyectos lo hacen sin tomar en cuenta los valores que ellos usan para promover sus propuestas como la ciudad verde, porque destruyen los árboles, no dejan espacios para jardines.

Eso es lo mismo que está pasando con la Zona Colonial. "Si nosotros estamos hablando de la primera ciudad europea de América, y no preservamos, vamos a eliminar a minimizar esas "primacías" que precisamente es lo que estamos promoviendo, por otras visiones de alegado progreso".
Respaldó que haya un progreso contemporáneo, pero un desarrollo que respete y que tenga la suficiente sensibilidad para mantener los valores que hacen única a la ciudad de Santo Domingo.

El riesgo de la visión de UNESCO
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró Patrimonio  de la Humanidad la Zona Colonial de Santo Domingo. Al respecto, el arquitecto Eugenio Pérez Montás advirtió que el traspaso de terrenos de la parte oriental o Saint Soucí, a inversionistas privados que pretenden un proyecto urbanístico a base de altas torres, ponía en peligro el sostener la declaratoria de la UNESCO.

Sobre eso, Rancier Valdéz expresó que sobre ese caso, que el proyecto urbanístico está a casi un kilómetro del borde de la Zona Colonial y que lo que se va a ver, no impacta. "Sin el proyecto, en sí mismo, es cuestionado y cuestionable, porque está convirtiendo una zona que ahora es pública, para transformarlo en uno de lujo, exclusivo y cerrado.

Donde se desarrolla el proyecto inmobiliario estuvo funcionando la Academia Naval y la jefatura de la Armada Dominicana.
El proyecto lo que hace con la avenida, que es uno de los paseos más bellos que tiene el lado oriental, que se entra y se puede ver el otro lado de la Ciudad Colonial, va a quedar atrapada dentro de un proyecto privado exclusivo.

El "Farito" que es además una zona arqueológica, porque hubo una de las fortalezas que hicieron los españoles y parte de la iglesia que recuerda la fundación de la ciudad de Santo Domingo, quedará incluida. "Y ahí es que está el problema de ese proyecto, que debiera preservar lo que debe ser de dominio público".

Eso es parte de ese proyecto de ejemplificación de la zona, al
quererla convertir en una oferta para el turismo de alto estándar que segrega todo lo que se considere pudiera ser contaminante no grato, expuso.

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