Las verdaderas razones
Por: Adriano Miguel Tejada
A
muchas personas parece olvidársele que lo que está en juego en el actual
diferendo con Haití es más que la nacionalidad de un grupo de personas más o
menos numeroso.
La
nación dominicana y la nación haitiana tuvieron procesos políticos y económicos
muy diferentes, que crearon también pueblos de naturaleza distinta. Lo racial
es quizás la menor de las diferencias entre ambas naciones.
Como
expresara José Núñez de Cáceres, al entregarle a Boyer las llaves del país en
1822, "todos los políticos... han considerado siempre la diversidad de
idioma, la práctica de una antigua
legislación; el poder de las costumbres que
han arraigado desde la infancia y la disimilitud de costumbres hasta en la
alimentación y el vestido... La palabra es el instrumento natural de comunicación
entre los hombres: Si no se entienden por medio de la voz, no hay comunicación,
y es ahí ya un muro de separación tan natural como invencible...".
José Núñez de Cáceres |
Y
el maestro Hostos lo vio tan claro como el día: "la lucha que sostuvo el
pueblo dominicano contra Haití no fue una guerra vulgar. El pueblo dominicano
defendía, más que su independencia, defendía su idioma, la honra de su familia,
la libertad de su comercio, la moralidad del matrimonio, el odio a la
poligamia, mejor destino para su raza, mejor suerte para su trabajo, la escuela
para sus hijos, el respeto a la religión de sus antepasados, la seguridad
individual... Era la lucha solemne de costumbres y de principios diametralmente
opuestos..."
Eugenio María de Hostos |
Quien quiera ver...
Diario Libre
5 Diciembre 2014
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