sábado, 27 de septiembre de 2014

Monchy no puede dorar la píldora.


FUERA DE CÁMARA
¿No estamos de rodillas...?

             
Por: César Medina


El ministro de lo Interior, Monchy Fadul, ha dado una noticia excelente, que deberíamos celebrar batiendo palmas: “Los dominicanos –todavía, digo yo–, no estamos de rodillas frente a los haitianos.

Lo dijo como quien no quiere decirlo, con más miedo que vergüenza, en el contexto de la preocupación que causa a las autoridades la insubordinación insolente de la turba haitiana que agredió a la Policía, a un médico legista, a periodistas y a ciudadanos dominicanos indefensos el sábado en el barrio 27 de Febrero.

Monchy dijo que las autoridades desarmarán a todos los haitianos que posean armas “ya sean de fuego o blancas”, y que ese desarme se
Monchy Fadul
extenderá “a otros extranjeros que porten armas sin la debida autorización legal...”.

Y como midiendo cada palabra, el ministro de lo Interior remató el tema señalando que a las autoridades les preocupa cualquier alteración del orden... “No sólo de haitianos sino de cualquier sector”.

Quiso sacar las palabras como con pinzas para no provocar a los grupos llamados defensores de los derechos humanos que andan alertas defendiendo a los haitianos así sea que se violenten contra el orden público.

Por eso, cuando Monchy habla del desarme a los haitianos dice que la acción se extenderá “a otros extranjeros que porten armas sin la debida autorización legal”. Y al referirse a la preocupación que provoca la alteración del orden, aclara que no sólo de los haitianos sino de cualquier sector”.

Pero fueron haitianos...


El ministro Fadul busca evitar que lo acusen de perseguir a los haitianos, colocándose a la defensiva sobre unos hechos muy peligrosos que le obligan a actuar con firmeza contra esos extranjeros --que se dice son en su mayoría ilegales--, que el sábado tirotearon a la Policía, hirieron a tres periodistas a palos y pedradas, y acosaron a vecinos dominicanos del barrio 27 de Febrero.

¿A cuáles otros extranjeros “que portan armas sin la debida autorización legal” se refirió el señor Fadul...? ¿Cuáles otros sectores extranjeros han provocado alteración del orden público fuera de los haitianos del barrio 27 de Febrero? Es obvio que las respuestas están a la vista...

Sólo los haitianos dispararon y blandieron armas ilegales ese día, y sólo ellos provocaron un desorden mayúsculo en ese barrio de la capital con enfrentamientos violentos contra la autoridad policial.

Pero el ministro Fadul quiso evitar que los grupos haitianófilos y los defensores a ultranza de los derechos humanos lo acusaran de perseguir a los haitianos. O sea, fue víctima del chantaje de siempre, el método que ha envalentonado a estas hordas ilegales que poco a poco se han ido adueñando hasta de las leyes dominicanas.

¡Hay que desarmarlos...!
El ministro de lo Interior tiene que actuar con drasticidad desarmando a los haitianos sin ningún miramiento, y buscar los lugares donde esas personas esconden sus armas... Los periodistas presentes en el lugar la tarde del sábado atestiguan que dispararon con armas largas.
 
Si esos haitianos, que viven en extrema pobreza, tienen armas largas, entonces la investigación de las autoridades no puede ser de simple policía. Los organismos de seguridad del Estado están en el deber de entrar en acción...

Es preciso determinar qué tipo de armas son esas, establecer su origen, dónde las esconden, para qué las tienen almacenadas, qué uso piensan darles y cuándo...

...Porque detrás de esas armas debe haber algo grueso. Monchy no puede dorar la píldora.


Puntos de vista, Listín Diario
26 Septiembre 2014

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