Amnistía no pasa
Por
Julio Martínez Pozo
VAIL,
Colorado.-Alejado por unos días del país en cortas vacaciones por estas montañas
nevadas, no dispongo de revelaciones distintas a las publicadas sobre lo tratado
en el primer encuentro del diálogo bilateral entre los gobiernos de Haití y la
República Dominicana.
De lo que estoy seguro es que la declaración
que acordaron ambas partes para satisfacer los requerimientos de los medios
informativos, no es más que un resumen ligero de lo discutido, que insinúa
algunos temas y mantiene otros a la discreción, y entiendo que es natural que
así sea, porque se trata de cosas que están sobre la mesa, no de temas
aprobados, y deben ser llevados a otras instancias.
Aunque la delegación haitiana estaba
encabezada por su jefe de gobierno que es el primer ministro, lo más delicado
es que antes de
participarlo a la prensa informaran al jefe del Estado, que es
el presidente de la República, de todo cuando allí se planteó, y en situación
mucho más delicada estaba la comisión dominicana, que aunque fue investida de
categoría ministerial sabe que brega con una papa muy caliente, que tenía que
hilar con mucho cuidado, y con más razones que la haitiana para saber que su
primer informe tenía que ser para el presidente Danilo Medina, y que él
determine cómo manejar cada petición .
Laurent Salvador Lamothe y Gustavo Adolfo Montalvo Franco |
Para entretención se plantearon como producto
de esa reunión temas que han estado en ejecución desde hace tiempo como el de
la colaboración aduanal que data de hace másde unaño, igual la colaboración
policial y fronteriza.
Que Haití reconoce el derecho soberano de los
dominicanos de regular la migración en su territorio, es una concesión tan
elemental, como la de que nosotros reconocemos el derecho que tienen los
haitianos a regir sobre su territorio, pero era el único trofeo que podían
presentarle a la opinión publica dominicana los que saben que están
protagonizando un episodio que el pueblo dominicano observa con rechazo y mucho
recelo.
Pero ni ese regalito, Pierre-Richard Casimir,
ha dicho en declaraciones posteriores que Haití defendió con firmeza que el
Plan de Regulación no resolvía la supuesta apatridia, y que dominicana se
comprometió a aprobar una ley para solucionarla, y que estarán
observando el
comportamiento de las autoridades dominicanas.
Bill Clinton y la Fundación Kennedy está orquestado todo. |
Esa es la iniciativa para proteger a las
personas que no fueran beneficiadas por el Plan Nacional de Regulación de
Extranjeros, una especie de amnistía que va a desatar en RD todos los demonios
porque desconocería los efectos de la sentencia 168-13.
Es cierto que el Partido de la Liberación
Dominicana cuenta con una mayoría aplastante para aprobar otras iniciativas
pero no esa, porque el PLD después de su congreso interno entra en un proceso
de campaña que hará muy difícil la aprobación de una ley tan controversial, amén
de que tanto el presidente de ese partido, como el secretario general, no han
perdido oportunidad de colocarse del lado donde está el sentir mayoritario del
pueblo dominicano, que es con la sentencia del Tribunal Constitucional.
No es casual que el embajador de Estados
Unidos en nuestro país se
haya pronunciado en favor del entendimiento con Haití
y que visitara al ministro que encabezó la delegación dominicana un día después
del diálogo. La mano del USAID no ha estado ausente del manejo que ha dado el
Gobierno al conflicto generado por la sentencia, pero todo eso no hace más que incrementar
las sospechas y reforzar la vigilia.
James Wally Brewster y Gustavo Montalvo |
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