FUERA DE CÁMARA
¿No estamos de rodillas...?
Por: César Medina
El
ministro de lo Interior, Monchy Fadul, ha dado una noticia excelente, que
deberíamos celebrar batiendo palmas: “Los dominicanos –todavía, digo yo–, no
estamos de rodillas frente a los haitianos.
Lo
dijo como quien no quiere decirlo, con más miedo que vergüenza, en el contexto
de la preocupación que causa a las autoridades la insubordinación insolente de
la turba haitiana que agredió a la Policía, a un médico legista, a periodistas
y a ciudadanos dominicanos indefensos el sábado en el barrio 27 de Febrero.
Monchy
dijo que las autoridades desarmarán a todos los haitianos que posean armas “ya
sean de fuego o blancas”, y que ese desarme se
extenderá “a otros extranjeros
que porten armas sin la debida autorización legal...”.
Monchy Fadul |
Y
como midiendo cada palabra, el ministro de lo Interior remató el tema señalando
que a las autoridades les preocupa cualquier alteración del orden... “No sólo
de haitianos sino de cualquier sector”.
Quiso
sacar las palabras como con pinzas para no provocar a los grupos llamados
defensores de los derechos humanos que andan alertas defendiendo a los
haitianos así sea que se violenten contra el orden público.
Por
eso, cuando Monchy habla del desarme a los haitianos dice que la acción se
extenderá “a otros extranjeros que porten armas sin la debida autorización
legal”. Y al referirse a la preocupación que provoca la alteración del orden,
aclara que no sólo de los haitianos sino de cualquier sector”.
Pero
fueron haitianos...
El
ministro Fadul busca evitar que lo acusen de perseguir a los haitianos,
colocándose a la defensiva sobre unos hechos muy peligrosos que le obligan a
actuar con firmeza contra esos extranjeros --que se dice son en su mayoría
ilegales--, que el sábado tirotearon a la Policía, hirieron a tres periodistas
a palos y pedradas, y acosaron a vecinos dominicanos del barrio 27 de Febrero.
¿A
cuáles otros extranjeros “que portan armas sin la debida autorización legal” se
refirió el señor Fadul...? ¿Cuáles otros sectores extranjeros han provocado
alteración del orden público fuera de los haitianos del barrio 27 de Febrero?
Es obvio que las respuestas están a la vista...
Sólo
los haitianos dispararon y blandieron armas ilegales ese día, y sólo ellos
provocaron un desorden mayúsculo en ese barrio de la capital con
enfrentamientos violentos contra la autoridad policial.
Pero
el ministro Fadul quiso evitar que los grupos haitianófilos y los defensores a
ultranza de los derechos humanos lo acusaran de perseguir a los haitianos. O
sea, fue víctima del chantaje de siempre, el método que ha envalentonado a
estas hordas ilegales que poco a poco se han ido adueñando hasta de las leyes
dominicanas.
¡Hay
que desarmarlos...!
El
ministro de lo Interior tiene que actuar con drasticidad desarmando a los
haitianos sin ningún miramiento, y buscar los lugares donde esas personas
esconden sus armas... Los periodistas presentes en el lugar la tarde del sábado
atestiguan que dispararon con armas largas.
Si
esos haitianos, que viven en extrema pobreza, tienen armas largas, entonces la
investigación de las autoridades no puede ser de simple policía. Los organismos
de seguridad del Estado están en el deber de entrar en acción...
Es
preciso determinar qué tipo de armas son esas, establecer su origen, dónde las
esconden, para qué las tienen almacenadas, qué uso piensan darles y cuándo...
...Porque
detrás de esas armas debe haber algo grueso. Monchy no puede dorar la píldora.
Puntos de vista, Listín Diario
26
Septiembre 2014
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