miércoles, 14 de septiembre de 2016

Un acto lesivo a la dignidad nacional en cualquier escenario

Una explicación pertinente 







Por: Camelia Michel



Lunes, 12 de Septiembre 2016

La decisión de premiar a Mario Vargas Llosa contra viento y marea, es uno de los peores abusos que se pueden contabilizar en el prontuario de agresiones y desaciertos del presente gobierno en contra de la sociedad dominicana.  Es un acto lesivo a la dignidad nacional en cualquier escenario o momento en que fuere llevado a cabo, y resulta particularmente injurioso que se tome como marco la feria internacional del libro dedicada a la insigne poeta Salomé Ureña de Henríquez.

A todas luces constituye un contrasentido que se rinda homenaje a un personaje nefasto y particularmente adverso al pueblo dominicano como el escritor de marras, en una actividad que pretende enaltecer la memoria de tamaña poeta y educadora, quien dejó constancia en todos los aspectos de su vida de un amor patrio repleto de contenido. Salomé es la cantora por excelencia de nuestra nación, y la educadora que trilló un camino lleno de luces y dignidad para la mujer dominicana, la misma que ha recibido toda clase de vituperaciones en la detestable novela La fiesta del chivo.

Por si la gente lo ha olvidado, a la pluma mercenaria de Mario Vargas Llosa podemos agradecer la publicación del artículo Parias en El
Mario Vargas-Llosa
Caribe, en el periódico El País, en el cual se tergiversa el sentido de la Sentencia 168-13. En dicha “pieza literaria” además de llamar “nazi” al pueblo dominicano, se acusa a nuestros antepasados de participar en la matanza dirigida por las huestes trujillistas contra migrantes haitianos residentes en la frontera.

No me gusta decir a los demás lo que deben o no hacer, ni formular juicios o denuestos contra quienes no piensan o actúan como yo, pero tengo todavía la urgencia de encontrar las palabras, los conceptos, la explicación precisa que me haga entender cómo la gente pierde la capacidad de reaccionar, de reflexionar o de enfocar correctamente las situaciones que le son lesivas.

La mera posibilidad de que venga Vargas Llosa a recibir un premio en República Dominicana, otorgado por nuestras flamantes autoridades, es un insulto al pueblo dominicano y en especial a la clase pensante: intelectuales, creadores, escritores, poetas, quienes no han sido capaces de articular una respuesta que ponga freno a este abuso. Luego de varios años de trabajo desde la trinchera nacionalista, todavía sigo sin muchas respuestas a las preguntas que me martillean.

Yo, particularmente, he decidido eximirme de participar en la programación de esta feria, razón por la que me disculpo con algunos amigos de Cultura que me han invitado a tomar parte en actividades planificadas. Reitero que no es nada personal, pero creo que sumar mi voz poética en esta circunstancia es contribuir con una causa lesiva a mi país y a la verdadera esencia cultural nuestra, por lo que voy a hacer mutis por el foro.

Honestamente, no creo que el nombre de Salomé Ureña deba servir de mampara para mancillar a  este pueblo.


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