viernes, 28 de noviembre de 2014

ORLANDO DICE



Nadie esperaba que Tribunal Constitucional fuera un equipo que jugara tan duro


                 
Por: Orlando Gil


LA OBRA.-  Los miembros del Tribunal Constitucional, excepto dos que no se deslizan para no ensuciarse el uniforme, hacen el equipo. Sabiendo como saben que no las tienen fácil, se organizan como si los mandara Máximo en El Gladiador, en círculo y dando el frente al adversario, de manera que cada cual cumpla una  tarea, y lo haga bien. Justo Pedro Castellanos, por ejemplo. Acaba de compilar una serie de documentos importantes en el devenir de la nación dominicana. El tomo lleva por título La Sentencia 168-13-Antología de una Defensa Esencial, e incluye el controvertido fallo y todo lo escrito desde entonces hasta ahora, más de un año, en diferentes medios. Una obra de esfuerzo, pero necesaria, pues los dominicanos necesitan de instrumentos idóneos y viables para librar su dura batalla  por la  identidad, la soberanía y la nacionalidad. El fragor fue estruendoso, y como nunca antes fueron muchos los llamados y todos los escogidos. Ningún interesado se quedó sin opinar, y contrario a otras oportunidades, no fue posible manipular ni tupir la población, que respondió “valga el cliché” como un solo hombre...

LA INSTANCIA.- Desde tiempos atrás se venía hablando de la conveniencia de un Tribunal Constitucional que se ocupara como instancia única de asuntos que eran encargados de manera
subsidiaria a la Suprema Corte de Justicia. Nadie conoce la intimidad de la corte y cómo se originó ese temperamento, tan decidido, pero su repente fue efectivo y puso a otros órganos públicos a hacer la tarea. Nadie pensó ni esperó que jugara tan duro, pues lo lógico era que calentara el brazo, que estudiara el terreno y viera el potencial de los contrarios. Sin embargo, solo hubo que entregarle la pelota, dejarlo pichar, sin señas adicionales, y ganó ese primer juego importante. Fue verdad que hubo que ir varias veces a ver la grabación y discutir con árbitros extranjeros, pues esas eran las reglas del terreno. Pero lo que en principio fue jonrón, se quedó jonrón, y lo que se cantó safe, salvó al pelotero en su base. Esto es, que como nunca antes el dominicano tuvo conciencia de la institucionalidad y defendió sus autoridades del ataque y agravio provenientes del exterior. Guacanagarix quiso, pero no pudo...

AHORA SÍ.- Leonel Fernández descalificó a sus oponentes en las elecciones del 2008 diciendo que no sabían conceptualizar, y ese era un problema que tenían los dominicanos, pues Américo Lugo había afirmado algo parecido. Dijo que el dominicano no sabía conversar.
La sentencia 168-13 demostró lo contrario. Las ideas salieron de todas partes, a favor y en contra, y se produjo un debate a profundidad, como nunca antes. Hubo desaguisados y gazapos, y los consabidos fuera de liga que solo saben insultar o hablar alto sin fundamento, pero en lo demás la discusión pública fue abierta, prolífica y variada. Conceptos que no estaban claros, fueron revalorizados, y las nociones de patria, nacionalidad, identidad, soberanía, autodeterminación, etc. fueron actualizadas. A consecuencia hubo una ley y un reglamento, y se van aplicando unos procedimientos, y nada impuesto, todo por consenso, como debe ser en una democracia adulta. Puede decirse lo que se diga, pero el Ejecutivo habló con todos los sectores y en lo que se plasmó “en más o menos” estuvieron las opiniones de todos los  partidos políticos e instancias de la sociedad civil...

LA FIRMEZA.- Las autoridades han seguido firmes, echando la batalla donde sea de lugar, pero ese ánimo se debe a la actitud vigilante de la población y de sus sectores más representativos, que no les pierden ni pie ni pisada y que no aceptarían majaderías ni retrocesos. Es verdad que a veces se percibe una imagen de duda, pero son muchos los escenarios y el Estado que en ocasiones tiene que jugar con reglas ajenas. Sin embargo, todo va bien de manera general. Los haitianos quisieron, pero no pudieron y al final, si no se resignaron, saben que por ahora no es posible imponer y menos avasallar. Aunque les quedan las ganas como pudo comprobarse en una reunión celebrada la semana pasada, en que intelectuales del vecino país pasaron balance de la situación y plantearon maneras de afrontar el problema de la migración. Pues no solo se producen reveses en República Dominicana, sino por igual en otras islas del Caribe que eran consideradas aliadas. De ahí la importancia de la compilación realizada por Justo Pedro Castellanos, juez del Tribunal Constitucional...


Puntos de vista / Listín Diario
26 Noviembre 2014

No hay comentarios: