Un diálogo sin sentido
Por Julio Martínez Pozo
¿Qué le
espera a la República Dominicana de las reuniones bilaterales que iniciará con
Haití en Juana Méndez a partir del 7 de enero, con la mediación de Venezuela y
la observación de Naciones Unidas, Unión Europea y CARICOM?.
Mayor
irrespeto y desconsideración en el plano internacional, mientras en el plano
local el Gobierno cosechará descontento, indignación y frustración.
Es evidente
que Venezuela está presentando una factura que no está contemplada en las
facilidades financieras de Petrocaribe y en el último encuentro con los países
que participan de ese convenio impuso a la República Dominicana un diálogo con
Haití bajo condiciones muy lastimosas para la soberanía de nuestro país, que el
Gobierno ha aceptado creyendo que le crearían un panorama más favorable, cuando
de lo que se trata es de una encerrona.
Alguien
convenció a Venezuela de que una línea de presión podría lograr un
desconocimiento de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, y pasó de
la posición mediadora que había tenido a
través de su Canciller y que se
expresó en los diálogos que el país había llevado a cabo con Haití a instancias
de la patria bolivariana, a la postura desenfadada frente a RD externada por el
presidente Nicolás Maduro.
Nicolás Maduro |
Como si no
hubiese sido suficiente indelicadeza proponer la participación de CARICOM como
observadora, después de aprobar una resolución rechazando un ingreso a ese
mecanismo que el país no ha formalizado, y desconociendo en una serie de
pronunciamientos que se dirigían a una nación que no es colonia de nadie, el
mediador mismo se descalificó fijando posición a favor de una de las partes, es
decir que en vez de ir a un diálogo República Dominicana va un paredón.
Sobre la
sentencia el Gobierno no tiene nada que dialogar porque no la puede modificar
ni desconocer cómo le ha pedido la primera ministra de Trinidad y Tobago y
presidenta de CARICOM, Kamla Pesard Bissessar, porque la Constitución que
Danilo Medina juró defender establece fuera de toda interpretación: “Las decisiones del Tribunal Constitucional
son definitivas e irrevocables y constituyen precedentes vinculantes para los
poderes públicos y todos los órganos del Estado”.
¿Por qué el
Gobierno ha aceptado sentarse a discutir peticiones que no podrá complacer?
Danilo Medina Sánchez |
¿Para ganar
tiempo y bajar la presión? Puede ser, pero resulta que los que han impuesto el
diálogo lo han hecho bajo la creencia de que tendrán algunos logros y peor será
cuando sientan que se les ha tomado el pelo o se les ha puesto a perder el
tiempo.
El futuro de
ese diálogo será el fracaso, o lo suspende Haití con el apoyo de sus aliados al
ver que no conseguirán lo que buscan, o lo deja la República Dominicana cuando
el grado del irrespeto llegue a la humillación, y entonces se volverá al camino
del que el país no debió distraerse ni un segundo, el de la ejecución del Plan
Nacional de Regularización de Extranjeros.
Todos los que
están opinando, incluso el presidente Raúl Castro, que tiene que pagar aunque
sea con la boca el petróleo que Cuba recibe de Venezuela, están preparados para
entender los problemas migratorios solo cuando tocan sus puertas, pero el que
padecen los dominicanos, cosas única e incomparable en el mundo, solo lo
entienden los dominicanos.
Lo que más me
preocupa es que el Gobierno del presidente Medina, con su incomprensible
desempeño en ese tema, sacrifica las buenas calificaciones que alcanza en
otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario