sábado, 30 de junio de 2012

Trujillo Colaboró con la Causa de Albizu Campos







 Don Pedro Albizu Campos


Escrito por Ángela Peña/ Hoy   

Marxistas, socialistas y trotskistas dominicanos del siglo pasado, que después fueron destacados colaboradores del tirano Trujillo, le acompañaron en su prolongada estancia en el país recorriendo con él los pueblos de la República en busca de solidaridad a favor de la independencia de Puerto Rico.

El propio dictador le envió ayuda para la causa, según cartas obtenidas en el Departamento de Estado por Héctor Incháustegui Cabral, a la sazón cónsul o vicecónsul en la cercana antilla.

Pero su despedida de Santo Domingo no estuvo matizada por la calidez que produjo su llegada. Se marchó silencioso luego de que Julio César Ballester, según Emilio Cordero Michel, hiciera críticas públicas contra el patriota por haber condenado la ejecución en Estados Unidos de los italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, acusados de un asalto. Consciente de la inocencia de los dos revolucionarios, Pedro Albizu Campos condenó su ejecución el 22 de agosto de 1927.

Es poco lo que se ha escrito de la presencia aquí del prócer puertorriqueño. La prensa reseñó sus recorridos, pero no recogió sus discursos, según declara el historiador Emilio Cordero Michel, quien ha estudiado la relación del patriota con los criollos.

En las biografías se hace referencia a su periplo por América, incluida esta tierra, sin entrar en detalles. El profesor Antinoe Fiallo alude a una entrevista que le hizo Juan Bautista Lamarche en “El Mundo”, el 12 de julio de 1927. “¿Qué planes, doctor Albizu Campos, trae usted a Santo Domingo?”, preguntó. “Mi labor ha de ser mayormente de organización. Trato de unificar el sentimiento dominicano en pro de la Independencia de Puerto Rico. He podido notar que aquí es unánime ese sentimiento”, respondió.

Ciertamente, el presidente de la Academia Dominicana de la Historia estableció que el “Último Libertador de América” fue recibido como un héroe por Jesús María Troncoso, Manuel A. Amiama (Cundo),  Francisco Prats Ramírez “y otros socialistas de la época”.  Gregorio Urbano Gilbert le acompañó por el Este. También contó con la adhesión de Américo Lugo y Federico Henríquez y Carvajal.

“Vino en junio de 1927 e hizo una gran campaña. En “La Información” y el “Listín Diario”, los corresponsales informan de sus viajes y conferencias. Estuvo varias semanas en La Romana organizando comités y ofreciendo charlas, porque allí había muchos paisanos suyos. También  fue a La Vega, Puerto Plata, Montecristi, Santiago, San Pedro de Macorís, recorrió todo el país y eso lo iba siguiendo la prensa. Prats Ramírez le acompañó siempre”.

Albizu murió en 1965, pero fue en 1981, durante el gobierno de Antonio Guzmán, cuando se rindió tributo a su memoria al designar con su nombre una calle de “El Millón”.

Última reseña

“He encontrado sus fichas de desembarco, cuando vino, y la de embarque cuando se fue de aquí, prácticamente marginado o despreciado por ese sector”, explica Emilio Cordero, refiriéndose a las críticas contra Albizu que, según él, inició Ballester. “De eso sí se publicaron amplias crónicas y no se publicó más nada de él sino una última reseña cuando se embarcaba por Puerto Plata hasta Puerto Príncipe, en octubre del mismo año. De ahí fue a Santiago de Cuba y a La Habana”, narra Cordero, que dará a conocer sus indagaciones en el trabajo “Presencia de Albizu Campos en Santo Domingo”.

Esta visita es importante para el escritor y catedrático universitario porque en ella “El profeta” dio a conocer “la lucha de Puerto Rico contra la ocupación militar yanqui”.

La carta que conserva está redactada a maquinilla. Trujillo le informa a Albizu Campos, a través de Félix Benítez Rexach, que le está enviando una ayuda. No dice en qué consistía. “Hay otra, manifiesta Emilio Cordero, en la que Albizu Campos le escribe a Benítez Rexach para que le agradeciera a Trujillo”.

El ex guerrillero entiende que éste no fue un gesto de apoyo de Trujillo a la causa que defendía “El Maestro”. La interpreta como “una de sus jugadas para molestar a los norteamericanos”.

La figura del puertorriqueño atrajo a Cordero desde que vivió exiliado en Estados Unidos por su antitrujillismo y presenciaba las manifestaciones antiimperialistas, “estando vivo Albizu Campos”, y por el contacto con dirigentes puertorriqueños nacionalistas, relató.

“Era un gran revolucionario, impresionante orador, un hombre sumamente honesto, de un enorme valor. No era comunista, pero sí antiimperialista, muy católico”, dijo. Destacó que admira su nacionalismo y antillanismo. “Él era partidario de revivir la vieja idea que surge aquí con Luperón pero que desarrollaron Betances, Hostos, Martí, que era la creación antillana contra los yanquis, o sea, la unión de las antillas hispanoparlantes”.

La triste vida y muy lamentable muerte de Albizu Campos conmueven, a pesar de la grandeza e intrepidez del líder independentista, nacido en Ponce el 12 de Octubre de 1891, hijo de Alejandro Albizu y Juana Campos. Casó con Laura Meneses en julio de 1922. Procreó a Laura Esperanza, Rosa Emilia y Pedro. Laura vino a Santo Domingo buscando datos sobre su padre y publicó una obra en la que cita el trabajo de Emilio Cordero Michel.

Egresado de la Universidad de Vermont, donde estudió ciencias y se especializó en ingeniería y química, Albizu también estudió leyes en Harvard. Luego de su ingreso al Partido Nacionalista de Puerto Rico, que tenía como objetivo la plena independencia de la tutela estadounidense, vivió poco tiempo en paz por las persecuciones, encierros, preparativos para la lucha armada, atentados y constantes encarcelamientos. Su salud se deterioró en prisión, sufrió derrame cerebral y él afirmó que fue objeto de experimentos de radiación en la cárcel lo que comprobaron algunos médicos. Indultado el 15 de noviembre de 1964, falleció el 21 de abril de 1965.

El 23 de marzo de 1981, el secretario administrativo de la Presidencia, José María Hernández, se dirigió al síndico del Distrito Nacional y a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado para informarles que mediante ley número 257 se había designado con el nombre de “Pedro Albizu Campos” la antigua calle 16 de la Urbanización “El Millón, Segunda Etapa”, promulgada el 13 de marzo de ese año.

Se consideró la dedicación de su vida a la lucha de la independencia de su Patria y que “los ideales nacionalistas de Albizu Campos son admirados en la República Dominicana y en todo el continente”.

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