lunes, 30 de junio de 2014

Los haitianos son herederos de los depredadores de la isla de Santo Domingo



¿Cuál es el nombre de la isla:
Santo Domingo o Haití?



Por Manuel NÚÑEZ Asencio

         En uno de los panfletos de propaganda sobre el nombre de la isla que Cristóbal Colon llamó a su llegada a esta tierra encantada La Española, se habla copiosamente de la isla de Haití.

         Concluida su guerra de Independencia (1804), los haitianos habían echado andar la leyenda indigenista.   Proclamaron que  ellos eran los herederos de los antiguos aborígenes que habitaron La Española, por lo que, el gesto de su Independencia empalmaba con los tres grandes grupos que poblaron la isla de La  Española. A la llegada de Colón se hablaban en la isla tres grandes lenguas: el macoris de arriba, la lengua del norte y el macoris de abajo la lengua del sur. Lengua aprendida por Fray Román Pané y ya comenzaba a prevalecer, el taíno. Antonio Villasante que pasó veinticuatro años en La Española tenía reputación de ser el mejor conocedor del taíno. ( Consúltese El Conde la Viñaza,  Investigaciones históricas, 1932).

Todos estos grupos correspondían a emigraciones procedentes de los grupos cultivadores del arahuaco iñeri de la costa de Venezuela.

 El grupo humano del cual formarían, postreramente, parte  los haitianos, poco o nada tiene que ver con el indigenismo. Porque cuando se funda la colonización francesa que le sirve de pesebre a la que sería la colonia de mayor prosperidad poseída hasta entonces por Francia, ya se habían extinguido las lenguas indígenas.  De los tiempos coloniales sobreviven designaciones toponímicas indígenas:
Higuey, Maguana, Jaragua, Bohechío. El toponímico  Cibao, designaba, según consta, en Bartolomé de Las Casas y Gonzalo Fernández de Oviedo, la mayor porción de la isla. (Consúltese: Historia General de las Indias  t.1 . Historia de las Indias (1517)). Hay, desde luego, otros toponímicos indígenas relacionados con la porción occidental de la isla: Bayajá, Guanahibes,  La Yaguana, que quedarían olvidados con la colonización francesa.

         En los primeros siglos de colonización,  el único toponímico presente en todos las montañas de documentos que hablan de La Española era el nombre de Cipango, reino al cual creía haber llegado el Almirante de la Mar Océano , y que, andando el tiempo, quedó como convertido en el Cibao. En su Diario de Navegación (SD, F. Corripio, 1988, pág. 156), Colon se refiere, de manera imprecisa, al nombre de la isla  como bohío, indigenismo que designaba las viviendas de los nativos de La Española.  Colón empleó el arabismo alfaneque, para designar las viviendas.

Posteriormente, en una de las cartas de don Diego Álvarez Chanca, se dice que los españoles, llegaron a una provincia que los indígenas llamaron Haití. Luego a otra que llamaron Samana y finalmente a otra que llamaron Bohío (Notas de Fernández de Navarrete, pág. 264, obra citada). En su Relación de antigüedades de los indios (SD, F. Corripio, 1988 pág.26), Fray Román Pané  se refiere a que los indios llamaban la isla Haití y Bohío. Gonzalo Fernández de Oviedo hace igual constatación. Nos dice en su Historia General y Natural de las Indias, en Crónicas Escogidas (SD, F. Corripio, 1988 pág. 36) se refiere a la isla de Haití, que ahora llamamos Española.  Examinadas profundamente,  puede inferirse de las diferentes menciones del toponímico Haití, sólo existieron en el papel y no se
refirieron a toda la isla.

         Controversias aparte, los elementos materiales nos dicen que a la llegada de los españoles, la isla se hallaba dividida en cinco cacicazgos: Marien, Magua, Maguana, Jaragua e Higuey. Colón llegó al cacicazgo de Marien que corresponde, perfectamente, con la designación que el lexicógrafo  Emilio Tejera, hace del taíno. Haití, significa tierra de montañas, lugar al cual llegó Cristóbal Colón con sus desafortunados marinos, el 5 de diciembre (Historia de las Indias, SD, 1988 pág. 359). En las Décadas del Nuevo Mundo obra dada a la estampa sesenta años después en 1556 (SD, Sociedad de Bibliófilos,  1989, pág. 130) refiere como nombres indígenas de la isla: Quisqueya o Cipango. A estos nombres suele hacer referencia, el insigne José Gabriel García, padre la historiografía dominicana, en su  Compendio de Historia de Santo Domingo  T.I (SD, Publicaciones Ahora, pág. 13-14). Al parecer, los tres topónimos geográficos sobreviven; Haití  “tierra alta, montañosa”, Quisqueya “madre de la tierra” y Bohío “tierra de oro”.  En resumidas cuentas: en La Española no había unidad lingüística; se hablaban, cuando menos, tres lenguas; no había unidad territorial, se hallaba dividida en cinco cacicazgos. En consecuencia, la isla tenía a la llegada de Colón cinco nombres, según el deslinde de cada cacicazgo.

         Durante los primeros siglos, la existencia de los nombres de Haití, Quisqueya, Bohio ha sido exclusivamente literaria. Son designaciones empleadas por hombres que aprendieron la cultura de las indias. No hay ningún lugar en la colonia de Santo Domingo que lleve, en los primeros trescientos años de existencia,  designación con estos toponímicos.  Pasemos, entonces, a las designaciones que han tenido ininterrumpidamente carta de vecindad en los documentos que atestiguan de una existencia histórica.

         La Española que será el nombre que tendrá la isla a partir del Descubrimiento en 1492,  se alternó con la designación latina empleada por Pedro Mártir de Anglería, de la Hispaniola. En 1918, los norteamericanos impusieron en nombre de la Hispaniola, en la Sociedad Geográfica de los Estados Unidos, por amoldarse mejor a la pronunciación anglosajona (Confróntese Juan Daniel Balcácer, “Acerca del nombre de nuestro país”), y desplazaron la designación de la Española, que había hecho fortuna en el pasado. Pero, conjuntamente con  la Española (isla Española suele denominar el historiador Juan Daniel Balcácer)  entró en el concierto de designaciones de la isla, Santo Domingo. A partir  de 6 de diciembre de 1508  por  Real Ordenanza del Rey Fernando VII  se le da el nombre de Santo Domingo a toda la isla, que ya era el nombre de la principal ciudad.

De manera, pues,  que durante los dos primeros siglos en que España mantuvo el dominio total de la isla de 1492-1697, los dos nombres predominantes de la isla fueron La Española, y más concretamente, Santo Domingo.
Cuando los franceses fundaron su colonia, de manera precaria tras las paces de Nimega y Ratisbona, en la isla de La Tortuga y en la porción norte de la Isla de Santo Domingo, y posteriormente, tras el Tratado de Ryswick, momento en el que se inicia la expansión a la Verapaz (Puerto Príncipe) y hasta los  confines de La Yaguana (Leogane) y la isla de Guanahibes (Gonaïves). Los franceses llamaron a la colonia que fundarían plenamente en el siglo XVIII, Saint Domingue.

Durante  el siglo de existencia, en que se mantuvo la dominación francesa en la porción occidental de la isla de Santo Domingo, los franceses no emplearon nunca el toponímico de Haití para designar una isla que en todas las documentaciones y cartas de navegación de aquel punto y hora, ya era conocida como Santo Domingo. Toussaint Louverture, el esclavo domestico de la familia Breda, convertido en el flamante gobernador por la intervención británica, tras el alzamiento de esclavos de 1791 de las haciendas de Turpin y Lagoscette, no llegó a conocer el nombre de Haití  para el territorio que él gobernó con el nombre de Saint Domingue (1697-1804). Cuando Toussaint Louverture murió en 1803, habían pasado tres siglos del Descubrimiento de América.Ningún territorio del Nuevo Mundo llevaba el nombre de Haití. De su etapa de gobernador nace la primera Constitución de Saint Domingue en 1801.
Al nombrar el nuevo Estado, los constituyentes haitianos se refieren  “a la isla de Haití, antes llamada Santo Domingo” (art. 8). En 20 de mayo de 1805 queda instituido el Imperio de Haití, sobre las ruinas de lo que había sido la próspera colonia francesa de Saint Domingue. De manera que los haitianos se proclaman herederos de una circunstancia,  que había  concluido mucho antes ( por lo menos dos siglos)  del comienzo del proceso de su propia formación y asentamiento en la isla.

 En 1804,  entre los habitantes del Estado haitiano no  había unidad lingüística . Porque la mayoría de los esclavos no hablaban la lengua criolla, predominante como lengua franca entre los esclavos y los amos franceses. Tampoco había unidad cultural, porque la población extranjera, era tan importante como la población criolla. El único vínculo  que unía a los distintos grupos de las plantaciones era un sentimiento primario de libertarse del brutal sistema de plantación, convertido en consigna de muerte y en odio a la población blanca de la isla. Al proclamarse la Independencia, los habitantes más antiguos, los que habían creado ese asentamiento humano, los colonos franceses de Saint Domingue, fueron excluidos como grupo racial de la conformación del nuevo Estado.
En 1804 nace el gentilicio de haitiano. El nombre de Haití comienza a emplearse y a generalizarse en las designaciones geográficas. Es una resurrección porque hasta entonces esa designación sólo tenía valor literario, y no determinaba ningún objeto concreto. Los haitianos emplearon un indigenismo que se hallaba en el desván de los recuerdos, para atribuirse una antigüedad de la que carecían.  En los manuales de historia de Haití, se dice que Colón no llegó a Santo Domingo, sino a la isla de Haití, y que ellos, los haitianos negros han suplantado a los haitianos indios.  Esa es una operación de camuflaje.

Antes de fundar el Imperio de Haití , los historiógrafos llamaron a Dessalines, comandante en jefe del Ejército indígena. Tomaron todos los símbolos de un pasado que no les pertenecía. Colocaron como haitianos, a los negros traídos por los españoles para atribuirse una presencia durante la época hispánica. Se atribuyeron la historiografía de la etapa indígena, sin que debamos considerarlos heredados de la colonización española. Sobre esas montañas de mentiras,  han echado a rodar la leyenda de la antigüedad de la isla de Haití. De la que ellos son los continuadores.


Los haitianos son herederos de los depredadores de la isla de Santo Domingo. Causabientes de bucaneros y filibusteros, que atacaron la isla en el siglo XVII y XVIII. Herederos de la sociedad fraguada por el genio de Francia, que llegó a constituir la colonia más rica del continente, con el nombre de Saint Domingue. Al quedar acéfala, privada totalmente de la inteligencia que la llevó a sus años de gloria,   quedó convertida en el territorio más  empobrecido del continente. Sólo los dominicanos,  en el continente, hemos padecido las consecuencias fatales de la vecindad con este territorio. Nos han amputado el destino. Y ahora, pretenden incluso arrebatarnos las primacías históricas que todo el mundo nos reconoce.  Suplantan la verdad con sus falsificaciones. Mienten tanto los haitianos, que hasta el nombre de su Estado, se funda en la mentira.

sábado, 28 de junio de 2014

El fraude lo corrompe todo, lo ilegal no genera legalidad.


Brillante plan de ilegalizar lo ilegal

Por Enrique Marchena Pérez
   
No cabe la menor duda razonable, que por nuestros políticos vivir acostumbrados a no cumplir, ni hacer cumplir la Constitución y las leyes, sobre todo, si son gobierno y están en el poder, de buscarle a cada violación de la ley un bajadero. De hacerse los desentendidos, permitiendo el caos migratorio, por unos votos más, al no evitar la conspiración urdida desde 1996 contra la soberanía nacional.

La causa principal de la complicidad de los políticos y sindicalistas dominicanos, es permitirles, por prebendas, a los empresarios, hacendados y constructores quitarles los empleos a los obreros dominicanos sin tomar en cuenta que el auge de la delincuencia en los últimos años lo es el desempleo.

Que motivos valederos tiene el gobierno dominicano para no cumplir con la ley No. 285-04 de Migración, ni su reglamento No. 631-11, para dictar el inconstitucional Decreto No. 327-13 y la Ley 169-14, para regularizar lo ilegal. Lo peor es que en el Registro Civil donde se han cometido falsificaciones de documentos públicos y su uso, penados por los artículos 145, 146, 147 y 148 del Código Penal. Se excluya a los responsables. El fraude lo corrompe todo, lo ilegal no genera legalidad.

Como es posible que el Ministerio de Trabajo no haga cumplir la ley sobre el ochenta por ciento del trabajo para los dominicanos y los sindicalistas aburguesados no reclamen en los tribunales esta barbaridad.

Un gobierno que no hace cumplir la ley y procede a legalizar lo ilegal, que ordena desde 1996 no deportar del territorio dominicano a todo extranjero que esté sin los documentos correspondientes pasaporte, visa y con la autorización de estadía vencida. Es increíble.

El movimiento para recaudar fondos privados para construir una cerca en la frontera, no procede, quien debe construirla es el gobierno por ser su responsabilidad de aplicar la ley de migración y su reglamento, impidiendo la entada de los sin papeles. Si la frontera no es controlada para impedir la entrada de los indocumentados, ningún plan de regularización podrá tener resultados en defensa de la soberanía nacional. Incluyendo que el Estado tenga que pagar estudios y servicios de salud a extranjeros en detrimento del pueblo dominicano.

De ahora en adelante el pueblo dominicano no les perdonara a los gobiernos temblorosos que tenemos, que continúen permitiendo que se atente contra nuestra soberanía e independencia y acepten la infamia y las calumnias contra la república sin hacer nada.

27 junio, 2014



Solicitan la cancelación de 126 actas de haitianos

Posted on septiembre 19, 2008 by La_Verdad
SANTO DOMINGO. La Dirección Nacional del Registro Civil solicitó al Pleno de la Junta Central Electoral (JCE) la cancelación de 126 actas de nacimiento y Cédula de Identidad y Electoral presuntamente expedidas de manera irregular a igual número de descendientes de ciudadanos haitianos, en la primera y segunda circunscripción de San Pedro de Macorís, San José de Los Llanos, Sabana Grande de Boyá, Restauración y Guerra.
En la solicitud formulada por el director del Registro Civil de la JCE, Servio Tulio Almánzar, mediante el oficio 5787 del pasado día 11, se evocan las conflictivas resoluciones 012 y 017 que ordenan a los oficiales del Estado Civil abstenerse de expedir actas de nacimiento a los niños hijo de haitianos cuyo estatus legal “sea dudoso”.
“Que sea autorizada la suspensión de las actas de nacimiento referidas anteriormente, en virtud de la Resolución 12/2007 de fecha 10 de diciembre de 2007, ya que se instrumentaron violando la ley que regula la materia”, pide Almánzar.
La legitimidad jurídica de las resoluciones a las que hace referencia el director del Registro Civil ha sido cuestionada.
Fuente:Leoncio Comprés


viernes, 27 de junio de 2014

Berlin, esta edificada en un bosque. Y aquí depredamos los bosques y las ciudades...




Lo que tal vez no sabías de Berlín

Berlín es la capital de Alemania y uno de los dieciséis estados federados alemanes. Se localiza al noreste de Alemania, a escasos 70 km de la frontera con Polonia. Por la ciudad fluyen los ríos Spree, Havel, Panke, Dahme y Wuhle. Con una población de 3,4 millones de habitantes, Berlín es la ciudad más poblada del país, así como la segunda ciudad en tamaño y la quinta aglomeración urbana entre los países de la Unión Europea.


Fundada en 1237 como Cölln, Berlín fue sucesivamente capital del Reino de Prusia (1701-1918), de la República de Weimar (1919–1933) y del Tercer Reich (1933–1945). Después de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue dividida; la parte este de la ciudad se convirtió en la capital de la República Democrática Alemana, mientras que la región oeste de la ciudad se convirtió en un enclave de la República Federal de Alemania en el interior de la Alemania Oriental.

Berlín es una ciudad mundial y un centro cultural y artístico de primer nivel. Es una de las ciudades más influyentes en el ámbito político de la Unión Europea y en 2006 fue elegida Ciudad Creativa por la Unesco. En 2009 la ciudad recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.
- Es una ciudad de 3.500.000 de habitantes.
- En su superficie entran 9 veces la superficie de Paris.
- Esta edificada en un bosque, y todos los arboles públicos y hasta los ubicados en propiedades privadas están numerados.
- No se puede talar un árbol ni siquiera en un jardín de una casa de familia, desde hace 125 años.
- En la guerra se destruyó el 95% de esta ciudad.
- Todos los edificios que se construyen desde hace 26 años tienen que autoabastecerse de electricidad por paneles.
- La guerra esta prohibida en la constitución.
- En Alemania negar el holocausto es un delito penado por la ley.
- En un barrio muy elegante todas las calles tienen nombre de países que contribuyeron a pasar el primer invierno después de la guerra, con la ciudad destruida y 20 grados bajo cero.  La Avenida central se llama República Argentina.
- Los reyes de Prusia regalaron a la ciudad los lagos que eran de su propiedad con la condición de que no se contaminaran las aguas.
- Berlín no solo es la Capital sino que es un Estado, con superficie de 980 km2. tiene 200 lagos y tres cuartas partes de su superficie es boscosa.
- Los perros pagan impuestos según su raza y tienen seguro.
- Si un accidente lo causa un perro no paga su dueño sino su propio seguro.
- El que no recoge los excrementos de su perro en la vía publica tiene 60 Euro de multa. Tienen cestos especiales para su depósito porque todo se recicla.
- Todo se cobra no hay nada gratis: entrar a un baño público o privado para uso del público cuesta 50 ctvos de euro (unos ocho pesos). Con el ticket después te lo descuentan en un café si te cuesta mas de 2,50 euro.
- Los dos países que tienen prohibido la fabricación de armas, son hoy los mas avanzados tecnológicamente porque invirtieron en educación y desarrollo, aunque perdieron la guerra: Japón y Alemania.
- El  bunker de Hitler después de algún tiempo, el gobierno de Berlín ordenó taparlo, porque se estaba convirtiendo en un santuario nazi. Hoy se elevan sobre ese lugar 1711 cubos de mármol en recuerdo de los 1711 campos de concentración del nazismo.
- Los ARCHIVOS DE GUERRA, de la GESTAPO, los devolvió EEUU en el 2000. Pesan 40 toneladas. Hasta entonces los utilizó en su propio beneficio. Hoy están digitalizados y se puede buscar cualquier nombre. Durante el nazismo 1 de cada 12 alemanes trabajaba para la Gestapo.
- Los archivos de la Stasi, policía comunista de la Alemania Democrática, también están digitalizados. 1 de cada 4 alemanes trabajaba como denunciante para el Estado.
- El tren sobreelevado que hay en Berlín recorre 300 km. en la ciudad.
- Los juicios por las propiedades todavía se continúan: los nazis quemaron las escrituras de las personas asesinadas en campos de concentración para no dejar rastros. Después los comunistas regalaron las propiedades a sus adeptos. Y luego de la caída del muro de Berlín, comenzaron los juicios por la devolución de los inmuebles de los antiguos dueños o sus descendientes.
- El muro todavía existe en muchas zonas de Berlín. Los propietarios de esas tierras quieren recuperarlas y piden tirar abajo lo que queda del muro.
- Antes los berlineses protestaban para que se demuela el muro. Hoy protestan para que no se demuela lo que queda del muro.
- La casa donde se trató y se debatió la "solución final" hoy esta convertida en museo.
- La casa donde se repartió el mundo de la posguerra entre Roosevelt, Stalin y Churchill, antes pertenecía a la realeza prusiana, hoy es un hotel y se puede visitar.
- Las casas de los jerarcas nazis ubicadas en la Isla de los Cisnes todavía se conservan y se pueden visitar.
- El Ministerio del Aire de German Goering, es el único que se salvó de la destrucción durante de guerra.
- La calle donde se encuentran todas las embajadas se llama General von Stauffemberg. Al final de la misma un monolito recuerda el lugar de su ejecución.


miércoles, 25 de junio de 2014

Danilo Medina Sánchez le habrá dicho al Papa...


Un diálogo privado entre Danilo y el Papa

Por ROBERTO MARCALLE ABREU


Cuando laboraba como periodista –la mayor parte de mi vida-, la especulación, una especulación honda, meditativa, trascendente, avalada por datos precisos y un manejo correcto de la historia y los mejores intereses nacionales, era fundamental en la labor de orientar al público lector.

En alguna medida, eso se ha perdido. Con el alza desmedida de los costos de los periódicos, la reflexión ha perdido mucho espacio.

Hay hábitos que nunca desaparecen. Por eso, he dedicado estos días a pensar en el diálogo privado entre el presidente Danilo Medina y Su Santidad.

Me he preguntado, por ejemplo, si el mandatario dominicano, quien es un hombre sencillo y piadoso, le habrá confesado al Padre Santo su angustia ante el acoso de que ha sido objeto su país por parte de los poderes mundiales para obligarnos a tolerar una situación a la que se opone la mayoría absoluta de los dominicanos.


Es seguro que el Papa es conocedor de nuestra pobreza y graves carencias de toda naturaleza. No hay mejor ejemplo que el estado de nuestros hospitales, todos ellos adeudados de manera grave y con retrasos de meses en la recepción de los presupuestos con los que limitadamente operan.

¿Le habrá confesado el presidente que, pese a esta situación, hemos tenido que dedicar cientos de millones a atender una población -la haitiana-, aquejada de las mayores taras de salud de todo el Continente, en perjuicio de nuestra propia población?.

¿Le habrá manifestado Medina al Papa la violencia que se está gestando en el alma nacional, al observar que la mayoría de los empleos que crea la economía son absorbidos por una mano de obra degradada que acepta “lo que sea” en desmedro absoluto de nuestros obreros, de nuestros jóvenes, de nuestras mujeres?. ¿Y que, incluso, hasta los empleos de la pobreza, como la venta de artículos en las esquinas, víveres en las calles, la vigilancia de hogares y negocios, el servicio doméstico, nos ha sido arrebatado por esos extranjeros?.

¿Le habrá dicho al Papa que, gracias a los bajos salarios, la casi totalidad de los empleos creados en la Agricultura y el Turismo, se encuentran en posesión de los haitianos?.


¿Le habrá expresado su incomodidad por el hecho de que miles de ONG, las Naciones Unidas, las potencias, nos han impuesto mecanismos encaminados a legalizar a personas que sólo vienen a incrementar nuestra pobreza, la violencia social, la enfermedad, la arrabalización de nuestras ciudades?
En algún momento, ¿le habrá confesado el presidente al Sumo Pontífice el malestar que le provoca ver que esos emigrantes cada día que transcurre son protagonistas de actos de violencia, crímenes, robos y graves conflictos de toda naturaleza?




lunes, 23 de junio de 2014

El Gobierno de Danilo Medina cree terminado un conflicto. Ha fabricado un conflicto aún mayor.


Los argumentos del agresor


Por Manuel NÚÑEZ Asencio


       Entre los  procedimientos judiciales y la historiografía  hay vasos comunicantes. En el ámbito judicial, cuando  los peores criminales deponen ante un tribunal, rematan sus declaraciones negando la verdad. Le ocultan al tribunal sus motivaciones. Manipulan a los jurados.  Montan un teatro para inspirar lástima o para  provocar unos   sentimientos de piedad que no han tenido con sus víctimas. En otros casos, se vuelven caricaturas humanas. Inculpan a sus víctimas de sus fechorías. Así,  el violador asesino dirá que mató a una desconocida porque llevaba un escote muy pronunciado  o una bermuda muy ajustada. Al final si seguimos los razonamientos del agresor,  la víctima será la culpable de su propia desgracia. Porque, además,  de víctima, el agresor quiere lincharla moralmente, desacreditarla. Los abogados del diablo suelen encontrarle justificaciones, circunstancias atenuantes, a las mayores perversidades humanas.
         Cuando se analiza el teatro de los acontecimientos entre los dos países que comparten la isla de Santo Domingo nos damos cuenta, que, en casi todos los casos hay un grupo humano agresor y una nación agredida. He aquí el compendio de agresiones recibidas por la nación dominicana.

Las agresiones históricas

1.           Desde la proclamación de la primera Constitución haitiana de  1805, el Imperio de Haití se concibió como un Estado agresivo, que desconocía de manera expresa el derecho territorial de la comunidad dominicana (art. 18). Se propuso el dominio de toda la isla. El principio que negaba la existencia del derecho de los dominicanos a un Estado se mantuvo vigente hasta el Tratado de amistad y navegación de 1874, momento en que reconocen oficialmente nuestra Independencia.

2.           La ocupación de 1822, se propuso llevar a cabo los propósitos de la Constitución de 1805. En 1844, se inició el proceso de Independencia y los haitianos condujeron una guerra de 12 años en contra de la libertad de los dominicanos.   Sin embargo, los historiadores haitianos  en lugar de consignar los hechos de la ocupación haitiana de Santo Domingo en 1822,  presentan la invasión como  una petición de los dominicanos. Dicho en otras palabras: que los dominicanos que tenían la memoria fresca de las matanzas de Santiago y de Moca en 1805, querían ser gobernados por sus verdugos.  No es servir a la
El degüelle de Moca
verdad lo que impulsa a los historiógrafos haitianos,  sino ocultar las fechorías del invasor; justificar la anulación de nuestra independencia. Disminuir la responsabilidad de los forjadores de su Estado . ¿Qué historiador se atrevería a justificar la anulación de la Independencia de Polonia, Checoslovaquia y de Francia emprendida por las tropas hitlerianas en 1940?  No podemos aceptar una historia escrita con los argumentos del agresor. Con un enjambre de falsedades y extravagancias se pretende presentar al cuarteto de analfabetos brutales que pelearon para arrebatarnos la Independencia: Pierrot, Guerrier, Riché y Soulouque, como grandes libertadores y próceres, cuando , en verdad, eran dictadorzuelos, sedientos de sangre.

3.           La tendencia del agresor a ensañarse de las víctimas. De manera que el culpable no es el que abusa, agrede, ataca, invade, mata sino la víctima. Se exhibe una excesiva piedad y comprensión por  el agresor.  Ante la desgracia de la víctima, aparecen despojados de toda compasión. Sobre los episodios de la historia de un  pueblo que aplasta a otro, hemos oído todas las atrocidades. Casi todas coinciden en idealizar la dominación haitiana, con argumentos inventados y leyendas delirantes. La mayoría de los que así proceden omiten el Manifiesto Trinitario del 16 de enero de 1844. Es decir, se niegan a escuchar la deposición y el testimonio de la víctima a la que suelen tratar con desprecio. Practican una justicia tuerta, que obra exclusivamente a favor del agresor. Una compasión selectiva que se olvida del crimen y se apiada del criminal.


4.           Varios tratadistas haitianos, mantienen la tesis de que los dominicanos le hemos robado el territorio, cuando, en verdad, es todo lo contrario. El primer deslinde entre las dos formaciones nacionales que repartían la isla de Santo Domingo se estableció en Aranjuez en 1777 entre el Marqués de Ossum y el Conde de Floridablanca, regente del reino de Carlos III. En esa ocasión, se colocaron 220 bornes, quedaron deslindados los límites de Saint Domingue ( actual Haití) en 21.087 km2. Tras la Independencia dominicana, los haitianos ocuparon Hincha, San Rafael de la Atalaya, Capotillo, Rancho Mateo. En 1929, el Estado dominicano tuvo que reconocer como un hecho irreversible, la colonización de esos territorios.
Los presidentes Rafael L. Trujillo y Stenio Vincent
Para lograr el Tratado definitivo de 1936, Trujillo tuvo cederle a los haitianos el Valle de la Miel en Restauración, y comunicar las poblaciones dominicanas que van desde Villa Anacaona a Pedro Santana, mediante una carretera de 48 kilómetros de longitud. De este modo, quedó solventado el Tratado fronterizo de 1936. La expansión haitiana le arrebató 6.732 km2 al territorio histórico del Estado dominicano, y logró una dimensión de 27.750 km2 a expensas del territorio dominicano.

Agresiones a la soberanía
5.           Los haitianos  llaman violación de los derechos humanos al ejercicio de nuestra soberanía. Es decir, que los dominicanos no tienen derecho a repatriarlos,  ni  a la aplicación de sus leyes migratorias ni a su proyecto nacional.  Se ha criminalizado el ejercicio de nuestra propia soberanía. Además de agredirnos con una inmigración intolerable, que quebranta el Tratado de 1938, que responsabiliza a cada uno de los Estados de ocuparse de su población. Los haitianos quieren desmantelar nuestra capacidad para decidir, y someternos al control  una policía internacional.
Danilo Medina y Michel Martelly

6.           Para complacer a sus rivales y ponerle coto a las maquinaciones del intervencionismo internacional, el Gobierno dominicano promulga la Ley 169/14 y puso el práctica el funesto decreto 327/13. Ambas medidas colocaron en capilla ardiente la Constitución de la República. ¿ Cuáles son las  consecuencias de las medidas que se han tomado?. ¿ Qué porcentaje de haitianos serán regularizados en agricultura, en la construcción, en los trabajos informales, en la buhonería?. ¿Tendrán  derecho los dominicanos a tener  empleos de la agricultura, en la construcción, en las canteras de empleo que ocuparán, sin esperanzas de retorno los haitianos?. Una vez que los haitianos sean regularizados y tomen como derechos adquiridos  su presencia laboral en el país. Queda  montada la confiscación de los mecanismos de supervivencia del pueblo dominicano. Se desmantela la posibilidad de que los dominicanos puedan trabajar en su país. El Gobierno cree haberle puesto fin a un conflicto. En verdad,  ha fabricado un conflicto aún mayor. Le  han amputado al pueblo dominicano el porvenir. Le han privado de los derechos elementales a la existencia. Los haitianos tienen por supremo triunfo el aniquilar la soberanía dominicana y el reclamar  a la Comunidad Internacional que intervengan en contra de los intereses dominicanos, para lograr ventajas en el territorio de la República Dominicana.

La personalidad del agresor

       Cuando se examina el comportamiento que han tenido los haitianos durante todo el siglo XX y XXI se echa de ver la usanza de dos procedimientos.

1.           El infantilismo. La incapacidad para asumir sus responsabilidades y la presencia de una mentalidad de asistidos sociales. Es lo que ha hecho, que tras tres años seguidos, todavía no hayan reconstruido el Palacio de Gobierno y que una gran cantidad de escombros permanezcan amontonados esperando que la Comunidad Internacional decida qué se hace con ellos. Para organizar las elecciones legislativas retrasadas por dos años, extorsionan a la Comunidad Internacional porque no fueron capaces, en casi tres años, de incluirla en el presupuesto.

2.           La victimización. Se consideran víctima del racismo, pero en su historia se registran varias matanzas fundadas en el racismo. Las matanzas de Dessalines de 1804, de 40 mil blancos franceses, sólo quedaron 1.000 almas;  la matanzas de Moca y Santiago de 1805 todas de personas blancas. Uno de los superviventes, Gaspar Arrendondo y Pichardo, escribió que aquellos momentos, ser blanco era un delito. Las matanzas de mulatos de Faustín Soulouque de 1847.  En el  Diario de una misión secreta a Santo Domingo  (1847) , el almirante estadounidense David Dixon Porter escribió lo siguiente: “  Cuando Christophe estaba esperando noticias del éxito de su horrible trama ( la muerte de los mulatos) , Riché  se apareció ante él, con las manos aún oliendo sangre de sus víctimas. – Señor, dijo, he cumplido vuestras órdenes y para demostrarle el profundo amor y devoción que tengo por usted, yo, con mis manos he dado muerte a mi esposa y a todos mis hijos, que eran mulatos. Al servir al Estado no dudé en sacrificar a los mios (Dixon Porter, pág. 252) .

          La última matanza acaeción de 1957 emprendida por
Françcois Duvalier
François Duvalier contra los mulatos que fue debidamente contada por el profesor Alfred Viau, mulato, que pudo escapar de esa barbarie, padre del poeta Jacques Viau.
 Semejante credenciales, ¿ pueden los haitianos dar lecciones de antirracismo?. Desde el principio la Constitución dominicana de 1844 consagró el principio de la igualdad de las razas.  Entre los haitianos las prohibiciones que privaban a las personas de raza blanca del derecho a la propiedad se mantuvieron hasta 1920.

         Entre los haitianos se ha fraguado un ideal paranoide, de que sus sucesivos fracasos son el efecto de una conspiración internacional. Plantean que todas las potencias del mundo se han confabulado para aplastar y condenarlos al subdesarrollo.   Explicación agresiva que lanza una imputación sobre el resto de la humanidad, al que responsabilizan de su desgracia y a la que esperan engatusar, convirtiendo a su pueblo en escudos humanos.