Espero que iniciar la
aventura de abrirme paso entre las conmociones de mi país, me facilite ver de
qué manera lograron sembrarlo poco a poco en las penumbras de una amnesia de
209 años, desvelar los judas de nuevo cuño que –con o sin Denarios de por
medio- lo han encerradoen un
fatal juego de ignominias y deshonras; y a lo mejor, con suerte, arrebatarles
-también- una que otra hazaña que no conocemos todavía.
No digo nada nuevo,
pero la política es como un buffet donde cada quien se sirve todo lo que le
apetece de lo que más le gusta; sólo que no está permitido intentar tener
unameno y suculento almuerzo con
Dios y Lucifer en una misma mesa y esperar que el resto de comensales aplaudan
la genialidad.
Cuando se está al
frente de un país -sobre todo pequeño como el nuestro-, la definición es
crucial por inevitable, pues, es convertido en lacayo o defensorde sus intereses en menos tiempo del
que el gallo de Pedro-el
“cortaoreja” de la última cena-tarda en cantar. Cuando se elige ser un sometido o ser soberano, lo que
se evidencia es la debilidad o la fortaleza de espíritu, ya que, se claudica o
se resiste respondiendo a las intenciones que, en silencio, habitan en el
interior de cada individuo. Por consiguiente, no hay cabida para posiciones
descafeinadas, ni para escrituras con media tinta, mucho menos para añadir
olvido a la humillación.
En el escenario
actual, la República Dominicana real se parece mucho a la República Dominicana
virtual que anhela el patrón de los 4 jinetes del apocalipsis que, con
sospechosa prisa, vinieron a entregar su“bolsa de valores” que, más bien, pareceuna olla donde sólo se cuecen plagas, penas y amarguras.
Desde luego que, el tenaz acoso a nuestra soberanía -cada vez más encogida-, no
podría ser explicado sin la correspondiente complicidad de todos los
presidentes que -en tanto cuanto han permitido- hemos tenido después de la
desaparición de Trujillo, con la única excepción de Bosch.
Tras una-ya extensa-trayectoria de ambivalencia y una gestión hatera populista,
el gobierno se acerca a una inminente colisión con su pueblo. Acorralado y
carente de ideas para modular estrategias y desdeñar el precipicio de una vez y
por todas,termina -infortunadamente-
acuñando modos diversos para eludir su responsabilidad,presentando un simulacro ideológico
como carta de ruta y -con ella- pasar por debajo de la puerta una mimetización
camaleónica que, si bien es un intento maliciosamente ingenioso, es
Promovidas o
toleradas, se han movilizado poderosas fuerzas antinacionales, por ende,decididamente contrarias a nuestro
compromiso territorial. Instaladas en puestos importantes en la política
-visibles, incluso, en el gobierno-ejercen abierta violencia contra la Constitución y las leyes por medio
de negociaciones espurias con el objetivo de quebrar el sentimiento patrio y
destruir nuestra identidad nacional. Todo eso, bajo la mirada abúlica de la
población… aparentemente.
Entiendo que el
gobierno no lo tiene fácil estando bajo interminables amenazas de países
supuestamente amigos que, desde luego, no son; y, por la responsabilidad que se
supone tiene, nunca se espera que reaccione con pereza y desdén hacia sus
propios ciudadanos que, de hacerlo, los convertiría en el blanco perfecto para
El traidor de Rubén Silié Valdez
una cruzada canalla; de igual manera, pondría en fatal peligro los fundamentos
del país. Si así fuere, no sería descabellado pensar que el miedo callado
siempre recurre al fiable subterfugio del engaño y si se llega a semejante
conclusión, es que estamos en caída libre.
Aun pareciendo
una tierra irremisiblemente perdida, yo, rebelde sin causa, que me resisto como
mártir al verdugo, todavía aspiro a la reconstrucción de una patria heroica, de
una República Dominicana épica; como tampoco pierdo la esperanza de ver
cabalgar erguido el espíritu indómitode nuestra nacionalidad que nació en 1844.
No importa que lo
hayan tumbado dos veces del caballo y que el tercer intento de tirarlo otra
vez, esté ya sobre el escritorio. Ya se verá lo que trae el barco…
*Reynaldo Vargas es un eminente médico cirujano cardiovascular en pleno
ejercicio, preocupado por nuestro futuro como nación.
Nada tan convincente como la comprobación personal
de los hechos. Se escuchan denuncias, noticias, falsedades, exageraciones, etc.
y todo eso va conformando una coraza de incredulidad que solo puede ser
traspasada cuando los ojos se convierten en el testigo. El fin de semana pasado
estuve de visita en casa de unos parientes cercanos que residen en Laguna
Salada.
La vivienda de uno de ellos fue construida en el
mismo borde de la “carretera de La Línea”, y en el balcón permanecí varias
horas viendo pasar los vehículos que circulan por ella a peligrosa altísima
velocidad. Fue allí donde pude comprobar algo que me dio pánico: el más
rentable negocio del motoconcho en la zona, es trasladar haitianos en paquete,
de dos y tres por motocicleta, para internarlos en territorio dominicano.
Como agua de río, los vi cruzando por docenas, a
alta velocidad, con cara de miedo, por temor a ser interceptados y deportados.
Aquello es un flujo epidémico. La cantidad de dominicanos traidores que están
prestándose a trasladar haitianos
para este lado de la isla demuestra que
nosotros somos capaces de vender el alma a cambio de dinero.
A cada momento atrapan yipetas repletas de
haitianos, pero conducidas por dominicanos. El martes, dos días después de
haber vivido esto que narro, leo en la prensa las declaraciones del jefe del
Cesfront, afirmando que “los traficantes de indocumentados haitianos están
acorralados”, lo que me confirmó, nueva vez, que aquí se viven dos mundos: el
de las notas de prensa y el que padece el ciudadano. Porque la verdad es que
hay una literal invasión haitiana en este momento y no es cierto que las
fuerzas del orden estén haciendo su mejor esfuerzo para evitarlo.
Si así fuere, no le resultara tan fácil a los
invasores el moverse a toda hora del día o la noche a través de la concurrida
“carretera de La Línea”, pasando por frente a cuarteles policiales y a miembros
de todas las ramas armadas. Ahora sé que no exageran los que hablan de invasión
pacífica. ¡Pronto seremos una sola nación!
En el
2009,Sir Paul Collier, profesor
de la Universidad de Oxford,Director del Grupo de Investigación para el Desarrollo del Banco Mundial
y, según Foreing Policy, una de las
lumbreras del
Paul Collier
pensamiento económico, elaboró un informe para la Organización de
las Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de Haití. De este modo, se dio a
conocer elinforme Haití: frontnatural catastrophesto Economy security. Report for Secretary General ofthe United Nations , 2009.
Al momento de encomendarlea uno de los grandes expertos de la
economía del subdesarrollo, que reflexionara sobre la circunstancia haitiana,la situación de Haití era, sobradamente,trágica.Se vivían las fatales consecuencias de la decisión de
suprimir al Ejército, promovida por el Presidente Bill Clinton. el país
habíanaufragado en el caos y en
la inseguridad generalizada. No había un polo de autoridad. Entonces, con el agua al cuello,Estados Unidos bajo el manto de las
Naciones, lleva a cabo una intervención, en el 2004, en dos vertientes:
·Unavertiente militar, apoyada por
resolucionesde las Naciones
Unidas le dio a la MINUSTAH el monopolio de la
violencia, en un país zarandeado por pobladas y bandas . Los objetivos de la Misión era
desarmar a la población civil y evitar los enfrentamientos entre bandas
armadas;proteger a los organismos
internacionales y a
los funcionarios del Gobierno y propiciar elejercicio de elecciones libres,el surgimiento de un Gobierno legítimo
y responsable. Se cumplen ya diez años. No se vislumbra cuándo podría
producirse la desocupación, La decisión de Clintón metió a la ONU en un
atolladero.
·Una vertiente
económica, que entró en vigor con la Ley HOPE II que tenía como objetivo
convertir a Haití en un segundo Bangladesh. La ley aprobada por el Congreso
estadounidense le dabaa las
empresas instaladas en Haití el derecho a exportar sin cuotas, sin límites,
confecciones textiles a los Estados Unidos.
Todas esas medidas
se enfrentaron, sin embargo,con
el choque externo del 2008: los ciclones que redujeron a escombros una
proporción considerables de las infraestructuras. La recesión mundial cortó
brutalmente sus remesas externas.
Es en ese
momento, cuando el Secretario
General de la ONU le encomienda al economista Paul Collier un informe para orientar sus políticas. La pregunta
que se le hace a esta eminencia gris es la siguiente: ¿Es posible sacar a la
República de Haití del estado de atraso, de involución y de miseriaen el que ha vivido en todo el siglo XX
y XXI?Una primera constatación.
En Haití elProducto Interno Bruto
(PIB) disminuye incesantemente desde hace cuarenta años. La ayuda
internacional, MINUSTAH, para evitar que el país naufrague en la guerra civil y
en el desorden; y la HOPE II, para que se produzca una cierta prosperidad
económica, han tenido resultados mediocres e inestables.
La propuesta de Collier se centra en una
estrategia económica apoyada por los donantes de lacomunidad internacional,por la inversión nacional y extranjera y por el Parlamento
haitiano. Una plataforma que se antepongaa la seguridad militar y a la seguridad política. La pregunta a la cual quiere responder
Paul Collier es, ¿cómo establecer un
proyecto de nación que cree empleos, que restablezca los servicios básicos, la
seguridad alimentaria y que evite la tremenda degradación del medio ambiente
que le amputa el porvenir a ese país?
Prioridades en el informe
Desde luego es un
objetivo extremadamente modesto e insuficiente.Collier estableció unas 12 prioridades en su informe.
1.Un programade
masiva creación de empleos centrados en la reconstrucción del paísy en las zonas francas;
2.Crear vínculos obligatoriosentre la construcción de las
infraestructuras y el mantenimiento.
3.Lahabilitación
de trabajos por turnos;
4.Liberar el mercado de la electricidad privada para
inversión y centrar la producción
en los polos de desarrolloescogidos.
5.Eximir las restriccionesde producción de electricidad a los
productores de las zonas francas , con disposiciones que permitan que puedan
vender fuera del mercado asignado. Establecer un marco jurídico que le permita
crear confianza en el monto de las
tarifas entre vendedores y compradores.
6.Establecer un sistema de seguridaden la compra de las tierras donde se halla establecidas las
zonas francas, de manera que los títulos del catastro no sean impugnados; que
se restablezca el derecho de propiedad.
7.Implantar nuevas infraestructuras para dar
servicio a las zonas francas creadas
8.Confiar los servicios de aduanas a empresas
privadas, que pongan punto final al chantaje de los funcionarios;
9.Crear nuevos puertos privados que establezcan
tarifas transparentes e impiden la extorsión de los funcionarios.
10.Crear una oficina del Estado para prestación
de servicios independiente para desarrollar los servicios básicos suministrados por las ONG y los grupos
privados, de manera que los costos y la calidad de los servicios pueda ser
mejorada.
11.Aumentar la productividadagrícola y detener el procesorepentino de aumentos de precios, que
amenazan la seguridad alimentaria.
12.Promover la reforestación mediante la creación
de incentivos, un sistema claro de la propiedad de la tierra, prohibición y
persecución del uso del carbón vegetaly subvenciones al uso del gas propano.
Unas conclusiones mediocres
Todas
las previsiones realizadas por Paul Collier quedaron olvidadas al año
siguiente, tras el terremoto del 10 de enero del 2010. A la catástrofe que ya
existía se añadió otra de grandes proporciones. Todos los edificiosoficiales, incluyendo el Palacio de
Gobierno, quedaron desmantelados. Una catástrofe de 200.000 muertos, seguida de
varios ciclones e inundaciones devastadoras al año siguiente, de un brote de
cólera con un cortejo de miles de muertos. A pesar de estas circunstancias
dramáticas el problema de ese país no debe enfocarse como una crisis
humanitaria, nivisualizarse como
un déficit democrático, que pudiera quedar solucionado con la implantación de
un Gobierno legítimo, con apoyo popular, pueda afrontar los grandes problemas
de ese país.Ni la ONU ni Paul
Collier han dado pie con bola.Lo
que se impone es fundar un Estado, allí donde la mala gobernanza, el
asistencialismo, el parasitismo político, ha hecho desaparecer al Estado.
Exportar el desastre
Los factores positivos
identificados por el economista británico Paul Collier: proximidad con Estados
Unidos, vecindad inmediata con una nación próspera y pacífica, la República
Dominicana, en lugar constituir un
estímulo para superar su condición de Estado fallido y de nación desorientada, tal como había previstoel economista, podría, en cambio,
exportar a todos sus vecinos las fatales consecuencias de su hundimiento:
aumento del narcotráfico, del crimen organizado, de la emigración ilegal y de
las crisis humanitarias.
Todas estas
circunstancias, han lanzado a los haitianos sobre nuestro país. Si no se tienen
hospitales, si no se tienen empleos, ni escuelas ni infraestructuras en lugar
de dedicarse con paciencia, con entusiasmo y patriotismoa construirlos,el Gobiernohaitiano considera que debe arrebatárselos a los
dominicanos.
En
esa operación de saqueo, la República Dominicana ya está gastando el 30% de
todo su presupuesto de salud; el país ha entrado en una alocada carrera de
préstamos para enfrentar la falta de empleos para los dominicanos; los gastos
sociales se han disparado. Las conquistas sociales de todas las generaciones
del pasado son saqueadas brutalmentepor el desplazamiento del vecino, que trata, por todos los medios posibles,
de involucrar a los dominicanos en la solución de un problema extra territorial
y extra nacional, que trata – con chantajes de todo tipo --- de provocar el fin
del Estado nación, y los dominicanos que sólo tienen esta patria, tal como lo
hemos hecho en un pasadolleno de
gloria, no vamos a permitírselos.
SANTO DOMINGO, Dominican Republic — He was a familiar figure to the skinny shoeshine boys who work along the oceanfront promenade here. Wearing black track pants and a baseball cap pulled low over his balding head, they say, he would stroll along in the late afternoon and bring one of them down to the rocky shoreline or to a deserted monument for a local Catholic hero.
The boys say he gave them money to perform sexual acts. They called him “the Italian” because he spoke Spanish with an Italian accent.
It was only after he was spirited out of the country, the boys say, his picture splashed all over the local news media, that they learned his real identity: Archbishop Jozef Wesolowski, the Vatican’s ambassador to the Dominican Republic.
“He definitely seduced me with money,” said Francis Aquino Aneury, who says he was 14 when the man he met shining shoes began offering him increasingly larger sums for sexual acts. “I felt very bad. I knew it wasn’t the right thing to do, but I needed the money.”
The case is the first time that a top Vatican ambassador, or nuncio — who serves as a personal envoy of the pope — has been accused of sexual abuse of minors. It has sent shock waves through the Vatican and two predominantly Catholic countries that have only begun to grapple with clergy sexual abuse: the Dominican Republic and Poland, where Mr. Wesolowski was ordained by the Polish prelate who later became Pope John Paul II.
It has also created a test for Pope Francis, who has called child sexual abuse “such an ugly crime” and pledged to move the Roman Catholic Church into an era of “zero tolerance.” For priests and bishops who have violated children, he told reporters in May, “There are no privileges.”
Mr. Wesolowski has already faced the harshest penalty possible under the church’s canon law, short of excommunication: on June 27, he was defrocked by the Vatican, reducing him to the status of a layman. The Vatican, which as a city-state has its own judicial system, has also said it intends to try Mr. Wesolowski on criminal charges — the first time the Vatican has held a criminal trial for sexual abuse.
But far from settling the matter, the Vatican has stirred an outcry because it helped Mr. Wesolowski avoid criminal prosecution and a possible jail sentence in the Dominican Republic. Acting against its own guidelines for handling abuse cases, the church failed to inform the local authorities of the evidence against him, secretly recalled him to Rome last year before he could be investigated, and then invoked diplomatic immunity for Mr. Wesolowski so that he could not face trial in the Dominican Republic.
The Vatican’s handling of the case shows both the changes the church has made in dealing with sexual abuse, and what many critics call its failures. When it comes to removing pedophiles from the priesthood, the Vatican is moving more assertively and swiftly than before. But as Mr. Wesolowski’s case suggests, the church continues to be reluctant to report people suspected of abuse to the local authorities and allow them to face justice in secular courts.
The Vatican says that because Mr. Wesolowski was a member of its diplomatic corps and a citizen of the Holy See, the case would be handled in Rome. But even many faithful Catholics in this nation, home to the oldest Catholic cathedral in the Americas, say they are unsettled that a Vatican official could have been using children for sex, yet was not arrested and tried in their own country.
A Dominican bishop, Victor Masalles, visiting Rome in late June, said in a Twitter messagethat he was surprised to see Mr. Wesolowski “strolling the Via della Scrofa,” in the city’s picturesque ancient center. He added, “The silence of the Church has hurt the people of God.”
A Man Known as ‘The Italian’
The waterfront promenade in the Dominican capital is dominated by a 50-foot monument to the 16th-century Spanish friar Antonio de Montesinos, dressed in robes and preaching the fiery sermon that made him famous: denouncing the slavery and abuse of the indigenous people by their Spanish colonists.
It was at the heel of this colossus, on the deserted upper plaza in the shadow of the friar’s robes, Mr. Aquino said, that he was often molested by the man he knew as “the Italian.” The man always chose a bench that would allow him to see the rare visitor coming up the staircase, and would watch the boy masturbate, would touch him or would touch himself, said Mr. Aquino, now 17. Other times, they went to the rocky beach below the statue.
Mr. Aquino, whose family is originally from Haiti, left school in the eighth grade, earning $1.50 on a typical weekday by shining shoes. But he said that the man gave him more than $10 the first time they met, in 2010, to shine his shoes and to swim naked in the ocean while Mr. Wesolowski watched.
The man returned often over the next six weeks, Mr. Aquino said. But gradually the man wanted more, giving him from about $25 to as much as $135, as well as sneakers and a watch, for sexual acts. They met on and off over three years, Mr. Aquino said, but the man revealed little more than his first name, which he gave as “Josie.”
There is a mix of shame and anger among the shoeshine boys who say they knew the man. Darwin Quervedo, who is 14, said haltingly, with eyes downcast, that when he was 11, the man gave him more than $25 to watch him masturbate down by the beach. He said he felt scared, and never did it again.
When he learned much later of the man’s identity, Darwin said he thought to himself, “What kind of a man who is a priest does things like this?”
The promenade is a popular stretch for tourists and joggers. But it is also frequented by those seeking children and young men for sex. With all this activity, Mr. Wesolowski, in his track suit and running shoes, did not at first attract inordinate attention. He also chose his victims carefully, the shoe shiners said.
“He wasn’t interested in me,” said Robin Quello Cintrón, 23. “He said I was too old, that he liked the younger ones.”
“I warned the younger kids, ‘Don’t go with him,’ ” said Mr. Cintrón, adding, “But the money tempted them.”
Curbing child sexual exploitation is a pressing issue in the Dominican Republic and many countries, and the Catholic Church is among the many religious institutions that have taken up the cause.
In March, Pope Francis signed onto a campaign with other global religious leaders to fight all forms of human slavery, including child prostitution. This month, he sent a message for theopening of a refuge in Argentina for young victims of sexual exploitation.
Still, two United Nations panels in Geneva examining the church’s record on child sexual abuse questioned the Vatican this year about its handling of the Wesolowski case.
Mr. Wesolowski, 66, was ordained at 23 in Krakow by Archbishop Karol Józef Wojtyla, who later became Pope John Paul II. In 1999, he was appointed papal nuncio to Bolivia, and in 2002, he was reassigned to Kazakhstan, Tajikistan, Kyrgyzstan and Uzbekistan.
In 2008, he was sent to the Dominican Republic. Mr. Wesolowski served as a ceremonial dean of the international diplomatic corps here, convening an annual party in honor of the country’s president. The posting came with a stately residence and access to a beach house.
On the waterfront, Mr. Wesolowski attempted to disguise his rank, the boys say. He drove a small gray-green Suzuki sport utility vehicle with rosary beads hanging from the rearview mirror, they recalled, and parked it near the monument in the colonial zone, where several streets are named for archbishops.
One day last year, Nuria Piera, a prominent television journalist, received a tip that the papal nuncio drank beer many afternoons at a waterfront restaurant, then went off with young boys.
Ms. Piera sent a video crew to surreptitiously film the nuncio, she said in an interview at CDN, where she is general director. The crew shot some video of Mr. Wesolowski drinking alone and walking the promenade, Ms. Piera said, but he noticed their presence (though not the camera), walked over, smacked his hand against their car and asked why they were following him.
After that, Ms. Piera said, he disappeared from the waterfront. Her tipster never saw him there again.
“I suspected that there may have been a leak from our own office,” Ms. Piera said.
Mr. Wesolowski began sending a young Dominican church deacon to procure children for him, law enforcement authorities in the Dominican Republic say.
The deacon, Francisco Javier Occi Reyes, was arrested by the police on June 24, 2013, accused of solicitation of minors and taken to jail. But no one came to bail him out, and the deacon sent an anguished letter dated July 2 to Mr. Wesolowski, to be delivered to him by hand at his office.
“We have offended God” and the church, the letter said, by sexually abusing children and adolescents “for crumbs of money.” The deacon wrote that he had agreed to find child victims for the nuncio so that “your sexual appetite can be satiated,” but that he was now asking God for forgiveness.
“Hopefully you will consider asking for God to help you to walk away from this evil disease of continuing to sexually abuse innocent children,” the letter said, according to a copy obtained by The New York Times from a Dominican Justice Ministry official.
The deacon sent copies of the letter to Cardinal Nicolas de Jesus López Rodriguez, the head of the church in the Dominican Republic, and to a Dominican bishop, Gregorio Nicanor Peña Rodríguez. The cardinal then carried the evidence to the Vatican, where he met directly with Pope Francis, according to interviews with the Dominican authorities. On Aug. 21 last year, Mr. Wesolowski was secretly recalled to Rome.
Six days later, the cardinal called the papal nuncio “a great friend and promoter of peace.”
Neither the cardinal, nor other church officials, reported the allegations to the local authorities, Dominican officials say. Vatican guidelines say that criminal sexual abuse accusations should be reported in countries where reporting is required.
Soon after, church officials here told local news media that Mr. Wesolowski had been recalled because of the allegations against him, prompting Cardinal Rodriguez to confirm that he had gone to the Vatican to address the matter. He and other church officials denied requests for an interview.
‘The Most Terrible Case’
The district attorney, Ms. Reynoso, said her investigators had identified four children aged 12 to 17 with whom the nuncio had sexual contact, but that there were likely others.
The 17-year-old had epilepsy, and the nuncio gave him medicine for his condition in exchange for sexual acts, starting from when the boy was 13, the district attorney said. She said she had “no doubt” about the credibility of the youths’ testimony, because it was corroborated by other evidence.
“This is the most terrible case that I have ever seen,” said Ms. Reynoso. “He was abusing kids who were living in extreme poverty, in exchange for pills for a boy’s illness. It’s very perverse.”
The Vatican sent someone to the Dominican Republic last October to look into the case, but they made no contact with the district attorney or anyone in her office, Ms. Reynoso said. She forwarded her report to the country’s attorney general, who forwarded it to the Vatican.
Ms. Reynoso said the case should have been prosecuted in the Dominican Republic. “These children who were abused, and their families, and the Dominican society, have a legitimate right to see Jozef Wesolowski judged by a jury — not as a diplomat, but for what he really is,” she said. “A child abuser.”
Mr. Brito, the attorney general, said he trusted that the Vatican would apply the “appropriate discipline.” He said he did not seek to have Mr. Wesolowski extradited because he has diplomatic immunity, and “the law would not allow it.”
According to experts in international law, the Vatican could have waived diplomatic immunity. In Santo Domingo, there have been small protests and petitions signed by more than a thousand people calling on the Vatican to extradite Mr. Wesolowski to the Dominican Republic. Advocates have accused the government of acquiescing to the church. “We think there has been a lot of impunity in this case, and no transparency,” said Sergia Galván, executive director of the Women and Health Collective, which represents abuse victims. “If he’s no longer a diplomat, if he was stripped of that title, he no longer has immunity.”
The case has reverberated in Poland, where prosecutors have sought to extradite Mr. Wesolowski, who holds both Vatican and Polish citizenship. Poland has indicted another Polish priest, the Rev. Wojciech Gil, who fled the Dominican Republic last year amid allegations that he abused altar boys in his rural parish. Prosecutors in the Dominican Republic say that Father Gil and Mr. Wesolowski spent time with young boys at the nuncio’s beach house.
There are indications from Rome that the pope himself is concerned about the Wesolowski case. A Dominican bishop, Fausto Ramón Mejía, said in an interview that when he was part of a delegation visiting the Vatican late last year, Pope Francis’ smile vanished on hearing what country he was from.
“He became very serious,” said Bishop Mejía. “He stopped and he said to me, very sincerely, ‘I feel as though my heart was crossed by a dagger from what took place in the Dominican Republic.’ ”
“The people used to say, ‘I want my child to go to a Catholic church,’ ” said the Rev. Rogelio Cruz, a Catholic priest here. “Now they say, ‘No child of mine is ever going to a Catholic church.’ ”
TRADUCCIÓN
Para el Nuncio acusado de abuso sexual,
los Dominicanos quieren aplicar justicia en su país, no en el extranjero
Por LAURIE GOODSTEINAUG. 23, 2014
SANTO DOMINGO, República Dominicana - Él era
una figura familiar para los lustrabotas flacos que trabajan a lo largo del
paseo marítimo frente al mar aquí. Vistiendo pantalones de chándal negro y una
gorra de béisbol tirado bajo sobre su cabeza calva, dicen, paseaba a lo largo
de la tarde y traer a uno de ellos hasta la costa rocosa o para un monumento
desierta para un héroe católico local.
Los muchachos dicen que les dio dinero para
realizar actos sexuales. Lo llamaban "el italiano" porque hablaba
español con acento italiano.
Fue sólo después de que él fue muy animado,
fuera del país, los chicos dicen, su foto de la salpica a los medios de
comunicación locales, que se enteraron de su verdadera identidad: el Nuncio Jozef Wesolowski, embajador del Vaticano en la República Dominicana.
"Definitivamente me sedujo con el
dinero", dijo Francis Aquino Aneury, que dice que tenía 14 años cuando el
hombre conoció a lustrar zapatos comenzó a ofrecer sumas cada vez mayores para
los actos sexuales. "Me sentí muy mal. Yo sabía que no era lo correcto a
hacer esto, pero necesitaba el dinero ".
El caso es la primera vez que un embajador de
la parte superior del Vaticano, o nuncio - que sirve como un enviado personal
del Papa - ha sido acusado de abuso sexual de menores de edad. Se ha enviado
ondas de choque a través del Vaticano y dos países predominantemente católicos
que sólo han comenzado a lidiar con el abuso sexual del clero: la República
Dominicana y Polonia, donde el Sr. Wesolowski fue ordenado por el prelado
polaco que más tarde se convirtió en el Papa Juan Pablo II.
También ha creado una prueba para el Papa
Francisco, que ha llamado abuso sexual infantil "un crimen tan
horrible" y se comprometió a llevar a la Iglesia Católica Romana en una
era de "tolerancia cero". Para los sacerdotes y obispos que han
violado los niños, le dijo a periodistas en mayo, "No hay privilegios."
Sr. Wesolowski, ya se ha enfrentado a la pena
más dura posible bajo la ley canónica de la Iglesia, a falta de la excomunión:
el 27 de junio, fue apartado del sacerdocio por el Vaticano, reduciéndolo a la
condición de laico. El Vaticano, que como una ciudad-estado tiene su propio
sistema judicial, también ha dicho que tiene la intención de tratar el Sr.
Wesolowski por cargos penales - la primera vez que el Vaticano se ha celebrado
un juicio penal por abuso sexual.
Pero lejos de solucionar el asunto, el
Vaticano ha suscitado un clamor porque ayudó Sr. Wesolowski evitar la
persecución penal y una posible sentencia de cárcel en la República Dominicana.
Actuar en contra de sus propias directrices para el manejo de casos de abuso,
la iglesia no informó a las autoridades locales de las pruebas contra él, en
secreto le recordó a Roma el año pasado antes de que pudiera ser investigado, y
luego invoca la inmunidad diplomática para el Sr. Wesolowski para que pudiera
no ser juzgado en la República Dominicana.
Manejo del caso del Vaticano muestra tanto los
cambios que la iglesia ha hecho para hacer frente a los abusos sexuales, y lo
que muchos críticos llaman sus fracasos. Cuando se trata de la eliminación de
los pedófilos del sacerdocio, el Vaticano se está moviendo con mayor firmeza y
rapidez que antes. Pero a medida que el caso del Sr. Wesolowski sugiere, la
iglesia sigue siendo reacias a denunciar a personas sospechosas de abuso a las
autoridades locales y permitan enfrentar la justicia en los tribunales seculares.
El Vaticano dice que se ha debido a que el Sr.
Wesolowski era un miembro de su cuerpo diplomático y un ciudadano de la Santa
Sede, el caso sería manejado en Roma. Pero incluso muchos fieles católicos en
este país, que alberga la catedral católica más antigua de América, dicen que
están sin resolver que un funcionario del Vaticano podría haber sido la
utilización de niños para el sexo, pero no fue detenido y juzgado en su propio
país.
"Desde el punto de vista puro de la
justicia, debe ser juzgado en el país en el que los hechos tuvieron lugar
porque las condiciones para juzgarlo no será el mismo en otro lugar", dijo
Antonio Medina Calcaño, decano de la facultad de derecho y ciencias políticas
de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. "Pero lo único que podemos
hacer es esperar que los tribunales del Vaticano tratará esto con la gravedad
que lo que realmente se merece."
El portavoz del Vaticano, el reverendo
Federico Lombardi, no dijo cuándo el juicio comenzará Wesolowski, quien
representa a la ex nuncio, o si él está en libertad mientras espera juicio.
Bajo la ley del Vaticano, los cargos de abuso sexual pueden llevar un máximo de
12 años de prisión y una multa de casi $ 200.000.
Un obispo de República Dominicana, Víctor
Masalles, visitó a Roma a finales de junio, dijo en un mensaje de Twitter que
se sorprendió al ver al Sr. Wesolowski "paseando de la Via della
Scrofa," en el pintoresco centro antiguo de la ciudad. Y añadió: "El silencio de la Iglesia ha hecho
daño al pueblo de Dios."
Un
hombre conocido como 'El italiano'
El paseo marítimo en la capital dominicana
está dominada por un monumento de 50 pies al fraile español del siglo XVI, Antón
de Montesinos, vestido con una túnica y predicando el sermón de fuego que lo
hizo famoso: la denuncia de la esclavitud y el abuso de los indígenas por sus
colonizadores españoles.
Fue en los pies de este coloso, en la plaza
superior desierta en la sombra de la túnica de fraile, dijo el Sr. Aquino, que
a menudo era “molestado” por el hombre que conocía como "el
italiano." El hombre siempre eligió un banco que le permitiría ver el raro
visitante subía por la escalera, y observaba al chico masturbarse, se le toque
ni tocaría a sí mismo, dijo el Sr. Aquino, ahora con 17 años. Otras veces, se
fue a la playa rocosa por debajo de la estatua.
Sr. Aquino, un haitiano, dejó
la escuela en el octavo grado, ganando 1,50 dólares en un día laborable típico
por lustrar zapatos. Sin embargo, dijo que el hombre le dio más de $10 la
primera vez que se conocieron, en 2010, a brillar los zapatos y nadar desnudo
en el mar Caribe, mientras que el Sr. Wesolowski observaba.
Aquino
El hombre volvió a menudo durante las próximas
seis semanas, dijo el Sr. Aquino. Pero poco a poco el hombre quería más, dándole
a partir de alrededor de $25, llegando a $135, además de zapatillas y un reloj,
por actos sexuales. Se conocieron durante más de tres años, dijo el Sr. Aquino,
pero el hombre revelaba nada más que su nombre de pila, que dio como
"Josie".
Hay una mezcla de vergüenza y enojo entre los
lustrabotas que dicen que sabían que el hombre. Darwin Quervedo, que tiene 14
años, dijo con voz entrecortada, con los ojos bajos, que cuando tenía 11 años,
el hombre le dio más de $25 para verle masturbarse junto a la playa. Dijo que
se sentía asustado, y nunca lo hizo de nuevo.
Cuando se enteró mucho más tarde de la
identidad del hombre, Darwin dijo que él pensó para sí: "¿Qué clase de
hombre que es un sacerdote hace las cosas de esta manera?"
El paseo marítimo es un tramo muy popular para
los turistas y corredores. Pero también es frecuentado por aquellos que buscan
los niños y jóvenes para el sexo. Con toda esta actividad, el Sr. Wesolowski,
en su chándal y zapatillas, no al principio llama la atención desmesurada. Él
también escogió a sus víctimas cuidadosamente, dijeron los lustrabotas.
"Él no estaba interesado en mí",
dijo Robin Cuello Cintrón, de 23 años. "Dijo que era demasiado viejo, que
le gustaba los más jóvenes."
"Le advertí a los niños más pequeños, 'No
te vayas con él'", dijo el Sr. Cintrón, quien agregó: "Pero el dinero
los tentó."
Frenar la explotación sexual infantil es un
problema acuciante en la República Dominicana y en muchos países, y la Iglesia
Católica es una de las muchas instituciones religiosas que han hecho suya la
causa.
En marzo, el Papa Francisco afirmó en una
campaña con otros líderes religiosos mundiales para combatir todas las formas
de esclavitud humana, incluida la prostitución infantil. Este mes, envió un
mensaje para la apertura de un refugio en Argentina para jóvenes víctimas de
explotación sexual.
Aún así, dos paneles de las Naciones Unidas en
Ginebra que examinan el historial de la iglesia sobre el abuso sexual infantil
cuestionaron el Vaticano este año sobre su manejo del caso Wesolowski.
Sr. Wesolowski, de 66 años, fue ordenado a los
23 en Cracovia por el arzobispo Karol Józef Wojtyla, quien más tarde se
convirtió en el Papa Juan Pablo II. En 1999, fue nombrado nuncio apostólico en
Bolivia, y en 2002, fue reasignado a Kazajstán, Tayikistán, Kirguistán y
Uzbekistán.
En 2008, fue enviado a la República
Dominicana. Sr. Wesolowski sirvió como decano ceremonial del cuerpo diplomático
internacional aquí, la convocatoria de una fiesta anual en honor del presidente
del país. El nuncio llegó con una majestuosa residencia y el acceso a una casa
de playa.
En el paseo marítimo, el Sr. Wesolowski
intentó disfrazar su rango, dicen los chicos. Conducía un pequeño Suzuki
vehículo deportivo de color gris-verde con un rosario colgando del espejo
retrovisor, recordaron, y aparcó cerca del monumento en la zona colonial, donde
varias calles llevan el nombre de arzobispos.
Un día del año pasado, Nuria Piera, periodista
de televisión prominente, recibió un aviso de que el nuncio papal bebió cerveza
muchas tardes en un restaurante frente al mar, luego se fue con los chicos
jóvenes.
Sra Piera envió un equipo de video para filmar
subrepticiamente el nuncio, dijo en una entrevista en CDN, donde es director
general. La tripulación lanzó un video del Sr. Wesolowski beber solo y
caminando el paseo, dijo la señora Piera, pero se dio cuenta de su presencia
(aunque no de la cámara), se acercó, se golpeó la mano contra su coche y le
preguntó por qué lo estaban siguiendo.
Después de eso, dijo la señora Piera,
desapareció de la línea de costa. Su informante nunca lo vio allí de nuevo.
"Sospeché que puede haber habido una fuga
de nuestra propia oficina", dijo Piera.
Sr. Wesolowski comenzó a enviar a un joven
diácono de la iglesia Dominicana para adquirir los niños para él, las autoridades
policiales en la República Dominicana dicen.
El diácono, Francisco Javier Occi Reyes, fue
detenido por la policía el 24 de junio de 2013, acusado de incitación de
menores y llevado a la cárcel. Pero nadie vino a sacarle del apuro, y el
diácono envió una carta angustiosa de fecha 2 de julio al Sr. Wesolowski, para
ser entregado a él a mano en su oficina.
"Hemos ofendido a Dios" y la
iglesia, dice la carta, al abusar sexualmente de niños y adolescentes "por
migajas de dinero." El diácono escribió que él había accedido a encontrar
a los niños víctimas del nuncio para que "el apetito sexual puediera ser
saciado", pero que ahora estaba pidiendo perdón a Dios.
"Esperamos que pueda considerar pedir a
Dios que ayude a caminar lejos de esta enfermedad del mal de seguir abusar
sexualmente de niños inocentes", dijo la carta, según una copia obtenida
por The New York Times de un funcionario del Ministerio de Justicia Dominicana.
El diácono envió copias de la carta al
cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, el jefe de la iglesia en la
República Dominicana, y para un obispo Dominicana, Gregorio Nicanor Peña
Rodríguez. El cardenal y luego llevó a la evidencia al Vaticano, donde se
reunió directamente con el Papa Francisco, según entrevistas con las
autoridades dominicanas. El 21 de agosto del año pasado, el Sr. Wesolowski fue
llamado en secreto a Roma.
Seis días más tarde, el cardenal llamó el
nuncio papal "un gran amigo y promotor de la paz."
Ni el cardenal, ni otros funcionarios de la
iglesia, informaron las denuncias a las autoridades locales, según las
autoridades dominicanas. Las directrices del Vaticano dicen que las acusaciones
de abuso sexual criminales deben ser reportados en los países donde se requiere
la presentación de informes.
El fiscal general del país, Francisco
Domínguez Brito, y el fiscal del distrito de Santo Domingo, Yeni Berenice
Reynoso Gómez, ambos dijeron en entrevistas que se enteró de las acusaciones
contra el Sr. Wesolowski de informes de la televisión de la señora Piera, que
fueron difundidos a principios de septiembre e incluyó un niño afirmando que
había sido objeto de abusos.
Poco después, funcionarios de la iglesia aquí
dijeron a la prensa local que el Sr. Wesolowski había sido retirado debido a
las acusaciones en su contra, lo que provocó el cardenal Rodríguez para
confirmar que se había ido al Vaticano para abordar el asunto. Él y otros
funcionarios de la iglesia se negaron a las solicitudes de una entrevista.
“El
Caso Más Terrible”
El fiscal de distrito, la señora Reynoso, dijo
que sus investigadores habían identificado cuatro niños de 12 a 17 años con
quien el nuncio tuvo contacto sexual, pero que no eran probables que otros.
El 17-años de edad, tuvo la epilepsia, y el
nuncio le dio medicina para su condición a cambio de actos sexuales, a partir
de cuando el muchacho tenía 13 años, dijo el fiscal de distrito. Ella dijo que
no tenía "ninguna duda" sobre la credibilidad del testimonio de los
jóvenes, ya que fue corroborada por otras pruebas.
"Este es el caso más terrible que he
visto en mi vida", dijo Reynoso. "Él estaba abusando de niños que
vivían en la pobreza extrema, a cambio de las pastillas para la enfermedad de
un niño. Es muy perverso ".
El Vaticano envió a alguien a la República
Dominicana en octubre pasado para investigar el caso, pero no hizo ningún
contacto con el fiscal de distrito o cualquier persona en su oficina, dijo la
señora Reynoso. Ella remitió su informe al fiscal general del país, quien lo
remitió al Vaticano.
Sra Reynoso dijo que el caso debería haber sido
juzgado en la República Dominicana. "Estos niños que fueron abusados y
sus familias y la sociedad dominicana, tienen un derecho legítimo a ver Jozef
Wesolowski juzgado por un jurado - no como un diplomático, sino por lo que
realmente es", dijo. "Un abusador de niños."
Sr. Brito, el fiscal general, dijo que
confiaba en que el Vaticano se aplicaría la "disciplina apropiada."
Él dijo que no buscará que el Sr. Wesolowski extraditado porque tiene inmunidad
diplomática, y "la ley no se lo permitió."
De acuerdo con expertos en derecho
internacional, el Vaticano podría haber renunciado a la inmunidad diplomática.
En Santo Domingo, se han producido pequeñas protestas y peticiones firmadas por
más de un millar de personas que llaman en el Vaticano la extradición del Sr.
Wesolowski a la República Dominicana. Los defensores han acusado al Gobierno de
consentir a la iglesia. "Creemos que ha habido una gran cantidad de la
impunidad en este caso, y sin transparencia", dijo Sergia Galván,
directora ejecutiva de la Colectiva Mujer y Salud, que representa a las
víctimas de abuso. "Si ya no es un diplomático, si fue despojado de ese
título, ya no tiene inmunidad."
El caso ha resonado en Polonia, donde los
fiscales han tratado de extradición del Sr. Wesolowski, quien posee tanto la
ciudadanía del Vaticano como polaca. Polonia ha acusado a otro sacerdote
polaco, el Rev. Wojciech Gil, que huyó de la República Dominicana el año pasado
en medio de acusaciones de que abusó de monaguillos en su parroquia rural. Los
fiscales de la República Dominicana dicen que el padre Gil y el Sr. Wesolowski
pasaron tiempo con los niños pequeños en la casa de playa del Nuncio Apostólico.
Hay indicios de Roma que el mismo Papa está
preocupado por el caso Wesolowski. Un obispo Dominicana, Fausto Ramón Mejía
Vallejo, dijo en una entrevista que cuando era parte de una delegación del
Vaticano a fines del año pasado, las sonrisas del Papa Francisco desaparecieron
al enterarse de qué país era.
"Se puso muy serio", dijo el Obispo
Mejía Vallejo. "Se detuvo y me dijo, muy sinceramente, “Me siento como si
mi corazón fue atravesado por una daga de lo que tuvo lugar en la República
Dominicana."
El caso ha sacudido esta nación católica
incondicional, pero la iglesia ha dicho poco. En una fotografía de grupo
publicado por los obispos dominicanos, la cara del Sr. Wesolowski parecía haber
sido eliminado de la imagen.
"La gente solía decir:" Quiero que
mi hijo vaya a una iglesia católica '", dijo el reverendo Rogelio Cruz,
sacerdote católico aquí. "Ahora dicen:”Ningún hijo mío va nunca a una
iglesia católica.”
Archbishop given Trotsky treatment in Vatican photo after abuse claims
Disgraced Polish Archbishop Jozef Wesolowski was removed from an official photograph after being put under investigation for alleged child abuse in the Dominican Republic
Archbishop Jozef Wesolowski (ringed, left) appears to have been 'purged' from a photograph of members of the bishops’ conference in the Dominican RepulbicPhoto: CONFERENCIA DEL EPISCOPADO DOMINICANO
By Nick Squires
4:18PM GMT 20 Jan 2014
It is the sort of practice normally expected of paranoid regimes such as North Korea, Mao's China or the former Soviet Union, but a disgraced Polish archbishop who is being investigated for child sex abuse has been subjected to a Trotsky-style rubbing out in an official Catholic Church photo.
Archbishop Jozef Wesolowski served as a papal envoy in the Dominican Republic but was recalled to Rome last year amid claims that he sexually abused a number of children in the slums of Santo Domingo, the capital.
He appears to have been “purged” from a photograph of members of the bishops’ conference of the Caribbean country.
In the original picture, he appears smiling in the second row, wearing a dog collar, black vestments and a heavy crucifix.
But in the re-touched photograph, his head has been replaced by that of an emeritus bishop, Francisco José Arnáiz.(Died February 14, 2014)
Al Nuncio le han dado el tratamiento a
Trotsky en foto del Vaticano después de acusaciones de abusos
Nuncio polaco Jozef Wesolowski fue retirado de una fotografía oficial después de ser puesto bajo investigación por supuesto abuso infantil en la República Dominicana
Por Nick Squires
16:18 GMT 20 de enero 2014
Es el tipo de práctica que normalmente se espera de los regímenes paranoicos como Corea del Norte, la China de Mao o la antigua Unión Soviética, sino un arzobispo polaco deshonrado quien está siendo investigado por abuso sexual infantil ha sido objeto de un estilo de Trotsky frotar en un funcionario Iglesia católica foto.
Nuncio Jozef Wesolowski sirvió como enviado papal en la República Dominicana, pero fue llamado a Roma el año pasado en medio de acusaciones de que abusó sexualmente de varios niños en los barrios pobres de Santo Domingo, la capital.
Él parece haber sido "purgados" de una fotografía de los miembros de la conferencia del país caribeño de los obispos.
En la imagen original, que aparece sonriente en la segunda fila, que llevaba un collar de perro, vestimentas negras y un pesado crucifijo.
Pero en la fotografía retocado, la cabeza ha sido sustituida por la de un obispo emérito, Francisco José Arnáiz (Fallecido el 14 febrero, 2014 ).