Soldados Dominicanos que regresaron al país tras la demanda por el orgullo y la dignidad del pueblo haitiano. |
La gota que derramó el vaso haitiano
Por: Carlos McCoy
Por muchos
años, el gobierno y pueblo dominicanos hemos recogido todas las gotas de
calumnias, mentiras, falsas acusaciones, traiciones y denuncias infundadas
vertidas por los haitianos en foros internacionales y las hemos ido depositando
en el vaso de la prudencia.
Hemos tratado
de contenerlas para evitar que se derramen y luego sea imposible recogerlas.
Creemos que
la copa no soportó una gota más y se derramó con el desprecio de las élites de
ese país a nuestra humanitaria ayuda de más de 500 camiones repletos de comida,
equipos pesados, materiales de construcción, medicinas, agua potable, médicos,
enfermeras, ingenieros, técnicos eléctricos, etc. para tratar de restablecer la
normalidad, luego de los desastres causados por el huracán Mathew,
Un artículo
del periódico haitiano Le Nouvelliste se hace eco de la opinión de los
oligarcas haitianos en el sentido de que los dominicanos nos estamos
aprovechando de la catástrofe causada por el citado huracán para introducir en
Haití los productos que las autoridades haitianas habían vedado.
Esto, obviando
con muy mala intención, que lo que el gobierno dominicano está enviando a Haití
como ayuda es ¡completamente gratis!. Al gobierno haitiano no se le ha
pedido un solo centavo, ni siquiera para que transporten esa ayuda dentro de su
propio territorio. Hasta eso ha sido provisto por el gobierno dominicano.
Añadieron que
no son necesarios los médicos dominicanos ya que hay muchos médicos cubanos
dispuestos a hacer el trabajo. Además, que no había necesidad de equipos
e ingenieros dominicanos cuando ellos tienen empresas privadas que pueden hacer
la misma labor.
Ahora se
destapan algunos congresistas haitianos dándole 24 horas a las autoridades
dominicanas para que retiren de su suelo, porque están “mancillando la patria
de Dessalines” a un puñado de militares dominicanos que entraron con el solo
propósito de salvaguardar la ayuda ofrecida por nuestro gobierno, ya que hasta
las Naciones Unidas han denunciado que bandas de delincuentes haitianos están
asaltando los camiones que van con ayuda a ese país.
Se le olvida
a esos congresistas que desde el 2004 más de 7000
soldados provenientes de
Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, El
Salvador, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Guatemala, Honduras, Italia,
Jordania, Nepal, Pakistán, Paraguay, Perú, Sri Lanka y Uruguay han pisoteado el
territorio haitiano y, en vez de ayuda, como la de los dominicanos, lo
que les han llevado han sido enfermedades como el cólera, violaciones de
niñas y todas clases de atropellos. Sin embargo, esas acciones no
mancillan la tierra de Dessalines.
Una verdadera ocupación, bajo el nombre de MINUSTAH |
Pueblo
dominicano, es hora de que recobremos nuestro decoro, nuestra dignidad, nuestro
orgullo patrio.
Por mucho
tiempo hemos tratado con nuestras acciones hacia los vecinos de demostrar al
mundo que somos un país solidario y con muy buenos sentimientos; pero no lo han
entendido de ese modo. Nos ven como pusilánimes, como un país sin
carácter, sin honor.
Demostrémosles
que no es así. Retomemos el fervor de nuestros trinitarios.
Defendamos
nuestro país. Se nos está yendo de las manos.
Por esto no
fue por lo que luchó Juan Pablo Duarte, Sánchez, Mella, los Trinitarios y
Luperón.
Honremos sus
memorias. No los defraudemos.
EL AUTOR es
electricista industrial. Reside en Nueva York.
Octubre/2016
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