El PLD pidió renunciar
a dos gobiernos
Facsimil del volante que distribiuyó el PLD exigiendo la renuncia de Joaquín Balaguer |
Eli Heiliger
Eli Heiliger
Por Eli Heiliger
La petición de renuncia a un Presidente de la República es algo muy socorrido en la política contemporánea
del país y en ello el Partido de la Liberación Dominicana está a la
vanguardia.
Es muy conocida la consigna que
sustentó Juan Bosch de: “Que se vaya ya”, para pedir la salida del poder
de Joaquín Balaguer a raíz de la crisis electoral de 1990.
En esa oportunidad era reportero
del desaparecido matutino El Sol y recuerdo que desde la Casa Nacional
del PLD, Bosch llamó a la insurrección contra lo que calificó como un
fraude.
Ni sus propios
seguidores atendieron a su llamado, pues los que fueron electos
senadores, diputados, síndicos y regidores se juramentaron, con lo que
legalizaron las elecciones del 16 de mayo de 1990.
El 29 de enero de 1985 en una
rueda de prensa, Bosch argumentó que el “doctor Jorge Blanco ha demostrado, sin
ninguna duda, que no tiene capacidad para enfrentar los problemas del país, por
lo que se impone su renuncia de la jefatura del Estado”.
El fundador del partido
oficial también planteó a raíz de las elecciones del 1978, cuando se
quería impedir el ascenso del Partido Revolucionario Dominicano, un gobierno de
unidad nacional con lo que se desconocía el triunfo arrollador de Antonio
Guzmán Fernández.
Hoy a más de dos décadas de las
peticiones de renuncia a Balaguer y Jorge Blanco, un grupo de intelectuales,
políticos y ciudadanos solicitan la salida del poder de Danilo Medina, lo que
ha provocado un aluvión de reacciones de todos los matices.
Entre esas, legítima por cierto,
con todo derecho a defenderse, figura la reacción del presidente Danilo
Medina que el miércoles pasado exclamó: “Déjenme trabajar”.
El grupo que hoy reclama la
renuncia de Medina dice que este “pretende construir un poder omnímodo e
indestructible por medio de la imposición de una reelección institucionalizada
e infinita”.
Al solicitar la renuncia del
mandatario y negarle capacidad para enfrentar los problemas nacionales,
considera que “el poder se sustenta en el lavado de dinero, la manipulación
mediática, el maridaje ante los grupos fácticos y económicos, la complicidad
y el control de las instituciones del Estado”.
Creo que los ciudadanos que
formulan tal demanda están en su legítimo derecho para hacerlo y que con ello
no cometen ningún pecado por el cual merezcan la excomunión.
Por lo cual no hay que
anatematizarlos como lo hizo el presidente de la Junta Central Electoral, Julio
César Castaños Guzmán, con lo cual perdió la confianza de muchos ciudadanos,
que consideran que su misión no es opinar sobre táctica política de los
partidos y ciudadanos, sino organizar elecciones libres.
Creo que el PLD y Bosch no
cometieron ningún pecado cuando pidieron la renuncia de Balaguer y Jorge
Blanco, por lo que extraña que muchos de los que hoy maldicen a los
intelectuales, no recuerden aquellos hechos.
Personalmente creo que esta
administración debe terminar el periodo para lo cual fue electa y que no hay
condiciones para un cambio de gobierno como proponen los que hoy exigen su
renuncia, pero esto no nos obliga a engullirnos, sin ni siquiera pasarlo por un
“baño de María”, la mega corrupción que a dentelladas se come el
Presupuesto Nacional.
También reconozco el derecho que
tienen los ciudadanos de apoyarlos u objetarlos al mismo ,pero que hay que evitar
que se pretenda esfumar el derecho a disentir.
Eli Heiliger
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