jueves, 14 de diciembre de 2017

...”Y, que me importa a mi, que sea de grande o pequeña liga¨

Los tormentos de Osvaldo Virgil en el Night Club de La Voz Dominicana




Por Chichi De Jesús Reyes

Cuando el general José Arismendy Trujillo Molina (Petán) inauguró  el suntuoso nigth-club de La Voz Dominicana, hoy Radiotelevisión Dominicana, dispuso que  sus salones solamente podían ser frecuentados por personas calificadas de la alta sociedad, o invitados personales  suyos. Estas instrucciones fueron transmitidas de manera verbal y escrita al administrador del centro, Buchuno García, íntimo amigo de Ramfis Trujillo y  su cofradía.

Buchuno era amigo también del pelotero Osvaldo Virgil (Orégano), el primer dominicano que jugo beisbol  en las Grandes Ligas  y  quien  a los 24 años debutó en la  pelota organizada de Estados Unidos, en  septiembre de 1956. Pensando que la   presencia del pelotero  sería del agrado y satisfacción de Petán –hermano del Generalísimo y dueño del palacio radiotelevisor-, el administrador  del club  invitó a Virgil a  recorrer las instalaciones del centro  y a tomarse uno que otro trago en el restaurant.

Ya sentados en la mesa principal del bar se  apareció Petán y al notar la presencia de ese “desconocido”  llamó a Buchuno y de mala manera le increpó: –“¿Quién es ese  hombre con quien está usted tomando ahí, eh, eh; dígame quién es él?”     Y la respuesta fue: –“se… se… ñor, ese  es Osvaldo Virgil, el famoso pelotero dominicano de Grandes Ligas y que juega este año con el Escogido, señor…”. (Petán era fanático del Licey).

Palacio Radiotelevisor La Voz Dominicana

..”Y que me importa a mi carajo que juegue con quien juegue, que sea de grande o pequeña liga, usted no es más que un fresco, charlatán..quien le dijo a usted que aquí podían subir peloteros, por mas famosos que sean.. la próxima vez que lo traígas aquí, carajo, lo voy a matar a usted, sinvergüenza; ese night club  me costó mucho dinero para que usted se ponga de fresco a estar trayendo esos peloteros… retírese de ahí, ahora mismo bandido”.
Buchuno escuchó al general todo el tiempo con la cabeza inclinada sobre el pecho, sin siquiera atreverse a pronunciar una palabra. Ante la sumisión del subalterno, Petán volvió  a la carga y tronó: “Ya le dije que se retirara… no oyó carajo. . Ah, pero llévese a su pelotero de ahí inmediatamente”.
Teniente general José Arismendy Trujillo Molina (Petán) 

 El gerente  transmitió   un secreto al oído de Virgil y ambos, como relámpago, abandonaron el local,  tomaron el ascensor y al llegar a la  calle Ciudad de Miami  (ahora Tejada Florentino) le dijo a Virgil: –“No le hagas caso, que este  hombre está medio loco”-

Cuando Buchuno subió de nuevo al club todavía estaba ahí el general y cuando  se marchaba volvió a enfrentar al  administrador y le recalcó: “Ya lo sabe, bandido, la próxima vez que me traigas aquí un pelotero, lo mato, buen pendejo; usted se cree que con tanto dinero que me costó esto  lo voy a convertir en un play, sinverguenza, charlatán, más parecido a un músico..eh.. eh.. dígame”.

 Después de todas esas tropelías Petán marchó dejando a Buchuno sumido en un mar de confusiones. En lo adelante al Nigth Club de La Voz Dominicana no se atrevía a subir   
Nigth Club y Casino
ninguna persona sin autorización previa del general; ni músicos, ni artistas, por más famosos que fueran.  Estaba prohibido hasta cruzar por el amplio salón del  bar  y los participantes en los shows que se presentaban, para subir y bajar, tenían que hacerlo por una estrecha escalera de caracol que estaba detrás del escenario.

Semanas después  Buchuno se encontró con Osvaldo Virgil y le refirió que una vez  fue sacado del club, sin la menor consideración, un  general del ejército  mexicano que viajaba de turista y se presentó al  centro social  con ropa civil, pero con  jaque tipo militar.  
El oficial de la policía dominicana que comandaba el  destacamento  de la empresa,
consideró que el extranjero no estaba correctamente  vestido para entrar al club nocturno. No valió que el general mostrara  sus credenciales,  ni valieron  sus protestas. Insistía en decir que “en mi país las cosas no son así”. Pero en La Voz Dominicana las cosas se hacían como decía Petán.
El pelotero Osvaldo Virgil tiene 85 años de edad y trabaja como asesor  del equipo Metros de Nueva York, en la academia que funciona en la comunidad de Jubey, Boca Chica, cerca de la playa,  donde  otros equipos mantienen sus campos deportivos, como son Rockie de Colorado, Texas, Minesota, Yankees de Nueva York y otros.




13 diciembre, 2017

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