¿Por
qué los gobiernos les tienen miedo a los choferes?
El presidente Balaguer, en los finales de 1961,
desmembró al Partido Dominicano repartiendo sus bienes especialmente entre los
choferes, a los cuales se les entregaron vehículos de todas clases, no sabía
que estaba engendrando un peligroso monstruo que a los pocos años harían
tambalear a los gobiernos con sus huelgas y exigencias, que se traducían en
jugosas dádivas que ahora les permite a algunos de sus dirigentes aspirar a
jugar para ser presidentes de la República, sin ni siquiera poder articular una
frase completa.
Fruto de la complacencia de los políticos con sus
devaneos populistas, y no querer controlar a los rebeldes choferes y su
continuo accionar de huelgas, agresiones y
exigencias de exoneraciones es que
en Higüey los choferes paralizaron la región porque a uno de sus dirigentes se
le incautó un vehículo o que los camioneros paralizan sus transportes de carga
a Haití por las agresiones y exigen ser protegidos por soldados dominicanos,
como si tal cosa fuera tan sencilla de que militares penetraran en territorio
extranjero, aun cuando fueran vestidos de civil.
Danilo Medina y los empresarios del transporte |
O sea que los choferes, empresarios, políticos y
sindicalistas, en su creencia de que son todos poderosos y que los gobiernos
les deben sumisión, les presentan las más variadas exigencias que van desde
tener escolta militar y policial, exoneraciones de todo tipo, violar todas las
leyes de tránsito circulando por la libre y doblegar a los empresarios que no
pueden tener flotas de transporte, tanto en el sector turístico, industrial y
mucho menos en el agropecuario.
Ya las exigencias, aparte de interrumpir el tránsito
por las avenidas capitaleñas, agredir a los llamados piratas, confirma la
libertad conque hacen esas cosas. La complacencia de las autoridades que dan
las espaldas y miran para el otro lado para permitir sus desmanes, ha llevado a
los dirigentes choferiles a creerse que son muy temidos o amados por el pueblo
que se refleja cómo sus dirigentes, con la movilización de sus tropas
aguerridas y turberas, presionan a la Junta Central Electoral para exigirles el
reconocimiento de sus partidos para participar en las próximas elecciones, a
cuenta que sus candidaturas son imbatibles y cuentan con la bendición de
algunos comunicadores que en sus medios proyectan a los dirigentes choferiles
como probos ciudadanos.
El rosario de desmanes se remonta desde los finales
de las década del 60 del siglo pasado. Una simple ordenanza municipal, de
convertir las avenidas Bolívar e Independencia de una vía, generó una violenta
huelga que el explosivo Unachosin hizo tambalear al gobierno del doctor
Balaguer logrando un paquete de concesiones a los choferes para aplacar las
protestas, en una época en que el país se enderezaba del turbulento y reciente
pasado de 1965 de gran heroísmo cívico, que las secuelas sangrientas se
extendieron al exterminio con suma facilidad de dirigentes de izquierda.
El chorro de los millones de pesos que los gobiernos
les han otorgado a los dirigentes choferiles ha servido para imponer el caos en
el tránsito público, ya que esas exoneraciones eran supuestamente para sacar de
circulación los destartalados carros de concho y las voladoras, cosa que no ha
ocurrido y vemos con el desenfado que circulan vehículos en condiciones
deplorables que ni seguro tienen y mucho menos las puertas completas, y cuidado
si un Amet se atreve a
pararlo ya que de una vez arman una movilización para
interrumpir el tránsito con un entaponamiento fastidioso, exigiendo libertad y
respeto para un padre de familia. De ahí vemos cómo una mezcla variopinta de
vehículos circula por las calles desde los carros chinos de Marte, con los
minibuses azules de Hubieres y con los camiones exonerados de Peralta junto a
un destartalado Toyota de 1980 o hasta un bien conservado Austin.
Y, las autoridades exigen Revista a los privados |
En la práctica, se ha visto a través de los años, a
los gobiernos atemorizados por los sindicatos de choferes a quienes no se les
somete a cumplir las leyes, en cambio, han preferido darle toda clase de
prebendas para mantenerlos tranquilos y hasta no se dudaría que a la JCE
podrían presionarla para que aprueben los partidos choferiles y continuar
atendiendo a sus demandas en un ambiente político que se perfila hacia un
panorama con un partido único.
Bloquean la vías por un quitáme esta paja |
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