Alicia Ortega y Nuria Piera traen vueltos locos a muchos funcionarios del gobierno. Y no precisamente por su indiscutible belleza. Esas destacadas productoras de televisión que hace
unos días y de acuerdo a su colega Huchi Lora recibieron la mas alta calificación de profesionalidad en sus denuncias por parte nada mas y nada menos que del presidente Leonel Fernández, quien habría desvinculado esos reportajes de escaramuzas políticas partidarias, lucen dispuestas a redoblar su papel de vigilantes de la administración de los recursos públicos.Ya la bella Alicia la emprendió en su programa de ayer contra Víctor Díaz Rua, el Grande, como le dicen y, de paso, le dio una segunda mano al combativo dirigente reformista Héctor Rodríguez Pimentel.
Mientras tanto, Radames Segura anuncia que prepara todo un andamiaje legal con el triste propósito de llevar a los tribunales a la terrible rubia Piera. Y la verdad es que uno no sabe a
donde puede conducir un recurso como ese ante una sensible opinión publica que aplaude y disfruta de la bien orquestada campana que viene tejiéndose desde hace tiempo con el firme 
propósito de dañar la reputación del líder nacional.Sobre Víctor se dice que se puso a cuquear las avispas al enviar una nota donde trataba de deshilachar la madeja de la campana anticorrupción, poniendo en entredicho la credibilidad de las bellas.
Rodríguez Pimentel fue mas lejos y en vez de ocuparse de los movimientos campesinos que le reclaman reparación de canales e instalación de bombas, se ha decidido por entrecruzar golpes con las damas, en un poco inteligente intento que terminara por abrirle el pecho.
Definitivamente, esa trilogía anda vuelta loca con Alicia y Nuria. Y no precisamente por su singular belleza.
OM
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