
Cruel y dramática realidad
Somos una generación excepcional, un cordón umbilical;
Teníamos que soportarle a nuestros padres sus decisiones buenas o malas, sus comentarios buenos o malos, su forma de educar buena o mala, su formación religiosa buena o mala, sus hábitos y costumbres buenos o malos, su formación hogareña buena o mala, sus hábitos de comida, pero finalmente esas decisiones tuvimos

Ahora debemos aceptarles a nuestros hijos e hijas (como debemos decir por asunto de genero), sus decisiones, sus comentarios, su comportamiento en el hogar, sus creencias religiosas (si la tienen), sus hábitos y costumbres ante la sociedad y en el hogar.
Ahora nos hemos convertidos en simples espectadores...
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