Canadá,
una coartada perfecta
Por:
Orlando Gil
DESPROPOSITO.-
Nadie puede negar a Canadá o a los canadienses el derecho a la generosidad con
los haitianos, pero ¿por qué en tierra ajena y no en la propia, allá y no aquí?
Lo que está sucediendo ahora en Montellano, Puerto Plata, no es nada nuevo. Eso
mismo hacía un padre extranjero en una comunidad del Este, con la natural
protesta de los nativos que se sentían discriminados. Los fondos de entonces
como los de ahora eran aportados por entidades del exterior. Es decir, que es
un designio viejo, e igual la finalidad: Acomodar a los haitianos, de manera
que se sientan mejor que en su patria. Que República Dominicana no solo sea su
aposento natural, sino que en cada día sea mejor la acogida. No hay que
pensarlo mucho. Si de este lado tienen trabajo, educación, salud y ahora casa
gratis, no habrá forma de pararlos. La afluencia es un fenómeno normal, y por demás ahora universal, pero qué decir de la acción alevosa
y complaciente de organizaciones que, hasta haciendo lo que consideran
bueno, interfieren en los asuntos nacionales, sin que las autoridades
intenten siquiera pararles el
coche...
ESPACIOS.-
Canadá o los canadienses pudieran ir a Haití y ver las condiciones de sus
viviendas, sea en el campo o lo que pueda llamarse ciudad, y actuar en
consecuencia. Si no, bastaría con leerse a la dominico-americana Julia Álvarez,
quien en su obra Boda en
Haití (Wedding in Haití) describe esa terrible
realidad de casas de tierra. Tal vez mencionar la situación de la capital
Puerto Príncipe, donde miles de sus moradores viven en carpas, no fuera la
metáfora más apropiada a cinco años del terremoto que la asoló. O sea, que esa
generosidad tiene muchos espacios para manifestarse del otro lado de la Isla.
¿Por qué aquí y no allá? La razón es sencilla, aunque siempre maliciosa y
perversa. Entre los requisitos para que un haitiano se asuma como dominicano, está el arraigo. Dice el
Diccionario de la Lengua Española que arraigo es “acción y efecto de arraigar”,
y arraigar en su primera acepción es “echar y criar raíces”, pero en la tercera
es “establecerse de manera permanente en un lugar, vinculándose a personas y
cosas”...
COARTADA.-
No hay por lo tanto que perderse en lo claro, si además se conocen las
coordenadas. Cuando en Montellano, Puerto Plata, se construye un barrio llamado
Los Algodones o Villa Esperanza, no solo se busca favorecer haitianos, sino
crear condiciones para su arraigo. Si tienen casa, y mujer, e hijos nacidos
aquí, esto es, raíces ¿cómo deportarlo a Haití cuando se cumpla el plazo? La
coartada perfecta...
TESTIMONIO.-
Aquí en New York estamos propiciando varios grupos de presión y comenzaremos
con ponerle un poco de fuego a los caparazones de los diputados de ultramar con
el asunto haitiano. Es inconcebible lo que vimos la semana pasada con el
secuestro de militares y personal diplomático y que no viéramos una
movilización inmediata del Ejército, aviones incluidos, que les diera la
sensación a
los plagiadores que la cosa va en serio... Y nada de negociaciones.
Como te he contado en ocasiones anteriores yo vengo todos los años de pesca a
la región de Pedernales y todas esas costas están cundidas de haitianos en
pesca de devastación, y tráfico de todo, ya que ellos pasan de día, de noche y
de madrugada frente a la Marina de Pedernales... Y bien gracias. Los pescadores
de la zona están echando el pleito, pero algunos tienen docenas de haitianos
como empleados, no solo como pescadores, también los tienen playeando, término
que significa pasarse los días buscando drogas por los acantilados de la zona.
La inercia del gobierno dominicano a tomar una postura de pantalones largos nos
tiene desesperados, Danilo no es Balaguer, que no importa cual dura fuera la
situación, la población le daba el beneficio de la espera al viejo porque sabía
que vendría de atras pa’lante. En este caso no, para mí el tema haitiano es una
mancha oscura como el color de la mayoría de sus habitantes en la gestión del
presidente Medina. No entiendo esa falta de acción. ¿Qué espera? Habrá
desgracias, un día aparecerá el muerto indebido, un día vendrá la metida de
pata de parte de ellos, y que no se piensen que son angelitos. Esa gente están
siendo equipadas por las gangas de haitianos de Miami, están armados y bien
armados... Tendremos un Kosovo en el caribe y muy pronto.
Un abrazo mano, seguimos pendiente con el
café.....
Fernando Santana, New York
Puntos de vista/Listín Diario
7
Enero 2015
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