jueves, 29 de mayo de 2014

¡Cuánta insidia, perversidad y desparpajo!.


Puntos de vista 28 Mayo 2014   

ORLANDO DICE...
Enemigo que está adentro

Por: Orlando Gil


EL HABLA.-  Creo tener mis ideas claras y no veo razón para
Orlando Gil
ponerme a la defensiva en un país tan libre y democrático que hasta permite la ofensa de extraños en su mismo territorio. Si no, vean y lean  a los haitianos o promotores de la causa haitiana. ¡Cuánta insidia, perversidad y desparpajo!. Sin embargo, vale insistir. El dominicano no es lo que andan diciendo por el mundo sus enemigos ocasionales o gratuitos, pero el dominicano tiene derecho al pedazo de tierra, y mucho más si fue legado por sus padres fundadores. No Dessalines, Toussaint, Christophe y Pétion, sino Duarte, Sánchez, Mella, Luperón y demás manes de la República. Si hubieran querido que el dominicano fuera haitiano, no lo independizan y lo dejan bajo la férula de Haití. Hablara creole (o francés) y un programa de televisión no tendría que recordar que aquí se habla español.

EL ENEMIGO.- Conviene compartir las ideas de otros porque al final de cuentas el problema pertenece a todos y entre todos habrá de resolverse. Además,  mientras un solo dominicano conspire desde dentro, las potencias presionarán una salida que salve sus conciencias. El enemigo, cada día se comprueba, está adentro...                                           
 
¡Aquí todavía se habla Español!...
LA PRESIÓN… Es evidente que la situación en Haití ha empeorado desde el terremoto del 2010. Como también fue evidente que el primer país que acudió en auxilio de los hatianos y probablemente con la ayuda más necesaria y oportuna, fuimos nosotros los dominicanos: Gobierno, empresarios, iglesias, etc. Según las estimaciones del FMI y de la CEPAL en el 2011, ese país tendría un crecimiento del 6% a partir del 2012,  supuestamente el doble de lo que estiman para toda Latinoamérica. Pero cuando analizamos algunas variables publicadas por Index Mundi resulta que muchas de estas, quizás las más importantes se han mantenido estáticas unas y desmejoradas otras. Ninguna ha mostrado algún tipo de mejoría, como para justificar ese “crecimiento”  sin precedente y hasta mágico. 

En vista de lo que usted expresa en su artículo “La presión a RD continúa”, no sería oportuno que el gobierno dominicano se dirigiera a la ONU y muy especialmente a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, aprovechando algún escenario regional o global. Esbosando allí la situación precaria por la que atraviesa Haití a pesar de las tantas ayudas prometidas para la recuperación de ese país por parte de los países que se hacen representar por ante la ONU. No debería la República Dominicana plantearle a la ONU y especialmente a la Alta Comisionada algún tipo de acción y que como país vecino y que compartimos la isla, esta propuesta o invitación será enarbolada en todos los escenarios posibles, las veces que sea necesario. Decir allí que es un compromiso de todos. De la OEA, de Latinoamérica, de la ONU, etc. porque ha sido o es evidente que la solución al drama que viven los haitianos está siendo postergada porque se apuesta a que otro país pobre sea quien carge con la misma.

Así como Haití aprovechó los escenarios internacionales para emprender una ofensiva contra el país a raíz de la sentencia aquella del TC, nosotros también podemos hacer lo mismo, pero enrostrándole en la cara a ese conjunto de países y de organismos de la ONU que han faltado a la solidaridad y a sus compromisos como conglomerado. No es decirlo así, pero que se entienda así.

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