El director del Diario Libre, pidió excusas ayer por una caricatura que hirió la susceptibilidad de Perredeístas y simpatizantes de Peña Gómez, y es lamentable.
Pues está fresco aun el revuelo que causó la divulgación de justamente unas caricaturas publicadas en el desconocido, hasta ese momento diario danés 'Jyllands-Posten' que encendieron la ira de millones de musulmanes, y es lamentable que después de tanto criticar y opinar sobre la actitud de indignación en el mundo islámico y hasta el papa Benedicto XVI pagó las consecuencias de esas ilustraciones.
Pero hemos criticado mucho a los islamistas, que vemos como a extraterrestres a los que profesan esa religión y muchos desconocen o se les olvida, que son más de 1,200 millones de personas en todo el mundo.
Pero Harold Priego debe sentirse satisfecho pues ha ejercido su libertad de expresión y ha tenido el valor de decir lo que piensa a través de su leída sección “Diógenes & Boquechivo” de ese prestigioso diario de nuestro país.
Ojalá que los fundamentalistas peñagomistas y sus seguidores no conviertan a Harold en un Salman Rushdie del periodismo dominicano en su afán de preservar la dominicanidad de su extinto líder.
Solo hay que esperar que la autocensura no se apodere de el al igual que muchos editores y redactores de los medios dominicanos.
7 de Marzo del 2007
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Jose Baez Guerrero
08-mar
Hola Onorio,
Me alegra ver tu comentario; vengo de grabar la cápsula diaria, “Día por Día” (Color Visión de lunes a viernes, 1:55 PM), que produzco desde hace varias semanas, y comenté precisamente eso. Trata de verlo para que veas qué coincidencia!
Saludos,
JBG
Miguel Guerrero-MGPR
08-mar
Onorio:
Te felicito. Estoy de acuerdo con tu razonamiento. Yo dije en mi programa de televisión que las reacciones, que en realidad fueron básicamente en un programa radial, fueron desproprocionadas y que la libertad no se negocia.
Afectuosamente,
Miguel
Pedro Thomas
08-mar
Comparto tu opinión absolutamente
Pthomas
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Opinión
La columna de Miguel Guerrero
Por Miguel Guerrero / El Caribe
Sabado 9 de septiembre del 2006 actualizado el viernes 8 de septiembre del 2006 a las 11:31 PM
Onorio Montás me hizo llegar por correo electrónico una historia que narra la concepción y posterior publicación de una serie de caricaturas satirizadas del Papa.
En algunas el Obispo de Roma y jefe espiritual de más de 800 millones de católicos, aparece en situaciones bastante ridículas, como una que lo muestra en una playa exhibiendo una exuberante barriga y un pequeño traje de baño.
Muchas de esas caricaturas, concebidas tras una visita de Juan Pablo II a España, fueron luego publicadas en el diario La Mañana, de Lérida, a finales de la década pasada.
Más recientemente, en mayo pasado, la cadena de televisión MTV difundió la serie titulada “Popetown” (Ciudad del Papa), un conjunto de películas basadas en dibujos animados protagonizada por un Papa loco, excéntrico, en la que se muestra también a un cardenal corrupto y criminal.
En Europa se anuncia la exposición “The Pope, Humor Sant” (El Papa, humor santo) que contiene 80 caricaturas satirizadas del Papa, que no se hace contra ningún Pontífice en particular, sino valiéndose de la imagen de un Papa genérico.
En ninguno de estos y otros casos, los católicos salieron a quemar neumáticos ni a destruir embajadas. Tampoco el Vaticano hizo publicar una “fatua” para condenar a muerte, donde quiera que estén, a los responsables de esas acciones.
La publicación de caricaturas de Mahoma por diarios de Dinamarca y Noruega, si mal no recuerdo, produjo en cambio este año una reacción desproporcionada y violenta en varias ciudades europeas y los responsables de la publicación fueron sentenciados a muerte por líderes islámicos, al considerar dicha publicación como una ofensa al Profeta.
Embajadas de esos y otros países fueron incendiadas en capitales de naciones islámicas en reiterada y sorprendente demostración de un fanatismo religioso irracional que tiene al mundo de rodillas.
Miguel Guerrero es escritor y periodista
mguerrero@mgpr.com.do
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