¿cómplices o sólo un chantaje?
Por María
Consuelo Hernández
El Lobby haitiano no pierde oportunidad y sin
ningún tipo de escrúpulos asalta cualquier escenario internacional para traer
al tapete la sentencia del Tribunal Constitucional. La irrevocabilidad de dicha sentencia ha
trastornado sus planes. Ahora maquinan la manera de cómo extorsionarnos
económicamente para doblegarnos a sus pretensiones, aunque para ello, tengan
que tocar las puertas de todos y cada uno de los países con los cuales tenemos
relaciones económicas.
De manera astuta pretenden sumar a su empresa
organismos y entidades foráneas (ONU, CARICOM, ACNUR, OEA, UNICEF, etc.)
violando todos ellos la libre determinación, las leyes del estado dominicano y
el acuerdo Dominico-Haitiano de 1938, el cual está vigente.
En nuestro país existen innumerables oenegés
que mantienen un contumaz mensaje de denotación contra la República Dominicana
a pesar de la asignación que les da el gobierno dominicano. Estas a su vez,
reciben financiamiento de países y organismos internacionales para sus
proyectos.
Ya es hora que el Gobierno les solicite a
dichos países que expliquen en qué consiste el financiamiento que están
otorgando a estas ONGs, para asistir a los haitianos que están de manera ilegal
en el país.
Las oenegés prohaitianas radicadas en el país,
fabrican demandas para someternos ante la Corte Interamericana de los Derechos
Humanos, bajo la acusación que el Estado Dominicano está deportando a sus
propios nacionales cuando estos son haitianos ilegales, con documentaciones
adquiridas de manera fraudulenta, sin arraigo dominicano y que apenas hablan
español.
¿Por qué el Estado dominicano no demanda a
estos nacionales haitianos?, ¿Por qué la Corte Interamericana no sanciona por
felonía a estos "demandantes haitianos"?.
Es inconcebible que el Estado dominicano invierta su tiempo
solo en dar explicaciones a los Organismos Internacionales, sin efectuar las
acciones legales debidas en defensa del país.
¿Cómo es posible que un estado fallido y
ocupado como lo es Haití, nos acuse de "violar sus derechos" en
nuestro ejercicio soberano de la aplicación de nuestras leyes, las cuales
guardan gran similitud a las de otros países del continente?.
¿Por qué el Estado dominicano no ha notificado a San Vicente,
Granadinas, a la ONU, a Estados Unidos, a Canadá, a Francia, a la Unión Europea
y a Haití de que se abstengan de inmiscuirse en los asuntos domésticos de
nuestro país?.
¿Por qué el Estado dominicano no somete a Haití por la
violación del acuerdo Dominico-Haitiano de 1938?
Es hora de que la embajadora de la Unión
Europea en el país, explique cual es la finalidad de otorgarle a estas
entidades una donación de 400 mil euros para cambiar la visión de los
dominicanos con relación a Haití y cuales son los resultados que esperan
obtener de dichos programas. El pueblo dominicano no consentirá jamás que se
experimenten proyectos que atenten contra la integridad de nuestra nación y
nuestra soberanía.
Los fusionistas dominicanos se han dando la
tarea de usar los nombres de entidades y organismos internacionales como parte
del chantaje sicológico, a través del cual han pretendido amedrentar al
gobierno y al pueblo dominicano.
Recientemente la ONU y la Unión Europea
desmintieron los argumentos de estos mentirosos compulsivos pro-haitianos. Y a
propósito...
¿Por qué no se investigan los bienes de estos
dominicanos traidores?.
¿Cuál es la procedencia de sus ingresos y bajo qué
concepto lo han recibido?. Hay que identificar a todo aquel que conspire contra
la patria, hay que declararlos no gratos y repudiar su labor. La mejor forma de
aniquilar a los traidores es el rechazo a todo lo que provenga de ellos y de
sus empleadores.
La respuesta de la República Dominicana al
trato hostil y a los vituperios del gobierno haitiano en materia legal ha sido
una respuesta tímida, en cambio, en materia comercial ha sido una respuesta
considerada y presta a proveer los productos esenciales para el abastecimiento
de las necesidades de su población, así como la facilitación de equipos, tecnología
y materiales para la reconstrucción de su país.
En materia de las relaciones diplomáticas el
aspecto humano y desprendido ha estado presente, no olviden que a pocas horas
del siniestro que mató a un cuarto de millón de sus habitantes, los primeros en
llegar en su auxilio fuimos los dominicanos.
No hubo fronteras históricas ni físicas, que
nos frenaran para ir en su ayuda. No perdimos tiempo para enviarles toneladas
de comida y medicamentos. Nuestra gente no dudó un segundo en ir a rescatarlos
de entre los escombros. No faltaron madres dominicanas para amamantar a los
bebés que habían quedado huérfanos.
No faltaron dominicanos para ofrecer techo y
comida a los que llegaban heridos y desconcertados a nuestro país. Nuestras
manos han permanecido siempre tendidas hacia ellos con la esperanza de que
algún día los haitianos vean al pueblo dominicano con respeto, beneplácito y en
su justa dimensión.
Ha llegado el momento de separar el trigo de
la cizaña. Hay que "despendejarse". A esos que dicen que nuestro problema
no son los haitianos, sino la corrupción del gobierno que ha permito todo este
problema, tienen razón. El país ha manejado por décadas de manera
"blandona y permisiva" los asuntos de Estado y nunca se le ha pasado
factura a los corruptos. Hoy no podemos permitir que nuestra "mea
culpa" sea lo que frene la unión del pueblo. Esto no puede ni debe
silenciar nuestros reclamos, para que de una vez y por todas, se cumplan las
leyes. Ya nada nos detendrá en la defensa tajante de nuestra soberanía.
El pueblo debe exigirle al Presidente Medina
que le solicite a la ONU acogerse a la resolución 2131 de su Asamblea General,
así como a la resolución 2625, las cuales benefician a la República Dominicana
como a cualquier otro Estado perteneciente de la comunidad hemisférica.
La doctrina panamericana de la no intervención
reza " que ningún Estado podrá intervenir directamente o indirectamente en
los asuntos internos de otro Estado por cualquier otro motivo; ni solicitar
medidas que atenten contra la personalidad jurídica del Estado, o su régimen
político, económico o social".
El pueblo ha decidido no seguir en silencio y
va a seguir señalando con pruebas a todos los que atenten contra nuestra
nación. El pueblo unido a los grupos cívicos, va actuar bajo el amparo de la
ley contra los traidores, las entidades foráneas y en contra del gobierno
haitiano.
¡El nacionalismo a tocado el corazón del
pueblo y está en las calles!
¡El pueblo ha dicho basta ya!.
El pueblo ha decidido defender la patria sobre
todas las cosas y en cualquier terreno que se le convoque.
¡El pueblo ha dicho la soberanía se respeta,
se defiende y punto.
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