Entre
Joao y Odebrecht
Por Antonio
Almonte
Pocos años después de la clamorosa victoria electoral
del Partido de los Trabajadores (PT) y Lula Da Silva en Brasil (2003), el
periodista Joao Santana inicio un vertiginoso ascenso hasta convertirse en el
experto en marketing político más importante de su país y, se dice, de toda
América Latina.
Su éxito ha estado ligado – aparte su reconocido
talento – a la permanencia del PT en el poder y a la extraordinaria popularidad
y prestigio alcanzado por Lula.
Con más de 12 años en el poder, la dupla Lula-Dilma
ha utilizado a Joao no solo para la asesoría de sus propias campañas
electorales sino para exportar sus habilidades en mercadeo electoral hacia
otros países y ganar generosos contratos
de consultoría en las campañas de Chávez (2012), Humala en Perú (2012),
Funes en El Salvador (2009), José Dos Santos en Angola (2012) y Danilo Medina
en República Dominicana (2012), aparte de trabajos similares en Ghana y Panamá.
Ahora bien, el armador efectivo de los vínculos de
Joao con esos aspirantes a presidente y con gobernantes en busca de reelección
ha sido el expresidente Lula.
Que Lula utilice su prestigio y condición de
expresidente del influyente Brasil para hacer amarres que derivan en negocios
no es el primer caso después de las conocidas incursiones de Bill Clinton en
megaproyectos internacionales. Además, han quedado atrás los anos románticos
del Lulalá, Lula Paz y Amor cantado por las calles de Sao Paolo o Rio de
Janeiro hace más de una década.
La efectividad económica de la alianza Lula – Joao se han enriquecido con la
incorporación estratégica de la gigante Odebrecht.
A través de esta empresa, el presidente electo o
reelecto asesorado por Joao en los países citados pagaba también en especie,
concediéndoles contratos para la construcción de grandes obras de
infraestructura.
Joao es asesor político de Danilo y publicista
principal de Odebrecht, a la que la CDEEE le concedió el contrato de 2040
millones de dólares para la construcción de las dos plantas de carbón en Punta
Catalina. Contrato y relaciones muy cuestionados aquí y en el exterior.
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