Censura
en la tiranía de Trujillo
en la tiranía de Trujillo
Por: Virgilio Gautreaux P.
Leyendo en la prensa el artículo de José Del
Castillo Pichardo titulada LIBROS LIBERTARIOS escritos por
intelectuales democráticos y valerosas mujeres, confieso que sentí un poco de
envidia por las ricas vivencias que vivieron los integrantes de la generación
de José. La mayoría de ellos y ellas nacieron cuando ya el régimen trujillista
tenía una década controlando férreamente el país. Los nacidos en el período
1940-45 dieron sus primeros pasitos mientras en muchas partes del mundo llovía
plomo, sangre, lágrimas y dolor: Era la Segunda Guerra Mundial. El ciclo de ese
quinquenio del horror, se cierra con dos bombas atómicas lanzadas por Estados
Unidos sobre dos ciudades japonesas.
El sátrapa aprovechó el conflicto mundial, para
apretar aún más el torniquete sobre los pocos resquicios [abertura, grieta,
ranura] de libertad que habían logrado sobrevivir las fuertes purgas contra el
pensamiento democrático. En efecto, mediante numerosas Circulares emanadas de
la Secretaría de Estado de lo Interior y Policía y otros organismos represivos
del Estado, fue desapareciendo del público toda forma de manifestación de ideas
y actitudes liberales. El encuadramiento de la juventud en las escuelas y
la “militarización” de parte del estudiantado universitario, dejó muy
poco espacio a quienes ya estaban asfixiados.
El movimiento democrático que surge en la segunda
mitad de los años cuarenta es duramente reprimido. Muchos de sus dirigentes
fueron perseguidos, apresados, torturados y asesinados. La expedición aérea de
los patriotas en Luperón en 1949, cierra el ciclo de apertura mediante el cual
el régimen pretendió presentar al exterior una imagen de tolerancia,
apertura y respeto a los Derechos Humanos. La persecución selectiva, el
boicot y las amenazas a quienes se sospechaba tenían pensamiento liberal, se
hizo permanente.
Trujillo desde finales de los años treinta cierra
periódicos, revistas literarias y de carácter científico. Son los organismos
oficiales del Estado los que deben publicar. Son los Gobernadores y los
Alcaldes, quienes deben reportar lo que ocurría en el interior del país. Los
anteriormente independientes corresponsales periodísticos son
arrinconados y reducidos a sólo reseñar la vida social de sus comunidades. El
Partido Dominicano y sus dirigentes ocupan (y copan) los medios de
comunicación. No hay actividad pública que reúna un núcleo importante de
personas, donde el nombre del Jefe, no ocupe el lugar principal. Las
investigaciones independientes, dan paso a reportes oficiales. Todo el quehacer
nacional y su difusión, pasa a ser patrimonio de Trujillo, mediante una
amplia red de intelectuales, informantes y los organismos de seguridad. La
palabra estaba encadenada!
El cine, la radio, las noticias, las revistas, los
libros y cualquier otra forma de transmisión del pensamiento, es sometido a un
férreo control. Toda información considerada “perturbadora” era eliminada.
Calificados censores se constituyeron en verdaderos templarios de la pureza
nacional. Esto se combinaba con un brutal avasallamiento del espacio nacional,
donde la figura de Trujillo y sus familiares, se apropiaron de las páginas de
los medios de difusión y del espectro electrónico. Esta técnica de
saturación se mantuvo por 30 años!
En casi todo el país se crearon periódicos y
revistas “independientes” donde el 80% del espacio contenía
informaciones y alabanzas al Déspota. El resto era para anuncios comerciales,
vida social y asuntos religiosos. Había censura y autocensura. Muchos
Directores de estos medios eran connotados trujillistas, funcionarios o
dirigentes del Partido Dominicano. Los Embajadores trujillistas fuera del
país eran activos agentes alertando al Tirano cada vez que salía una
información contraria al régimen, lo que provocaba con regularidad la
incautación y quema de revistas
internacionales cuando llegaban al país.
La “salubridad” noticiosa del pueblo, adquirió máxima prioridad
durante la dictadura.
En adición el Sátrapa disponía de equipos de radio
para monitorear las transmisiones radiales de Cuba, Venezuela, Haití y
Centroamérica, especialmente los programas de los exiliados y de comentaristas
liberales opuestos a la dictadura del Chacal de San Cristóbal. Mensualmente los
organismos de seguridad elaboraban gran cantidad de reportes noticiosos sobre
ataques a Trujillo.
CENSURA EN LA ESPAÑA FRANQUISTA
El Dictador Francisco Franco implantó en España un
conjunto de férreas disposiciones contra la libertad de expresión,
donde quedaron prácticamente excluidas palabras, melodías, bailes, poemas,
noticias, refranes y ciertas prácticas religiosas no católicas. Cualquier
manifestación cultural dirigida al público, era cuidadosamente depurada y
objeto de fuertes controles. De esta forma, letras de canciones, vestuarios,
comedias, películas (bélicas, de amor o aventura), quedaron fuera
de los escenarios y sus promotores fueron objeto de medidas cautelares,
exclusiones o inclusiones en listas restringidas.
En apreciación de la conservadora iglesia católica
española, luego de la Segunda Guerra Mundial, el régimen franquista sólo
se concentraba en los asuntos político-ideológicos, descuidando los aspectos
espirituales, razón por la cual el catolicismo radical asumió la defensa de la
pureza de la fé, creando sus propios mecanismos de control, que en la práctica
significaron mayor persecución y hostigamiento a los intelectuales y a la
libertad de pensamiento. Como consecuencia, aumentó el número de películas de
carácter religioso, tales como biografías, de santos, milagros y
apariciones.
Bajo el lema CENSURA POR DIOS Y POR
ESPAÑA, el nacional-catolicismo intolerante asumió directamente el
control sobre el tipo mensajes que debían recibir millones de españoles.
Mutilaciones de cintas, traducciones interesadas, prohibición de rodajes o
cruzadas contra la exhibición de ciertas películas “ofensivas a los ojos
de Dios”, fueron a parar al zafacón.
Trujillo durante la Segunda Guerra Mundial simuló
ser tolerante, para congraciarse en los Aliados. Tan pronto comenzó la
guerra fría centró su atención en los medios de comunicación nacionales,
especialmente la radio cuya popularidad se expandía en el país. La prensa
escrita estaba bajo su control con El Caribe y La Nación, ambos de su
propiedad. Con frecuencia el periódico La Información de Santiago de los
Caballeros, era dirigido por connotados trujillistas.
El 7 de Marzo de 1949 se promulgó la Ley No. 1951
sobre la Reglamentación de Espectáculos Públicos y Emisiones Radiofónicas
y que también creaba la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos
(CNEP). Con este instrumento legal en sus manos, el Tirano recrudeció el
control sobre lo que debían ver y escuchar los dominicanos. En este tenor,
podemos citar el texto siguiente de dicha disposición:
Art. 4.- Queda prohibido por la presente ley
proyectar en el país películas cinematográficas en las cuales trabajen artistas
reconocidos como comunistas o que tiendan a servir de propaganda a la
ideología comunista.
A tono con este mandato y a modo de ejemplo,
tomaremos la Memoria Anual de la CNEP correspondiente al año 1954, en cuyo
primer párrafo leemos:
“La Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y
Radiofonía, cumplió con esmerado celo la misión que le corresponde, ya que
vigiló los espectáculos que se celebraron durante el año 1954, para evitar que
tuvieran efecto todos aquellos [actos] que fueran contrarios a la
moral, a los sentimientos, a las tradiciones patrióticas y cristianas del país
o que lesionaran el respeto y la solidaridad que siempre ha guardado la República
Dominicana con países amigos.”
Es decir la cruzada no sólo era local, sino que
además era “solidaria” con otras dictaduras. En ese año la Comisión
realizó la depuración de 318 películas cinematográficas con el siguiente
resultado:
“234 fueron declaradas aptas para menores; 80 fueron
autorizadas bajo la denominación de no aptas para menores y 4 fueron
prohibidas por considerar que sus exhibiciones eran perjudiciales a los
principios y normas del pueblo dominicano.”
De las películas examinadas 170 eran
norteamericanas, 93 mexicanas, 18 italianas, 11 españolas, 8 francesas, 5
cubanas, 4 argentinas, 2 inglesas, 2 alemanas, etc.
Al igual que la “iglesia
hermana" española, la curia dominicana creó sus propios
mecanismos de control y represión contra las ideas
consideradas “impuras”. Imitando al Tirano Trujillo la iglesia
creó a finales de los años cuarenta el SERVICIO INFORMATIVO MORALIDAD
ESPECTÁCULOS-SIME, organismo dirigido por un grupo de adolescentes que
eran “asesorados” por un sacerdote, quien de seguro era quien
llevaba la voz cantante en las deliberaciones para calificar las películas que
debían ver o no ver el pueblo dominicano. La Directiva del grupo-integrantes de
la Congregación Mariana-estaba conformada de la manera siguiente:
Aquiles F. Irizarry, C.M.
Director
Parmenio García Troncoso, C. M.
Secretario
Manuel E. Gómez Pieterz, C. M.
Tesorero
Colaboradores:
José Dania, C. M.
Ramón Márquez, C. M.
José M. Franco, C. M.
Asesor: León Robuster, S. I.
En una revista (que lamentablemente no puede verse
la fecha) bajo el control directo de la Congragación Mariana, se incluye
una lista “con la censura
moral de más de 300 últimas películas.” De esta forma la lista
con diferentes modalidades de censura, quedó conformada de esta manera:
CLASIFICACIÓN DESCRIPCIÓN No.PELÍCULAS
A-1 Aptas para todos 73
A-2 Aptas para Mayores 150
B Películas
condenadas 28
C Objetables en parte, 75
aún para mayores
.
.
Dentro de las Objetables en parte, aún para
adultos, se incluyen, entre otras, las siguientes: Ana Karenina,
Matrimonio Sintético, Músico, Poeta y Loco, Un día con el Diablo, Cumbres
Borrascosas, Dama de las Camelias, Del Cielo bajó una Estrella, Que Dios se lo
Pague, Salvaje Blanca, etc.
La película SALVAJE BLANCA estaba
protagonizada por la actriz dominicana y barahonera, MARÍA MONTÉZ.Aunque
el tema era de aventuras, no es de dudar que los sugestivos escotes de la Diva
y su coquetería, alarmaron al ensotanado censor de la Comisión.
Abanico de Lady
Windermere
La Devoradora
Maridos Engañan de 7 a 9
Proscrito
Balajú
Encadenada
Mujer sin Alma
Santa
Bien pagada
Escándalo de Estrella
Naná
Sin Ventura
Camino de los Gatos
Éxtasis de Amor
Niño Perdido
Tres Viudas de Papá
Cortesana
Historia de un Canalla
Ojos Negros
Una Carta de Amor
Crepúsculo
Humo en los Ojos
Pecadora
24 horas en la vida de una mujer
Cruel Destino
Lady Hamilton
Pervertida
Vida íntima de Marco Antonio y Cleopatra
Retomando nuevamente al Sátrapa, éste desde su
subida al poder, asesorado por intelectuales serviles, se propuso cerrar todos
aquellos medios impresos desafectos a su régimen o que se opusieron a su
ascenso tumultuoso al poder en 1930 y que también expresaron sus reservas sobre
las “elecciones” de 1934 donde Trujillo ganó por nocaut esos
comicios, por “decisión unánime” de los Jueces!
El Déspota paulatinamente fue asumiendo el monopolio
del flujo de información a nivel nacional, lo cual implicaba represión abierta
sobre los comunicadores, voces independientes y los sectores de la prensa
independiente. De los ocupantes norteamericanos (1916-1924) aprendió Trujillo
cómo reprimir los medios de difusión. De esta forma, El Diario de Santiago, El
Listín Diario, la Revista Fémina y otras fueron desapareciendo. El
periódico La Información de Santiago fue estrechamente vigilado y en varias
ocasiones lacayos del régimen fueron sus directores. El periódico La Opinión
era servil al régimen y sus páginas se utilizaban con frecuencia para hostigar
los reductos libertarios que aún quedaban.
Trujillo crea los periódicos La Nación y El Caribe,
medios a través de los cuales fluían noticias del exterior-previamente
filtradas-e información profusa de sus propias actividades y de sus familiares.
No conforme, se propuso extender sus tentáculos
contra aquellos opositores que desde otras naciones lo atacaban a través de
programas radiales, publicando artículos en periódicos y revistas del
continente o escribiendo libros en su contra. Para ello contrató sicarios que
asesinaron periodistas, comunicadores e intelectuales que le adversaban.
PERSONALIDADES ASESINADAS POR TRUJILLO FUERA DEL
PAÍS
CENSURA EN EUA
Entre 1950 y 1956 el Senador Joseph
Macarthy encabezó toda una cruzada contra la intelectualidad norteamericana,
especialmente la vinculada al mundo del cine y los medios de comunicación. Con
espectacular agresividad el legislador la emprendió contra emblemáticas figuras
destacadas del celuloide, bajo la acusación de comunistas o agentes de Moscú.
Unos 500 actores, guionistas y directores fueron minuciosamente interrogados,
cuyas preguntas y respuestas están contenidas en 4,000 páginas. Se elaboró una
lista negra con los “más peligrosos”, muchos de los cuales
fueron denunciados, hostigados, perseguidos, cancelados y no contratados por
los estudios. Otros fueron a prisión.
El poderoso Senador y el Comité
de Actividades Antiestadounidenses que encabezaba, tenían
a su disposición una empresa, AWEARE [ALERTA] que se
ocupaba de investigar ciudadanos para buscar rastros de comunismo en
actores, guionistas o intelectuales influyentes.
Contra las listas negras y oleada represiva se
pronunciaron artistas como Orson Welles, Charles Chaplin, Kirk Douglas, Gregory
Peck, Humphrey Bogart, Lauren
Bacall y Katherine Hepburn, entre otros. En apoyo al
McCarthismo y sus medidas represivas se manifestaron actores y directores
como Ronald Reagan, Gary Cooper, Elia Kazan y Walt
Disney, entre otros. La ola conservadora arrasó libros considerados
peligrosos y se expandió sobre el Departamento de Estado, el Pentágono, el área
científica norteamericana y algunas universidades.
No creamos que con McCarthy fuera del camino, se
detendría la ofensiva sobre la industria del cine, la cual fue utilizada
ampliamente durante la guerra fría como medio de propaganda por el gobierno
norteamericano y el Departamento de Defensa. David L. Robb (2004) en su
libro “OPERACIÓN HOLLYWWOD: La censura del Pentágono”,
revela la lucha sin cuartel de guionistas y productores cinematográficos
cuando los militares reclaman cambios o la inclusión de frases, como condición
para prestar sus hombres y equipos. Este drama Robb lo expresa en los
términos siguientes:
“A lo largo de los últimos cincuenta años, cientos
de películas han sido sometidas al proceso de aprobación militar. Como
resultado, el suelo de la sala de montaje del Pentágono ha quedado convertido
en un cementerio de diálogos cercenados, personajes eliminados y escenas
cortadas. Se ha llegado incluso a desechar películas enteras porque alguien en
el Pentágono no quería verlas producidas.”
El libro recoge gran cantidad de películas que
tuvieron que introducir cambios o incluir frases para recibir la cooperación
del Pentágono, pero también cita muchos guionistas y Directores que desecharon
la asistencia militar para no cambiar su esencia y hoy son clásicos del
cine (Dr.Strangelove, Apocalypse Now, Nacido el 4 de Julio y Forrest
Gump, entre otras).
Luego del 11 de Septiembre del 2001, a la sombra de
Bush, surgieron nuevas modalidades de control al amparo de la preservación de
la “Seguridad Nacional.”
Ley No. 1951 sobre la Reglamentación de Espectáculos
Públicos y Emisiones Radiofónicas y crea la Comisión Nacional de Espectáculos
Públicos.
G.O. 6995
EL CONGRESO NACIONAL En nombre de la República HA
DADO
LA SIGUIENTE LEY
NUMERO 1951.
Art. 1.- Las proyecciones cinematográficas,
representaciones teatrales y espectáculos públicos análogos, así como las
emisiones radiofónicas, ofrecidos u originados en el país, deberán sujetarse a
las restricciones y prohibiciones que se establezcan en reglamentos dictados
por el Poder Ejecutivo.
Art. 2.- Los reglamentos previstos en el artículo
anterior podrán prohibir los espectáculos, proyecciones y emisiones
radiofónicas, o parte de los mismos que ofendan la moral, las buenas
costumbres, las relaciones con los países amigos y en general que puedan ser
perjudiciales a los principios y normas del pueblo dominicano. Los proyectos
para estos reglamentos serán sometidos al Poder Ejecutivo, vía Secretaría de
Estado de lo Interior y Policía, por un organismo especial que se denominará
Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía. Dicha Comisión tendrá
su asiento en Ciudad Trujillo y estará compuesta por un presidente, un
vicepresidente, tres vocales y un Secretario Permanente Encargado de los
archivos, remunerados y nombrados por el Poder Ejecutivo. La Comisión tendrá
además, un asesor que lo será ex oficio el Mayor de Leyes de la Policía
Nacional, y que será llamado a consulta o en caso de empate.
Art. 3.- Toda empresa que celebre espectáculos
públicos deberá proveerse de un permiso previo que será otorgado por la
Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía en Ciudad Trujillo y
por las Subcomisiones correspondientes, en las Provincias, Los permisos serán
solicitados mediante escrito que llevará adherido un sello de Rentas Internas
del tipo de RD$ 3.00, cuando se trate de espectáculos que se celebren en Ciudad
Trujillo, San Cristóbal, Santiago, San Pedro de Macorís, Puerto Plata, La
Romana, Barahona, San Francisco de Macorís y La Vega; de RD$ 2.00 para
espectáculos que se celebren en Moca, Baní, San Juan, Montecristi, Samaná,
Azua, Elías Piña, Neiba, Dajabón y Seibo, y de RD$ 1.00 para espectáculos que
se celebren en los demás lugares de la República. Cada solicitud incluirá las
funciones de un mismo día.
Art. 4.- Queda prohibido por la presente ley proyectar
en el país películas cinematográficas en las cuales trabajen artistas
reconocidos como comunistas o que tiendan a servir de propaganda a la
ideología comunista.
Art. 5.- Queda prohibido exhibir en las proyecciones
cinematográficas destinadas a los niños de uno y otro sexo menores de catorce
años películas que contengan escenas, situaciones, leyendas o diálogos de
carácter erótico; que contengan escenas, situaciones, leyendas o diálogos
capaces de pervertir su sentido moral; y en general, que por sus detalles o por
su argumento, proporcionen a los niños ejemplos perniciosos o experiencias
prematuras para su edad.
Art. 6.- La prohibición anteriormente prescrita
existe aún en el caso de que los niños sean acompañados a las funciones por sus
padres u otras personas mayores.
Art. 7.- Se entenderá que una película es apta para
la niñez dentro de esta ley, únicamente después que sea exhibida ante la
Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía.
Art. 8.- La Comisión Nacional de Espectáculos Públicos
y Radiofonía rendirá un informe trimestral sobre las labores por ella
realizadas al Secretario de Estado de lo Interior y Policía. Un informe
trimestral será rendido, igualmente, al Secretario de Estado de Previsión
Social, sobre las intervenciones realizadas en los espectáculos para niños
regidos por la presente ley.
Art. 9.- Mientras se dicten reglamentos de
conformidad con los artículos 1y 2 de esta ley, los espectáculos públicos
seguirán rigiéndose, en lo relativo a moralidad y buenas costumbres, por las
Ordenanzas dictadas en sus respectivas jurisdicciones por el Consejo
Administrativo del Distrito de Santo Domingo, los Ayuntamientos y las Juntas
Municipales, teniendo capacidad las subcomisiones señaladas en el artículo 11
para hacer los sometimientos correspondientes.
Art. 10.- La violación de los reglamentos dictados
en virtud del artículo 1, así como la del artículo 2, de esta ley, se castigará
con multa de veinticinco a cien pesos, o prisión de quince días a tres meses, o
ambas penas a la vez. Las violaciones a los artículos 3, 4, y 5 de esta ley se
castigarán con multa de cincuenta a quinientos pesos, o prisión de tres a seis
meses, o ambas penas a la vez en los casos graves. Los jueces de paz serán
competentes para conocer de estas infracciones. Párrafo.- En caso de
reincidencia, se duplicará la pena; y se podrá ordenar la clausura de los
establecimientos por un período no mayor de treinta días.
Art. 11.- Los sometimientos en el Distrito de Santo
Domingo para la aplicación de las penas serán hechas por la Comisión Nacional
de Espectáculos Públicos y Radiofonía; en las Comunes cabeceras de provincia,
por una subcomisión compuesta por el gobernador, quien la presidirá, el síndico
municipal y el jefe de puesto de la Policía Nacional; y en las comunes no
cabeceras de provincia por una subcomisión compuesta por el síndico municipal,
quien la presidirá, un inspector de Instrucción Pública y el jefe de puesto de
la Policía Nacional; todo sin perjuicio de los sometimientos que pueda hacer la
Policía Judicial.
Art. 12.- El Secretario de Estado de lo Interior y
Policía velará por el cumplimiento de la presente ley. Art. 13.- La presente
ley deroga y sustituye la No. 1470 del 2 de julio del año 1947, modificada por
la No. 1664, del 13 de marzo de 1948, y la No. 1405, del 30 de abril de 1947,
publicadas en las Gacetas Oficiales Nos. 6655, 6766 y 6621, y deroga toda otra
disposición contraria a la presente o derivadas de las citadas leyes.
DADA en la Sala de Sesiones de la Cámara de
Diputados, en Ciudad Trujillo, Distrito de Santo Domingo, Capital de la
República Dominicana, a los dos días del mes de marzo del año mil novecientos
cuarenta y nueve años 106º de la Independencia, 86º de la Restauración y 19 de
la Era de Trujillo.
El Presidente Porfirio Herrera Los Secretarios
Federico Nina hijo Milady Félix de L’Official
DADA en la Sala de Sesiones del Palacio del Senado,
en Ciudad Trujillo, Distrito de Santo Domingo, Capital de la República
Dominicana, a los tres días del mes de marzo del año mil novecientos cuarenta y
nueve años 106º de la Independencia, 86º de la Restauración y 19 de la Era de
Trujillo.
1. Manuel de J. Troncoso de la Concha
Presidente Agustín Aristy Germán Soriano Secretario Secretario
RAFAEL LEONIDAS TRUJILLO MOLINA, Presidente de la
República Dominicana En ejercicio de las atribuciones que me confiere el
Artículo 55 de la Constitución de la República;
PROMULGO la presente Ley y mando que sea publicada
en la Gaceta Oficial, para su conocimiento y cumplimiento.
DADA en Ciudad Trujillo, Distrito de Santo Domingo,
Capital de la República Dominicana, a los siete días del mes de marzo del año
mil novecientos cuarenta y nueve años 106º de la Independencia, 86º de la
Restauración y 19 de la Era de Trujillo.
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