viernes, 7 de agosto de 2015

Bancarrota de la clase media


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Roberto Marcallé Abreu Premio Nacional de Literatura clama por nuestros bosques
Pidió a la población impedir que conviertan el país en un desierto
Roberto Marcallé Abreu

El premio nacional de Literatura, Roberto Marcallé Abreu llamó la atención de la población de dominicanos sensatos para que se empoderen, a los fines de impedir que la República Dominicana pierda, por el ritmo que lleva la deforestación, la cobertura boscosa que le queda, y desaparezcan especies únicas y se termine de destruir la
flora y fauna y los recursos naturales en sentido general.

Apuntó que es escandaloso y preocupante, lo que está pasando en el país con la explotación irracional de los recursos, sin los debidos controles de las autoridades dispuestas para preservar los recursos naturales del país.

Dijo que durante un recorrido que hiciera hace más de quince años, por las cordilleras Central y Septentrional, ya se notaba la falta de interés de las autoridades por la preservación de los recursos naturales.

“Ello, pese a que durante los gobiernos del presidente
Joaquín Balaguer existía una política de control bastante rígida en cuanto a la preservación de nuestros recursos forestales, de nuestros ríos y hasta de las minas, de materiales que por entonces se estaban explotando en los alrededores de Cambita, en los terrenos aledaños a San Cristóbal”. El narrador Roberto Marcallé Abreu fue el invitado de Onorio Montás a su programa radial “Dejando Huellas” que dirige y produce teniendo como emisora matriz a Radio Popular y una red de emisoras en todo el país.

Recordó que Ramón Vila Piola, quien fue secretario de Industria y Comercio durante el gobierno del profesor Juan Bosch, proponía que lejos de tocar el lecho de los ríos, existía materiales equivalentes en diferentes lugares de El Pomier, San Cristóbal, que se podían explotar sin desmedro de la naturaleza.

Recordó que derivado de la exploración que hizo en las citadas
cordilleras en unos ocho reportajes que llegó a publicar en el
periódico El Nacional estaba haciendo un llamado de la necesidad de la preservación de la foresta, los ríos, las minas de material.

Explicó que el gran volumen de materiales de minas sólo se recuerda que fue utilizado en el año 1955 para el levantamiento de los edificios de la Feria de la Paz, durante el gobierno de Rafael Leónidas Trujillo.
Residentes en Juncalito, Santiago, retuvieron camiones con árboles talados.

Pero como todo el mundo sabe durante los gobiernos de Joaquín Balaguer, se iniciaron proyectos de infraestructura como viviendas, carreteras, puentes, cuyo volumen de uso de materiales de mina, solo es comparable con el usado durante la construcción de la Feria de la Paz, y fue ahí cuando comenzó, el que las autoridades empezaran a controlar, cerrando aserraderos y prohibiendo radicalmente la extracción indiscriminada de materiales de los ríos.

Relató que a raíz de haber recibido el primer Premio Nacional de Literatura, viajó a varios pueblos a celebrar tertulias con estudiantes de escuelas, con la idea de que conocieran su obra, y notó que de las principales preocupaciones era la depredación de que estaban siendo objeto nuestros bosques, ríos, la fauna, los recursos naturales en sentido general.

“Ese problema, se ha ido acentuando, y se ha ido acelerando, y me parece que la opinión pública, todos los dominicanos, si queremos preservar lo que todavía nos queda, tenemos que ponerle mucha atención a lo que está ocurriendo a ese nivel”.

Informó que estuvo en Jarabacoa, y fue testigo de varios camiones que pasaron por el centro del pueblo cargados de pino; estaba en Constanza, y fui testigo de varios camiones que pasaron cargados de pino, de ébano, de árboles de caoba, recién cortados; estuve en Salcedo, y pasó lo mismo también.


Ahora la Academia Dominicana de Ciencias, llama la atención en torno a un decreto expedido por el Poder Ejecutivo, en el que se establecen nuevos límites, para el Parque Nacional de los Habitases. “En mi presencia o participación en las redes sociales yo le pedí a todas las personas que me seguían, que me leían, que le tienen un amor intenso a la República Dominicana, que le dediquen su tiempo a seguir todo lo que está pasando con la foresta en la República Dominicana, que se encuentra en una situación sumamente difícil”.

Citó que el problema de deforestación ha sido mayor, después que se ha denunciado que todo el carbón vegetal que se está consumiendo en el Estado colapsado, en el vecino Haití, proviene de la República Dominicana.

Añadió que un vigilante forestal, con el conversó por largo rato en Jarabacoa, le dijo que existían fincas de explotación privada, que se le concedían permisos a esas personas propietarios de esas fincas para que de forma racional pudieran explotar los recursos forestales.

“Es decir, que durante los cortes, en su esencia, no dañaran la
foresta de los lugares donde ellos eran propietarios. Ese vigilante me dijo que en ocasiones se concedían permisos para cortar digamos, 400 troncos, ero que con ese permiso, cortaban 2,000, 3,000, 4,000 troncos, y naturalmente sobornaban a las personas encargadas de impedir que eso pasara; eso está pasando en forma masiva, en toda la República Dominicana” dijo el escritor y novelista.

El periodista y escritor expuso que la conciencia nacional acerca de la necesidad de preservar los recursos naturales que prevaleció durante los gobiernos de Balaguer comenzó a cambiar a partir del año 1996.”Es a partir de ahí que se comienza a ejecutar, a llevar a lo concreto, la privatización de las empresas del Estado.
Roberto Marcallé Abreu

Privatización
Todos nosotros fuimos víctimas de ese proceso de privatización, en la que tuvo un papel determinante una empresa perversa y depredadora, llamada Unión Fenosa, que fue a la que le correspondió como un premio de guerra, o como un tesoro de guerra, la antigua Corporación Dominicana de Electricidad.

Todos los dominicanos recuerdan que a partir del momento mismo en que el Estado dominicano comprometió sus intereses con esa empresa española, se empezó a visitar las casas de las personas a cambiarles el contador y a decirles que tenían una deuda contraída con los nuevos administradores de entre 30, 40 y 60 mil pesos, y que en caso de no pagar se les iba a cortar la luz.

Se recuerda que en los primeros años de la década del 1990, las personas pagan 200 pesos, 350, 450  pesos por la luz eléctrica, a partir de ahí, de la apropiación de Unión Fenosa, gracias al régimen que nos gastamos a partir del año 1996, entonces todo el mundo empezó a pagar 2,800, 3,500, 4 mil 5 mil 6 mil pesos.

Bancarrota de la clase media
El escritor Marcallé Abreu expuso sobre los procesos de transición económica y social que se han dado en otras regiones, como por ejemplo Europa, donde los cambios se ha dado con ciertas consideraciones y ventajas sociales para la clase media, en la República Dominicana, la clase media está en absoluta bancarrota.

Asimismo dijo que aunque las autoridades señalan que hemos venido registrando un porcentaje importante de crecimiento económico, eso no se verifica en la prosperidad de la población por la ausencia de una redistribución de la riqueza.

Indicó que a pesar de las cifras que ofrecen las autoridades, la
verdad es que en la República Dominicana hay un 40% de la población que vive en la absoluta pobreza.

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